lunes, agosto 09, 2010
Fulgencio
Ayer me llamó mi amigo Fulgencio y me dio una gran noticia. Ha aprobado las oposiciones de Secundaria, para dar clases de Lengua y Literatura. Él dice que ha sido porque tenía bien preparado un tema de los menos escogidos, el 72, sobre las literaturas catalana, gallega y vasca. Me imagino al tribunal cansado de escuchar lo mismo y llegar mi amigo Fulgencio para hablar del Noucentisme, de Pla, de Llorenç Villalonga, de Blanco Amor, de Atxaga... Me alegro. Yo creo que lo hizo bien y que el tribunal percibió sus ganas, su vocación, su persistencia, su manera de vivir la lengua y la literatura, su modestia; y no se dio cuenta de que, a veces, a Fulgen le falta confianza en sí mismo... Estuvo hace pocos años dando clases en Montánchez. Una sustitución. Me consta su afán en ese tiempo. Y su manera de ser, que yo veo en la foto de arriba, que debe de tener doce años. En ella está él con su hijo Juan. Probablemente, la foto la hizo Concha. En ese tiempo, faltaba por llegar Emilia, la niña, que tanto me gustó traer por aquí. Es todo tan importante... Ahora habrá que convencer a Fulgencio para que no entre en clase el próximo septiembre como un recién llegado. Él dice por modestia que es igual que cuando se sacó el carnet de conducir: —Ahora ya sólo te falta aprender a conducir —dice que le dijeron. Genio y figura. Una alegría.
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