miércoles, agosto 07, 2019

FLVS


O Feria del Libro Viejo de Santander, que lleva más de veinte años organizándose en esta ciudad. Ayer, precisamente, y allí, recibí la llamada de José Luis Rozas Bravo, para preguntarme si yo sabía algo de una reedición de una edición de su padre sobre los Milagros de Berceo, y de la que ni él ni su familia tenían noticias. Pero es que yo andaba dando vueltas a un apunte en este blog que quiero escribir sobre un poema de su padre en otra edición, pero de Lope de Vega, a quien tantos años dedicó. Una coincidencia. Como que hoy hayamos podido ver por primera vez la reproducción del manuscrito del «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías» de Lorca en la Casona de Tudanca, la de Cossío, y contemplar tanto relacionado con el ámbito de la vanguardia española y el 27 a que tanto dedicó también Juan Manuel Rozas. Nos hemos reencontrado con nombres como Rafael Alberti, Fernando Villalón, Miguel Hernández o el extremeño Godofredo Ortega Muñoz. Por Rozas, por un comentario en un libro que espero que pronto pueda ver la luz, mañana vamos mi hermano Josemari y yo a la Biblioteca Central de Cantabria para consultar un poco de lo mucho que hay allí del fondo de aquel intelectual amigo de poetas, toreros y artistas. Antes que Los toros, lo primero que leí suyo fueron las Fábulas mitológicas en España (1952), por razones de redacción de mi tesis sobre la poesía de García de la Huerta, autor de una recreación en verso de la fábula mitológica de Endimión. Por hablar de coincidencias —y este viaje está teniendo más de una—, dejo anotado aquí que antes de recibir la llamada de José Luis Rozas, nos encontramos en la FLVS a otro querido personaje relacionado con los libros, a nuestro querido camarada Isidoro Bohoyo, alma mater del sistema bibliotecario provincial de Badajoz y mucho más. Grato encuentro. Vacaciones cortas, intensas y provechosas.


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