Acabo de hacerme con mi ejemplar de la novela de Gonzalo Hidalgo Bayal, La sed de sal (Barcelona, Tusquets Editores. Col. Andanzas 818, 2013). Qué ganas de leerla. Más aún cuando el otro día Luis Landero me hablaba de ella —llevaba ya más de la mitad— muy positivamente y me anunciaba que será él quien la presentará en Madrid, en «La Central de Callao»; el martes 26 de noviembre. No es ninguna sorpresa conocer que es otro título excelente de nuestro autor. Como no lo es el comentario de José María Pérez Álvarez en mi entrada anterior, y que reproduzco aquí: «Acabo de terminar su lectura: me parece una novela asombrosa. Y cervantina (si puede decirse eso de una novela sin incurrir en tesis profesorales). Extraordinario Hidalgo Bayal. De la primera a la última página. Esos son los islotes a los que uno se aferra con certeza y seguridad en medio de tanta, tanta basura impresa.»
Lástima no poder ir.
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