sábado, diciembre 03, 2016

Palabras para Justa


Va a ser difícil escribir sin verte. No puede ser igual componer algo sobre un insignificante personaje ilustre de la historia —como acostumbramos hacer varios de tus hijos— que recrearte con la imponente certeza de no estar dibujando al natural tu imagen. Al natural lo hice en varias ocasiones; seguro que te acuerdas. Por si acaso, te pongo este enlace a unas palabras con motivo de uno de tus aniversarios. Va a ser difícil escribir. Si tú no estás, me falta la gramática con todas sus partes; por mucho que me esfuerce a partir de ahora en reconstruir tu elegante morfología, tan bien llevada, con todos tus años, tus cariños sintácticos y tus quejas fonéticas cuando tocaba quejarse. Te confieso que la otra noche, cuando ya te habías ido, temía que sonase una llamada parecida a aquellas que nos ponían en alerta de que nos necesitabas. Estoy convencido —lo he estado las horas que he pasado contigo en los primeros instantes de tu muerte— de que has venido sintiendo cada una de las veces que hemos ido a ver cómo respirabas. Hasta que no lo hiciste. Ahora que lo dices, es verdad que lo realmente fácil va a ser verte si te escribo. (Mi madre, Justa Hernández Mejías —Zafra, 29 de agosto de 1923— falleció el miércoles 30 de noviembre de 2016, a las 17:20 horas, en la ciudad en la que nació).
[Cuadernos del Matemático, núm. 51-52, marzo 2014, págs. 49-50]

19 comentarios:


  1. Escribe Miguel Ángel, escribe.
    Siento la pérdida de tu madre.

    Un abrazo sentido de un antiguo alumno.

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  2. Escribe Miguel ángel, escribe.
    Un abrazo sentido de un antiguo alumno.

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  3. Desde Ribera del Fresno, fuerte abrazo Miguel Ángel, mucho ánimo y como dicen arriba, no dejes de escribir

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  4. No la conocí, pero por tus sentidas palabras esbozo un emotivo dibujo. Escribe, por favor. Un fuerte abrazo y mucho ánimo, amigo.
    Ismael López

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  5. Muchas gracias a todos, de todo corazón.
    Abrazos,
    Miguel Ángel

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  6. Como sabes siempre he seguido cn emoción tus comentarios sobr tu madre.
    Solo me queda ahora unirme si es posible a tus sentimientos y darte un abrazo fraternal.
    Antonio

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  7. Muchas gracias, Antonio. Siempre has tenido palabras muy cariñosas y elogiosas sobre estos textos. Gracias por tu afecto.
    Un abrazo grande,
    Miguel Ángel

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  8. Querido Miguel Ángel: me gustaría mandarte un fuerte abrazo en este triste día. A lo largo de estos años nos ha gustado siempre a tus amigos leer los entrañables apuntes que escribías de tus visitas a tu madre, que tanto nos recordaba a la nuestra. Te acompaño en el sentimiento.

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  9. Sigue escribiendo siempre, Miguel Ángel.
    Los lectores asiduos de tu blog agradeceremos poder encontrar aquí textos tan emotivos y con la grandeza que encierra este. Para mí los mejores.

    Lo siento mucho.

    Un fuerte abrazo y mucho ánimo.

    Mabel

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  10. Sin conocerla personalmente, la conocía por tus escritos. Lo siento mucho.
    Un fuerte abrazo.
    Javier

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  11. Muchas gracias, Pepe, Pedro, Mabel, Gabriel y Javier. Sois todos muy amables.
    Un fuerte abrazo,
    Miguel Ángel

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  12. Siento, enormemente vuestra irrecuperable perdida. Descanse en paz.

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  13. Una vez me dijiste que era mucho más sencillo escribir desde el dolor que escribir desde la felicidad, pero supongo que todo depende de qué tipo de dolor. Sea como sea, nunca deje de escribir. Todo lo que leí alguna vez acerca de su madre era maravilloso, y lo seguirá siendo porque está escrito desde lo más profundo. Cualquier persona se sentiría orgullosa de que la escribas como la escribes tú a ella.

    Lo siento muchísimo, Miguel Ángel.
    Mucho ánimo, y un abrazo.

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  14. Lo siento muchísimo, Miguel Ángel. Sus entradas dedicadas a ella eran siempre mis favoritas, tenía la sensación de conocerla. Imposible reprimir la emoción al leer esta última...Las madres nunca deberían marcharse. Un fortísimo abrazo de todo corazón.

    Ánimo. Una antigua alumna.

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  15. Ahora que releo esta entrada sobre mi madre, me doy cuenta de que no agradecí los últimos comentarios. Gracias, Pepe Cabezón, y gracias a mi antigua alumna anónima, y gracias, ahora sí con nombre, y cercana, y gran persona, a Sandra, que siempre anda ahí. Gracias. Abrazos.

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