miércoles, junio 10, 2009
Cláceres
El Clásico de Cáceres. En junio, Cáceres huele al Clásico, que ojalá todo lo llene. Este año celebramos la vigésima edición. Veinte años. XX en romanos. Ayer, después de la presentación de esta edición del Festival de Teatro Clásico de Cáceres, con Tomás Pavón —contento por la acogida de su libro el otro jueves— y José Roso, conocí a Fermín Solís y a Miguel Ángel Muñoz, y saludé a Santi Senso. Fermín, además de autor de la novela gráfica —creo que es una buena denominación siempre que no sea excluyente— Buñuel en el laberinto de las tortugas (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2008), es el responsable del espléndido cartel del Festival de este año, y me ha parecido una persona enormemente sensata y conocedora del paño. Miguel Ángel Muñoz, periodista de El Periódico Extremadura, estaba y no estaba —y le doy con lo que él da—, iba de un lado a otro con una grabadora, preguntando a algunos la misma pregunta: —¿Cuál fue la primera obra de teatro que viste? A él se debe la crónica del domingo sobre la novela de Tomás Pavón del otro jueves. Y el actor Santi Senso, que se atreve, cómo no, con un Dom Juan de Molière. Le conozco (¿nueve años ya?) desde que hizo de cuervo en un montaje memorable de Rebelión en la granja que dirigió Isidro Timón. Que en el currículo de Santi siga apareciendo esa mención dice mucho de Santi, stricto senso. Sea. Eso. Que sea siempre siendo así Santi Senso. Cláceres.
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