viernes, agosto 12, 2016

Vicente Paredes


Ayer por la mañana pasé por la Biblioteca Pública de Cáceres para visitar tranquilamente la exposición «Vicente Paredes y el patrimonio cultural de Extremadura 1916-2016», que, con motivo del primer centenario de la muerte de este arquitecto, arqueólogo e investigador histórico, se inauguró el 29 de junio y que estará abierta hasta el día de San Miguel, el 29 de septiembre. Allí, solo, pensé en la razón de mi conocimiento de Vicente Paredes Guillén (Gargüera, 1840-Plasencia, 1916). Y el nombre me trajo a las mientes la palabra «legado». El «Legado Vicente Paredes» fue para mí antes que la persona. Esto dice mucho de ella. Me beneficié antes de lo que Vicente Paredes dejó, de sus libros, sus investigaciones, su afán por difundir el patrimonio extremeño, que del siempre provechoso saber sobre la biografía y trayectoria de un hombre con aquellas inquietudes culturales. Es verdad, tengo asociados a la etiqueta «Legado Vicente Paredes» algunos de los tesoros que alberga la Biblioteca Pública «Antonio Rodríguez-Moñino/María Brey» de mi ciudad. Un legado que hay que ampliar a otras instituciones como el Museo Arqueológico de Cáceres o el Archivo Provincial y que hay que reconocer que magnifica la justificación de un agradecimiento de los cacereños a la preservación de su historia. Una manera de expresar ese agradecimiento o de comprender los motivos del mismo es pasarse por esta modesta exposición muy bien montada, que muestra los lados principales de la trayectoria intelectual de Paredes en cuatro secciones: 1. Una vida dedicada al estudio. 2. Arquitectura proyectada. Obra realizada. 3. Arqueología. De la afición al compromiso. 4. Afanosa curiosidad... La selección de la documentación es precisa y no apabulla, igual que el relato que enmarca cada una de las partes. Del precioso manuscrito con la traducción de Lázaro de Velasco de Los Diez Libros de Arquitectura de Vitruvio a proyectos arquitectónicos nunca vistos en papel; de apuntes de campo arqueológicos, folletos o libros a algún ejemplo de la Revista de Extremadura que él contribuyó a fundar. Se aprecia que esta exposición ha sido responsabilidad de personas que no solo saben lo que hacen, sino que sienten una amorosa inclinación hacia el legado de Vicente Paredes. Un comité científico que cubre con solvencia las áreas principales del interés cultural del gargüereño y compuesto por un arquitecto, Miguel Hurtado Urrutia, dos arqueólogos, Enrique Cerrillo Martín de Cáceres y Enrique Cerrillo Cuenca, y una historiadora y bibliógrafa como Mercedes Pulido Cordero; la autora del estudio biográfico Vicente Paredes y Guillén (Cáceres, I. C. El Brocense, 2006), la historiadora Montaña Domínguez Carrero, y un estudioso del patrimonio arqueológico extremeño como Carlos Marín Hernández, son los comisarios de la exposición, que ha sido coordinada desde la casa, desde la Biblioteca Pública «Antonio Rodríguez-Moñino/María Brey» —qué digno espacio—, por Mª Jesús Santiago Fernández y José Luis Lázaro Regidor. Merece una visita. O varias, si hay que enseñársela a los amigos, a la familia. O a la afición en general.

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