Ese nicho metálico sin fondo —abres y ves el otro lado— con el número 396 que utilizo desde hace bastantes años para mi correspondencia con los vivos me ha traído esta alegría en negro. Ésta y otras alegrías, ya en otros tonos, de las que daré cuenta aquí en días venideros: una edición facsimilar de los Diez poemas junto al mar de José Luis Hidalgo; una edición de Russell P. Sebold de El delincuente honrado de Jovellanos, y una espectacular reedición de las obras de Cotarelo sobre las actrices dieciochescas María Ladvenant y Rosario Fernández “La Tirana”, con prólogo de Joaquín Álvarez Barrientos.
Se me acumula el trabajo. Como le decía hace pocas horas en una carta por correo electrónico a Russell P. Sebold, el artífice de esta traducción al inglés de las Noches lúgubres de José de Cadalso publicada por University of New Mexico Press, en Albuquerque. Una elegante edición, tipográficamente cuidada, sin notas y con una introducción que retoma en su título (“The First European Romantic”) la filiación precisa con la que el profesor Sebold ha situado en la historia al autor de la conocida novela Cartas marruecas y de ese moderno libro de poemas que fue Ocios de mi juventud.
Sólo dos apuntes. 1. El singular diálogo de Cadalso precisaba a modo de subtítulo lo siguiente: Imitando el estilo de las que escribió en inglés el doctor Young. Resulta ahora curioso para quien siempre las ha leído en español encontrarse con estas Lugubrious Nights, imitating the style of those that Doctor Young wrote in English. 2. En la carta marrueca LXVII, Nuño escribe a Gazel sobre papeles, papelillos y papelones y le habla de las Noches lúgubres que ha compuesto dedicadas a la muerte de “un amigo mío”, e imagina la edición de la obra en “papel negro con letras amarillas”. Cadalso no pudo ver cumplido su deseo. En parte, sí, casi doscientos veinte años después, cuando Russell P. Sebold convenció a los responsables de la colección “Clásicos Taurus” para editar las Noches lúgubres con una cubierta en negro y las letras amarillas. En parte, porque nadie todavía se ha atrevido a imprimir las Noches, todas sus páginas, en negro y con las letras amarillas. Ahora, Russell P. Sebold vuelve a conseguir el homenaje a Cadalso con esta cubierta en cartoné con forro de tela negra y las letras doradas, amarillas. Si Cadalso levantase la cabeza, la inclinaría ante quien tan bien le quiere. Un homenaje, ahora, con más de treinta y cinco años, los que lleva este profesor andando, andando, con Cadalso.
Por cierto, y una errata ejemplar. Pág. 33: “violenta” por “violeta”. Los eruditos a la violenta. ¿Habrá intención? Mira que si llega a ser en el título, también de Cadalso, El buen militar a la violeta (1790).
Hola Miguel Angel, he llegado a tu blog a través de Álvaro Valderde. Soy Vicente Pozas, no se si te acordarás de mi, te he entrevistado muchas veces cuando trabajaba en Onda cero, ahora ando en labores de asesor vinculado a los medios de comunicación. Quiero invitarte a visitar el blog que tengo abierto, poesías que publico ya sin pedir permiso a nadie:
ResponderEliminarhttp://lacuadrilladelasgrullas.blogspot.com/
Estoy en este email para lo que necesites, un abrazo:
vicentepozas@telefonica.net
me alegra volver a contactar contigo, aunque sea a través de la red.