Me ha enviado mi amigo Honorio Blasco este libro desde Barcelona: Pedro de Chaves, Libro de la vida y conversión de Santa María Magdalena. Edición, prólogo y notas de Jordi Aladro. Barcelona, Publicacions de l'Abadia de Montserrat, 2009. Lo que me escribe me lleva a imaginarme la escena en el bar Belvedere de Barcelona, al que creo que nos llevó a Carmen y a mí una hermosa tarde reivindicativa de febrero de 2003—manifestación de un millón de personas contra una inminente guerra de Irak—, después de que por la mañana visitásemos a Juan Marsé en su casa. Me imagino en el Belvedere a Jordi y a Honorio tomando copas —Ballantines, por ejemplo— hablando de la conversión de María Magdalena porque el autor de su relato fue de Zafra —fray Pedro de Chaves (1514-1584)— y de tabernas e historiografía sobre el caso. Y yo aquí, net i pulit.
Yo no sabía que el benedictino Pedro de Chaves era de Zafra ni que fue uno de los reformadores de los monasterios portugueses, que fue abad de Lorenzana (Lugo) y procurador, definidor y visitador general en Montserrat, en donde había tomado el hábito. Tampoco que el Libro de la vida y conversión de Santa María Magdalena (Barcelona, 1549) fuera un texto tan interesante por el tratamiento que el autor otorga a Magdalena como apóstola de los apóstoles y como mujer redentora de Eva. Es curioso leer, en buena prosa, cómo "esta devota muger encendida de amor", muerto Cristo, fue a comprar ungüentos y especias aromáticas para ungir el cuerpo y que así no oliese y se corrompiese. Sin acordarse del anuncio firme de su resurrección. Todo un hallazgo en un regalo preciado.
"Excelente sorpresa este libro de Pedro de Chaves, así como su magnifica edición a cargo de Jordi Aladro. Para los estudiosos de Maria Magdalena, de lectura obligatoria y todo un placer para los que somos aficionados al tema; el texto de Pedro de Chaves es de muy agradable y entretenida lectura. El rigor filológico, la erudición y la seriedad del editor me parecen encomiables. Gracias Ángel Lama por dármelo a conocer."
ResponderEliminarCreo que aparte de ser una edicion limpia y bien elaborada, no debemos olvidar que Aladro nos ofrece una nueva lectura de la ascetica extremena. Seria bueno que las nuevas generaciones apredieran de el a hacer nuevas lecturas heterodoxas de autores clasicos. Sin meterse en explicaciones pseudo-psicologicas, Aladro ofrece un gran ejemplo de critica feminista seria y bien fundamentada.
ResponderEliminarM. Garcia-Verdugo