viernes, diciembre 23, 2011
Relatos de un trashumante
Un regalo de Navidad. Me lo encontré ayer en los peldaños de mi escalera, en un sobre embolsado en uno de esos plásticos tan ecológicos que usan algunas empresas de mensajería. Venía junto a un libro de poemas, Formas aladas, de un poeta inédito, José Antonio Iglesias (León, 1955). Mi regalo, con su dedicatoria de amistad en la distancia, es este libro de Relatos de un trashumante, de Manuel Vicente González (Badajoz, Los Libros del Oeste, 2011). Me ha agradado mucho. Tanto que no he parado hasta leer los ocho cuentos que lo componen. Todos menos uno, el titulado "Naricina", están escritos en primera persona; e incluso hay otro, "Pimiento verde", que está escrito en dos primeras personas y una tercera. Un espléndido regalo porque se lee con gusto. Todos los cuentos, dice la "Nota del autor", "tienen en común la mirada atenta a la realidad, que, para bien o para mal, caracterizan mi creación literaria"; y todos parecen partir de un hecho observado, un incidente, una lectura. Como el caso del relato-homenaje a la novela El espíritu áspero, de Gonzalo Hidalgo Bayal, el único ejemplo que conozco de recepción crítica de una novela actual en forma de cuento literario. Yo lo pondría en un lugar preeminente entre los items de la bibliografía crítica sobre la narrativa de GHB. Se nota, por otra parte, en estos Relatos de un trashumante que Manuel Vicente González lleva años en esto de la escritura. Sabe sacar partido a una anécdota, añade un punto de humor de varia tonalidad que gusta, combina muy bien la extensión y la intención de cada cuento a la hora de situarlos en el libro...; en fin, una lectura placentera.
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