© Fotografía de José Víctor Pavón
Hoy es su cumpleaños. Le he dedicado aquí más de una entrada, y en alguna he pedido una calle para él. El 18 de diciembre de 2015 durmió en casa y anoté en un cuaderno la intención de felicitarle con unas palabras aquí que salen ahora. Hace más de cuarenta años que no dormimos en la misma habitación. Cuando lo hacíamos, él me leía poemas de aquella antología que hizo Vicente Gaos y actualizó Carlos Sahagún en Cátedra de los poetas del 27. «(El alma vuelve al cuerpo, / Se dirige a los ojos / Y choca) —¡Luz! Me invade / Todo mi ser. ¡Asombro!». Y yo me dormía, protestando, con los versos de Guillén. Y así todas las noches de quien años después iba a dedicarse a la enseñanza de la literatura. Mi hermano Josemari es licenciado en Historia por la Universidad de Extremadura, en la que ahora realiza estudios de doctorado para leer su tesis con la misma ilusión que se tiene a los veintipocos años. Fue director de la Universidad Popular de Zafra (1983-1985), coordinador de formación de la Federación Española de Universidades Populares (1986-1987), coordinador técnico de la empresa Taller Zafra de Educación Popular (1988-1993), director de la Escuela Taller de Monesterio y de la Unidad de Desarrollo «Las Moreras» (1994-2004), gerente del Centro de Desarrollo Comarcal de Tentudía (1997-2003), director técnico de la empresa e-Cultura.net (2004-2012) y actualmente es socio y director técnico de la cooperativa de consultoría cultural y de contenidos +magín, en donde comparte trabajo e inquietudes con Manuel Romero y Francisco Javier M. Romagueras. En sus campos principales de investigación —el siglo XIX en Extremadura, la II República española y la Guerra Civil—, ha demostrado con creces su capacidad. Es autor de un libro sobre el último alcalde republicano de Zafra, Una biografía contra el olvido: José González Barrero, alcalde de Zafra en la II República (2000), y del excelente y valiente libro La amargura de la memoria. República y guerra civil en Zafra (1931-1936) (Badajoz, Diputación Provincial, 2004), por el que recibió el Premio de Investigación Histórica «Arturo Barea» de la Diputación de Badajoz. Ha coordinado los volúmenes Ayuntamientos y democracia en Extremadura (2007), Extremadura y la modernidad. La construcción de la España constitucional (1808-1833) (2009) y Los primeros liberales españoles. La aportación de Extremadura 1810-1854 (Biografías) (Badajoz, Diputación Provincial de Badajoz, 2012). Ha escrito también algunos ensayos sobre temas educativos y es autor de un libro de poemas, Nido de antófora (1988). Es un «máquina», como le llama su amigo Luciano Feria en un impresionante texto inédito que estoy leyendo, en su aspecto durativo, porque tiene seiscientas páginas. Y es un tipo muy querido. Felicidades.
Hermanito, no te pases, que ya sabes que la gente desconfía, y con razón, del elogio unido al afecto. De todas formas, qué coño, muchas gracias, hermano y amigo.
ResponderEliminarQue desconfíen, que desconfíen —je, je—, que cada uno es hijo de sus obras (Quijote, I, iv)
ResponderEliminarEse "Nido de antófora" todo de hojas en azul me lo regaló él cuando apareció, en un encuentro del que sólo recuerdo que estaba al lado de otros amigos y me lo entregaba alguien jovencísimo. Ni siquiera la ciudad y la ocasión por la que coincidimos.
ResponderEliminar"hermano y amigo", casi nada. Afortunados los que por serlo, podéis así decirlo.
Y felicidades.
Quien lo conoce, lo quiere. Como al hermano. Y no hay más que hablar. Un gran abrazo, queridos Lama.
ResponderEliminarUn abrazo, Carlos, un abrazo, Elías. Que paséis muy felices días en todas las fechas.
ResponderEliminarFeliz Navidad.