domingo, junio 17, 2007

Festival de Teatro Clásico. Interior, noche.


Van tres días de representaciones en el XVIII Festival de Teatro Clásico de Cáceres y aún no hemos estrenado el cielo de la ciudad monumental como escenario. Por ahora, todo lo programado se ha trasladado a espacios cubiertos. La lluvia sigue acompañándonos. El jueves fue el Lazarillo de Tormes en el Gran Teatro. No me gustó casi nada de lo que vimos. No es una versión del Lazarillo lo que ha hecho Miguel Murillo ni es una obra sobre la vida de los comediantes del Siglo de Oro. No es ni una cosa ni otra. Y nadie duda de la capacidad de uno, Miguel, como autor teatral, ni de la valía de Memé Tabares como directora. Pero me da la sensación de que ni Miguel ha quedado satisfecho con el encargo ni Memé se ha entusiasmado con el texto que dirigir. Los elementales recursos escenográficos, la interpretación irregular y los empeños de dirección de dar un aire ‘puro’ a la obra con esos efectos de guiñol y de dibujo animado no levantan el texto. Lástima.
Ayer, sin embargo, en el Auditorio, se vio algo bueno: el Cyrano de Bergerac dirigido por John Strasberg que traía Concha Busto Producciones. Sólo acudir a ver a José Pedro Carrión es más que una razón para salir de casa a las once de la noche de un sábado muy lluvioso. Le vimos en 1999, en la décima edición de este Festival, con un Ricardo III, también dirigido por Strasberg, en la que también se programó un Cyrano. Recurrencias de género.
Hoy, domingo, el Auto de los Reyes Magos, igualmente bajo techo, el del Complejo Cultural San Francisco. Su sitio era la Plaza de San Jorge; pero, sin duda, debió serlo —como, al parecer, se intentó— la Plaza de Santa María, a las puertas de la Concatedral. En esto está el Año Jubilar de Guadalupe, 2007. Me llama la atención leer sobre el espectáculo que se verá esta noche que se trata de un auto sacramental. Lástima por la impropiedad. Sobre el auto del XII y otros escritos medievales, Jack Taylor y Víctor Matellano han preparado un texto que pondrá en escena la compañía El Duende de Colmenar Viejo (Madrid).
A esta hora de la tarde, no llueve; incluso, entre nubes, luce el sol a veces. Ya no es trascendente.

3 comentarios:

  1. Me alegra haber coincidido en el título de esta entrada con el principio de otra de Juan Domingo Fernández en su blog (http://blogs.hoy.es/Juandomingofernandez) del 2 de junio. Le he leído ahora.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, profesor Lama, por el recuento diario del festival. Y que siga, por favor.

    ResponderEliminar
  3. yo asisti a la representacion del lazarillode z teatro y debo decir que me encanto la propuesta de esta compañia. Hicieron trabajo encomiable en un montaje dinamica con un ritmo vertiginoso que mantiene atento al espectador hasta el final.EN mi opinion se ve laramente la historia de los comicos de la compañia, sus realciones y como van desarrollandose al lo largo de la obra, intercalandose con escenes del lazarillo dentro de la representacion. Los actores estuvieron brillantes encarnado varios personajes cada uno de ellos, con construcciones fisicas muy marcadas que traslucen un trbajo muy intenso en el proceso creativo. enhorabuena a z´teatro por este magnifico trabajo!!!!

    ResponderEliminar