jueves, junio 26, 2014

Pessoa en España


El viernes pasado, primero del reinado de Felipe VI, pude ver en Madrid la exposición Fernando Pessoa en España que se inauguró en la Biblioteca Nacional el 13 de este mes y que estará abierta hasta el 24 de agosto, después de haber sido montada en Lisboa. Me ha gustado, por bien pensada y por cercana. Y cercana no solo por la proximidad geográfica de Portugal, sino porque uno de los comisarios, además del profesor colombiano Jerónimo Pizarro, es Antonio Sáez Delgado, y porque una buena parte de las noticias y los materiales bibliográficos son para mí conocidos, gracias, de nuevo, a amigos como Antonio Sáez u otros que ya no están como Ángel Campos Pámpano. Lo primero que uno encuentra al entrar en la Sala Hipóstila de la Nacional —en su pequeño formato—, una vez pasada la introducción con el primer texto rotulado y la reproducción del cuadro dedicado a Pessoa de Almada Negreiros, es el retrato antiguo, de Adolfo Rodríguez Castañé, que es el comienzo cronológico —1912— de una lectura lineal que llega hasta nuestros días, hasta novedades editoriales que no hace mucho han quedado reseñadas en este blog. Es estupendo que lo que uno conoce por los libros se le presente a los ojos de una manera tan atractiva. Así las cartas de Mário de Sá-Carneiro y de Pessoa a Unamuno, o la figura del mirobrigense Iván de Nogales —1915, es decir, uno de los primeros españoles de Pessoa—; así las hojas mecanoscritas con los textos leídos recientemente en la admirable edición de Iberia. Introducción a un imperialismo futuro. A todo habría que añadir el catálogo de esta exposición Fernando Pessoa en España (Madrid, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte-Biblioteca Nacional de España, 2014), que se abre con una presentación de los dos comisarios —un tándem de lujo para difundir la figura de Pessoa— y que incluye ensayos de ambos, de Antonio Sáez Delgado sobre «Fernando Pessoa en España: una visión panorámica», y de Jerónimo Pizarro sobre «Pessoa ibérico y futuro»; en el que también hay un esclarecedor trabajo de Pablo Javier Pérez López en torno al singular Iván de Nogales, otro de Manuela Parreira da Silva sobre Pessoa y los ultraístas españoles, y un estado de la cuestión del Libro do Desassossego desde que vio la luz en 1982, y luego en español dos años después gracias a Ángel Crespo, hasta las traducciones españolas de Perfecto Cuadrado o Manuel Moya, en un recuento firmado por Diego Giménez, de la Universidad de Barcelona. Está claro que va más allá de un mero catálogo de lo expuesto esta pieza exquisita de la bibliografía pessoana. Uma leitura útil.

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