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Sonrojo.— Lo da saber lo que han costado los Premios Ceres de Teatro, pagados mediante subvención directa del Gobierno de Extremadura —DOE, núm. 151, de 6 de agosto de 2012, Decreto 153/2012, afrentoso al buen uso de la lengua española—, la región más pobre de España y una de las que están a la cola de las naciones de Europa. Disgusta conocer esta mecánica de la impudicia y de la catetez que prima la adoración del famoso frente a la compresión del arte; la apariencia y la pompa frente a la ética de la cultura. Lamentable. Comparar las cifras publicadas del coste de la gala con la mayor parte de los presupuestos presentados y desestimados por el Gobierno extremeño para actividades culturales resultará tan inane como obscena ha sido la firma del referido decreto. ¡Viva el teatro!
Sencillamente bochornoso. Pero es que los políticos que tenemos sólo quieren eso, hacerse una foto con algunos famosos. Para esas cosas se puede tirar el dinero, como para tanto puesto diplomático y sinecura de gente que vive a cuerpo de rey. Esperemos que los periodistas tengan valor para denunciar más cosas como ésta y no ser cómplices de robos como ése.
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