Estos cuadernos son como los seres y las cosas del cuento de Carpentier “Vuelta a la semilla”, que crecen al revés. Uno no puede decir aquí abajo para hablar de lo que viene; no puede decir a continuación, porque lo que sigue está más arriba.
Los textos de estos cuadernos crecen como nosotros, de abajo arriba.