lunes, septiembre 10, 2007

Por La Vera amable


El sábado caminamos desde el Monasterio de Yuste hasta Garganta la Olla, y, desde allí, saliendo por el “puente romano”, hasta volver a la Cruz del Humilladero del camino de Cuacos al monasterio, muy cerca del Cementerio Alemán. Volví a entrar y, por primera vez, hice fotografías.
Para el visitante de la comarca de La Vera sólo hay una palabra que represente la experiencia. Amabilidad. La que a veces uno no encuentra en su propia ciudad o en otros núcleos supuestamente volcados hacia el turismo, o sea, hacia el servicio social con fin lucrativo. En Jaraíz de la Vera, si uno pregunta en una casa rural como La Casona —Marisa— si puede quedarse otra noche y no hay habitación, te la procuran en la casa de al lado, en la Finca Valvellidos —Avelino. Y ahí, en donde te buscan acomodo con familiar disposición, si preguntas por rutas andariegas, te las dan impresas desde el ordenador. También, en Garganta la Olla, en La Taberna, si preguntas dónde puedes comprar los periódicos, te dicen que te los traen, que ellos tienen que ir a comprar tabaco al estanco, donde se venden el Hoy y El País. En La Taberna, al lado de la iglesia, un cochinillo excelente, y un queso, y un tomate con pimentón, exquisitos. En Jaraíz de nuevo —que tiene, por cierto, una de las avenidas más ruidosas de España—, te tratan tan bien que puedes disfrutar de un partido de baloncesto sintiéndote en casa o de un disco casi completo de ‘El desván del duende’. Sintiéndote en casa. Amables.

3 comentarios:

  1. ¡Hola! Sr. Lama soy un asiduo lector de su magnífico Blog, me ha gustado mucho la entrada "Por la Vera amble". Le envío la dirección de mi blog "Veracidez" http://chaluco.blogspot.com/ una visión con un toque ácido de la comarca.
    Le he incluido dentro de mis enlaces, espero que no le moleste. Un saludo, Jose Luis Martínez.

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  2. Gracias, Chaluco. Interesante blog para conocer una comarca amable. Y gracias por el enlace. Un saludo.

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  3. Procuro siempre que puedo la lectura de su bitácora, Sr. Lama. Y si hoy me aventuro en los comentarios es porque al hilo de su entrada, de alguna manera, he vuelto por un instante a los lugares que evoca. Los recorrí el verano pasado tomando como punto de partida para varias e inolvidables excursiones el pueblo de Hervás. Y tuve la fortuna de conocer el cementerio alemán de Yuste, sobre el que tantos poemas se han escrito, entre ellos el que a uno le llevó allí, de Álvaro Valverde, quien a su vez, según parece, tiene recopilación de todos. Guardo del lugar un especial recuerdo, como de muchos rincones de la Vera, el Jerte y el Ambroz.
    Un cordial saludo.

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