Pero, además de reparar en que el texto de Yoldi se para a decirnos que Carlos Dívar, malagueño que el último día de este año cumplirá 67, está “soltero, no es ninguna lumbrera jurídica y no se le conocen artículos o publicaciones que hayan marcado tendencia en el ámbito del Derecho”; lo que realmente me ha preocupado es eso de que
“su discreción es una auténtica tortura para los periodistas.”
Todavía estoy ojeando —en pantalla— el Libro de estilo de El País.
Pues es largo, así que descanse usted los ojos.
ResponderEliminarY con respecto a lo que te ha preocupado, todavía estoy intentando desgranarlo yo. Los juicios son públicos, por ley. Salvo que el juez diga lo contrario, que es casi nunca. Así que un juez no puede ser discreto en su trabajo (está a la vista de todos).
Así que no acierto a imaginarme por qué el periodista se siente tan torturado. A no ser que pretenda preguntarle aspectos puramente privados. Y si son aspectos privados, no deberían publicarse.
Ah, no, que eso era antes.
A la hoguera por soltero...
ResponderEliminarsoltero, discreto,... parece un anuncio de esos. ¿Tan difícil es informar? ¿Es relevante la soltería? ¡Hasta qué edad es relevante ese estado?
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