martes, noviembre 19, 2013

Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013


A veces recibe uno las felices noticias de los premios otorgados a algunos escritores como si se tratase de un familiar cercano. Conocer al escritor que admiras por su escritura casi nunca te hace mejor lector; pero en la mayoría de ocasiones —por suerte— hace que te sientas un afortunado. Celebro muchísimo el Premio Cervantes para Elena Poniatowska. Me trae muy buenos recuerdos de sus «abrazos mexicanos» aquí en Cáceres, hace la friolera de veintitrés años. Justos. La vi por primera vez el 19 de noviembre de 1990, cuando llegó invitada por mi compañero y amigo Ignacio Úzquiza, que organizó un simposio sobre «Lo real maravilloso en Iberoamérica. Relaciones entre Literatura y Sociedad», por el que pasaron escritores como Isaac Felipe Azofeifa, Néstor Taboada Terán, Arturo Azuela o Daniel Moyano; y en el que Elena Poniatowska habló de Jesusa Palancares, la heroína de su maravillosa novela Hasta no verte Jesús mío (1969), que su editorial —Ediciones Era— ha reimpreso en casi medio centenar de ocasiones, si no estoy equivocado. Desde aquel tiempo, Elena Poniatowska ha venido con frecuencia a España, por otros reconocimientos como el Premio Alfaguara de novela en 2001 por La piel del cielo o el más reciente Premio Biblioteca Breve de 2011 por Leonora (Seix Barral). Enhorabuena. 

3 comentarios:

  1. Yo nunca la he visto, pero cuando le dieron el Cervantes, me puse igual de contenta que con el Nobel a Munro.

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  2. Hola Mguel Ángel, recuerdo exactamente , igual que tú, aquel encuentro con Elena Poniatowska. Entonces yo era alumna tuya y de Ignacio y participé en esas jornadas con la devoción de un iniciado en una oscura religión, me licencié en el 92,y he compartido el sentimiento que describes al enterarme de que la premiada del Cervantes era ella. La misma alegría me ha dado encontrarte por aquí cuando estoy buscado información anexa porque mañana me toca hablar de Blas de Otero a mi terrible segundo de bachillerato.

    Leonor Hernández Gallardo.

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  3. Hola Mguel Ángel, recuerdo exactamente , igual que tú, aquel encuentro con Elena Poniatowska. Entonces yo era alumna tuya y de Ignacio y participé en esas jornadas con la devoción de un iniciado en una oscura religión, me licencié en el 92,y he compartido el sentimiento que describes al enterarme de que la premiada del Cervantes era ella. La misma alegría me ha dado encontrarte por aquí cuando estoy buscado información anexa porque mañana me toca hablar de Blas de Otero a mi terrible segundo de bachillerato.

    Leonor Hernández Gallardo.

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