"Javier Alcaíns terminó este libro el día 4 de marzo de 2006, después de dieciocho meses de labor. En la luz y en la penumbra, por lo que la piel conoce." Así dice el primer colofón de esta obra que me he regalado en este comienzo del verano: La Corona. Colección de epigramas eróticos griegos tomados del Libro V de la Antología Palatina. Iluminados por Javier Alcaíns, Cáceres, Javier Martín Santos Editor, 2009. El segundo colofón lleva la justificación de la tirada —450 ejemplares numerados y firmados por el ilustrador—, la fecha de impresión —25 de octubre de 2009— y la mención del traductor —Miguel Ángel Márquez Guerrero, el de la edición de Alianza Editorial de los Epigramas eróticos griegos, que incluían también el Libro XII, el de los homosexuales.
Poner la vista en textos tan sugerentes como los 310 epigramas eróticos de ese libro de la Antología Palatina, caligrafiados en versales por Alcaíns, es una experiencia más especial. No más especial que la lectura a pelo de los epigramas. También. Más especial, digo, que la de los otros libros del ilustrador que tengo el gusto de conocer. Es difícil encontrar una página en éste que no merezca un gesto de admiración. En las más sencillas, el equilibrio en la utilización de motivos —teselas, rombos, columnas, discos, tríadas de flores...— que acompañan al texto; en las más elaboradas, la escena de un abrazo de los amantes (CXCVIII), la fellatio de Filénide (CLXXXVI), el beso de Europa (XIV), la dulce calma de los amantes para un texto sin título de Juliano (CCXCVIII)... No hay nada más difícil —es un decir— que intentar expresar en palabras una experiencia tan singular como la de este disfrute de ver un libro.
No disponiendo de blog propio, y si me lo permites, aunque no tenga que ver mucho (salvo el amor a los libros) con esta entrada, quiero hacer constar mi protesta ante la circunstancia de que ayer viernes, 16 de julio, la Biblioteca Pública de Cáceres estaba cerrada a las 18.15 h, teniendo un horario de 17 a 20 h, SIN NINGUNA EXPLICACIÓN NI CARTEL ANUNCIADOR. Asimismo, la Biblioteca Central de la Universidad igualmente estaba cerrada, con un anuncio que decía "HOY 16 DE JULIO, la biblioteca permanecerá cerrada por labores de desisectación y desratización". ¿No podría haberse anunciado días antes, y no el mismo día? Uno viene en autobus, tardando bastante tiempo (y podría ser peor, estudiantes que vinieran de sus pueblos) y se encuentra con la biblioteca cerrada sin previo aviso. Aquí parece que piensan que los lectores son unos ociosos a los que se puede tratar de cualquier manera.
ResponderEliminar