martes, agosto 02, 2011
La quimera de los dioses
En enero de 2006, el eminente dieciochista Francisco Aguilar Piñal, a sus setenta y cinco años, ya jubilado, abrió un blog bajo el título Grandes palabras. Recuerdo que en poco tiempo le llovieron los comentarios, y muchos de ellos de gente joven. A los pocos meses activó otra página, otro cuaderno, La bitácora de Vandalio, cuya primera entrada, si no me confundo, fue de septiembre de 2006, concebido para recoger temas variados sobre humanismo, sociedad y religión, y en el que fue vertiendo, entre otros, los textos de un libro, La quimera de los dioses. El libro fue creciendo y se ha hecho realidad, bajo ese mismo título y con sus cuatrocientas páginas y pico en la versión que yo tengo. ¿De qué trata? Si copio aquí una de sus frases quizá pueda expresar algo de su objeto principal: "Ningún Dios existe". Es un madurado ensayo de un intelectual de tradición católica sobre la libertad de conciencia, sobre laicismo y ateísmo; pero también es examen de conciencia personal del que ha recorrido casi todo el camino de la vida. Defiende el autor esa "libertad de conciencia" para enfrentarse a la educación recibida sobre la existencia de los dioses, de lo que llama una quimera inventada por nuestros antepasados. "El misterio de la vida", "La invención de los espíritus" y "La quimera dañina" son las tres partes en las que se divide el libro, que concluye, bajo la advocación de seres mortales como el científico Stephen W. Hawking, con la idea de que la ciencia nos dice que todo acaba con la muerte. La quimera de los dioses de F. Aguilar Piñal es también un frondoso árbol de lecturas, con ramas de varia ilustración. Por ejemplo, hay una cita de los Pensamientos filosóficos de Diderot que dice: “Una religión verdadera, que interese a todos los hombres en todas las épocas y en todos los lugares, debió ser eterna, universal y evidente; ninguna posee estos tres caracteres. Todas, por consiguiente, han sido demostradas como falsas por partida triple”. Y hay unos versos de una copla de Juan Jiménez (Sevilla, 1947-1995), a quien imagino allegado del autor, de Aguilar Piñal (Sevilla, 1931), que dicen "No digo ni sí ni no. / Digo que si Dios existe /no tiene perdón de Dios." Si alguien está interesado en el libro puede solicitar información aquí.
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