Inducido por el
apunte de Álvaro Valverde a propósito de la
reseñina de Lluís Satorras de la espléndida novela de Gonzalo Hidalgo Bayal
El espíritu áspero (Barcelona, Tusquets Editores, 2009), que estoy terminando de leer, publico ya lo que anoté el otro día al hilo de la lectura de la obra, antes de conocer la
reseñina.
“No sé cómo puede despacharse una obra así en una crítica de urgencia.”
[…]
Completamente de acuerdo.
ResponderEliminarA mí, directamente, me puso de mala leche.
Menos mal que hay por ahí asperjeros capaces de enmendar este tipo de desaguisados.