jueves, mayo 17, 2007
Un clavo en el corazón
Hace ya meses que sentí interés por esta obra de la que habló Antonio Sáez, su traductor en esta edición de la “Biblioteca portátil” de Editorial Periférica. Antonio introdujo su intervención en una mesa redonda sobre traducción del pasado Ágora de octubre de 2006 con una alusión a este Tiago da Silva Pereira que escribe, desde Sintra un 11 de octubre de 1880, una larga carta a su amigo Cesário Verde, el autor de El sentimiento de un occidental (1880).
La alusión de Antonio Sáez en aquel momento a una obra titulada Un clavo en el corazón, de Paulo José Miranda, publicada en Portugal en 1997, llenó la sala de casi la misma sabia serenidad intelectual que se desprende de las palabras de Tiago en la novela, que equipara traducir y escribir, y que siente dentro de sí, tras tantos años dedicado a la traducción, “una verdadera lengua apátrida que, como diría Agostinho d’Ornellas, fuese una mediadora efectiva entre dos intereses en conflicto. Evidentemente, esta imagen del traductor como embajador no anula la motivación de un interés por su parte, al contrario, del mismo modo que una verdadera lengua apátrida no quiere decir ausencia de lengua madre, sólo la madurez de quien ya vive bien separado de ella. ¿No es lo mismo la poesía, vivir de tal modo una emoción hasta el punto de olvidarla, no completa pero sí perfectamente? El poema, igual que la traducción, es ese olvido que un día fue incluso más que la misma vida” (págs. 102-103), escribe Tiago da Silva Pereira al autor de El sentimiento de un occidental.
Como leí el otro día en Álvaro Valverde —en su entrada “Un par de alegrías” del 1 de mayo de 2007—, yo también acudí tras la lectura del delicioso texto de Paulo José Miranda a la del poema de Cesário Verde, y redoblé el placer. De la reflexión sobre el estilo como hijo de la fe y de lo imposible, como algo que crece con esta doble y distinta condena, a la triste ciudad del poema, a sus costureras y floristas, al dolor humano.
Hola!
ResponderEliminarConozco el texto del libro en su idioma original , pienso pois que lo livro es digno de todos los encomios y felicitaciones ao tradutor Antonio Sáez.
Paulo José Miranda is a brilliant writer, a wonderful Poet and an excellent dramaturgist.
He deserves this enthusiastic reception.
Best,
Maria Elisa Guimaraes, desde Brasil