domingo, abril 11, 2010

Cadalso


A la memoria de Manuel Camarero (1955-2002)
José Cadalso (1741-1782) conoció a su padre a los trece años. Su madre, dijo él, murió en el parto; pero es seguro, o casi, que falleció dos años después. Cuando conoció a su padre, Cadalso estaba en París, estudiando en el Colegio Louis-le-Grand, sin madre y con padre por conocer. Corría 1754.
El día de la llegada de su padre, el joven Cadalso, en compañía de su ayo, se puso en camino para encontrarse con él. Pasó una silla de posta y se dijo: —Ahí va mi padre. Pero el ayo no hizo caso.
El padre de Cadalso, que venía acompañado de un amigo, en el camino, dijo: —Aquel muchacho es mi hijo. Pero su amigo no hizo caso.
Al cabo de unas horas, cuando padre e hijo se encontraron, dijo el primero: —¿No dije que éste era mi hijo? Y el hijo dijo: —¿No dije que éste era mi padre?
Se vieron poco luego; pero se intuyeron.

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