domingo, septiembre 02, 2007

"—No como Rosa Regàs"

De verdad que ya no doy crédito. La expresión del titular de este item es de Javier Moreno, director de El País, quien firma la entrevista que publica hoy este diario con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Está dicha en una especie de suelto dialogado, entresacado de la entrevista principal, en el que ambos hablan sobre los gustos lectores y ciertas aficiones del presidente (Gamoneda, siempre). Dice el periódico que dice Zapatero que se levanta pronto, escucha la radio, desayuna, sale un rato a correr, y, a media mañana lee. “Incluso todos los periódicos”, dice el periódico que dijo Zapatero. Y luego: “En verano es cuando con más intensidad leo los periódicos. Tengo más tiempo y me gusta leer la parte menos política: cultura, sociedad, verano.” Pues, bien, entre un fragmento y otro, está el inciso de Javier Moreno:
—No como Rosa Regàs.
La suspicacia y la desconfianza cuando leo no las renonozco como rasgos propios. Sin ser tonto, para algunos puedo pecar de incauto porque creo en la buena voluntad de la gente, y ojalá mis allegados puedan confirmarlo. Es muy cansado estar leyendo siempre entre líneas cuando uno no está trabajando. Pero lo de hoy ha colmado el vaso.
El otro día puse aquí un texto sobre la Biblioteca Nacional, que dediqué a quien ha sido su directora hasta hace unos días. Generó algunos interesantes comentarios, e intervine aludiendo al editorial que El País el 31 de agosto —el mismo día que se celebraba en La Moncloa la entrevista con Rodríguez Zapatero—, dedicó a la Nacional, más bien a Rosa Regàs, de quien se decía que “debería moderar más su verbo y regresar a su pasión por la pluma olvidando esta breve y desafortunada experiencia como funcionaria”; y que el nuevo ministro está obligado a cerrar pronto este asunto con el nombramiento de un sustituto “que tenga la capacidad de gestión que Regàs no ha mostrado en tres años de mandato”.
Hoy, Rosa Regàs, en la entrevista con el presidente del Gobierno, tiene más menciones que Sarkozy, que Miguel Sanz, que el general Félix Sanz Roldán del Comité Militar de la OTAN y, por supuesto, que César Antonio Molina. A Rosa Regàs se le cita tres veces con su nombre y apellido, una como “la ya ex directora de la Biblioteca Nacional” y otra más, redundante y destacada, entrefileteada en la cabeza de la página. En total, cinco menciones. Dos menos que Mariano Rajoy, que es mencionado en la portada y en una de las citas de cabecera de página.
Pero es que, además, si uno lee el cuadernillo de Domingo, se encuentra con “No toquen el incunable”, un texto a casi toda la página, a falta del faldón, con la fotografía de Rosa Regàs y sus declaraciones sobre la necesidad de la digitalización de fondos y de sus grandes costes. Se llega a decir que la política llevada a cabo por la directora dimitida ha sido de “puertas abiertas, ausencia de controles.” El faldón se reserva para los mapas de Ptolomeo, los que han robado siendo directora Rosa Regàs.
Y todo esto después de la aclaración hecha por la escritora. De aquí a que alguien diga que a Rosa Regàs no le gusta que la gente lea...
¿Qué ocurre? Que alguien me lo explique, porque mi corto entendimiento...

6 comentarios:

  1. Querido Miguel,

    "El Pais" no perdona. Ese desliz de "no leo periódicos porque todos están contra el gobierno" (más o menos) no lo ha perdonado. A partir de ahí empezó la campaña que acabó con su dimisión forzada.

    Estoy contigo. Es un caso, de libro, de cese inducido.

    No hay quien pueda contra la santa madre...


    josemarialama

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  2. Los medios se encabronan. Pero eso deberías saberlo ya. Encumbran, denostan. Dependiendo de si al director le quitaron allá unas pajas o no se las hicieron. Y perdón por la burrada.
    Lo que no alcanzo a saber es qué le pasó al País con Regàs o qué a ella con el País...

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  3. Desconozco la gestión de Rosa Regàs, pero admiro la valentía que tiene para dar sus opiniones en un mundo lleno de cobardía.

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  4. La cuestión principal en instituciones como la Biblioteca Nacional o el Prado no es que el director tenga una gran capacidad de gestión, eso debería ser un sine qua non. Pero no se puede dirigir la BNM o el Prado como si fuera Iberia o Telefónica. A su frente debe estar alguien con ideas, un intelectual capaz y creador, consciente de su responsabilidad histórica con la tradición y con el futuro: un Fusi, un Menéndez Pelayo, un Juan Manuel Bonet… No debería ser la sinecura que se regale a un escritor. Y a mí me da igual que estos puestos los ocupe alguien de izquierda o de derecha, si sabe lo que se tiene entre manos. Yo pondría al frente de la BNM a un profesor como Mainer, nunca a un escritor.

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  5. Supongo que con estos cargos, como con otros más humildes -pero cargos al fin y al cabo- ocurre lo de siempre: se busca un nombre impactante para aquellos a quienes se desea complacer(escritor, mujer...), alguien con muy buena voluntad y afán de trabajo probablemente; pero quizá también alguien a quien sobrepasa la responsabilidad o cuya preparación no se corresponde con la dimensión de la tarea. Hay cargos que se deciden a partir de criterios poco definidos, si no de criterios inadecuados.
    Salud

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  6. del arbol caido todo el mundo hace leña.Si era tan mala por que han tardado tres años en cesarla...

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