domingo, agosto 07, 2016

Por Euskadi y La Rioja (I)


Ni rastro de Bergamín en Hondarribia. Tan agria fue su relación con aquella España de aquella restauración democrática que aún estamos construyendo, que el fundador de Cruz y Raya quiso acabar sus días en la entonces Fuenterrabía para no dar sus huesos a tierra española. Es verdad que no fuimos al cementerio, aunque pasamos por sus afueras sin quererlo cuando buscábamos una salida por sitios no transitados de la transitable Hondarribia. Y también es verdad que no nos topamos con nada que recordase al poeta Bergamín allí. Tampoco me dijeron nada en una librería de Víctor Hugo y sus notas de viaje por la zona. Sí, hay un colegio público que lleva el nombre de José Bergamín. En Madrid. Sin embargo, al ingeniero y proyectista guipuzcoano Ramón Iribarren (1900-1967) nos lo encontrábamos todos los días en el paseo que luce su busto y lleva su nombre hasta la playa, hecha por él. Hondarribia es una ciudad preciosa a la que hay que volver. Ojalá al pisito de Ana, en la céntrica Nagusi Kalea, la calle Mayor, donde escuchamos a una banda tocar el «Okendori» en la «Kutxa Entrega», una tradición de pescadores con siglos de historia y de la que desconocíamos todo. La gente aplaudía a Naiara Zubillaga, la portadora de la caja, a quien vimos, sorprendidos, salir de la iglesia de nuestra calle. Ni rastro —igual— de Gustavo Bueno en Santo Domingo de la Calzada. Ha muerto hoy y he recordado que era calceatense y que la Universidad de La Rioja ha venido dedicando durante años un curso de filosofía por su nombre. Entre los paseos, las comidas, los pintxos, las cañas sin unas olivillas o unas patatillas fritas, y el disfrute de una ciudad y otra, nos hemos olvidado un poco de la historia. La pasada y la reciente.

2 comentarios:

  1. Una pena. He estado varias veces en "Hondarribi" y sólo el cementerio parece recordar (http://josebergamin.hypotheses.org/). Lo mismo me ocurrió en la Astorga de Los Panero, y el Valladolid de Umbral (Delibes sí). Un abrazo.

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  2. Gracias, Jonás, por la estupenda información de los Cuadernos de Investigación Bergaminiana. Te debo notas de lectura de BULTO. Un abrazo.

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