Hace muchos años que no veo Ínsula en una librería o un quiosco de prensa de Cáceres. Aunque puedo leerla en la hemeroteca de la Universidad —tenemos desde el segundo número de febrero de 1946—, muchas veces he querido conservar un ejemplar de especial interés, y ahora solo me queda pedirla por correo. Me alegro de tener en casa el número especial de marzo de 2024 (núm. 927), dedicado a «Francisco Rico. Trayectoria y significación», pues es la más amena y rigurosa semblanza bio-bibliográfica publicada que puede servir de complemento a la «Biblioteca Francisco Rico» —y no me refiero solo a la que le dedicó la editorial Destino— que uno haya podido reunir. En la colección «Imago mundi» de esa editorial se publicó el libro de Rico Los discursos del gusto. Notas sobre clásicos y contemporáneos (2003), que llevaba en la cuarta de cubierta el retrato que le hizo Eduardo Arroyo —«hacia 1982»— y que sirve para ilustrar la primera página de esta Ínsula coordinada por Gonzalo Pontón Gijón y Fernando Valls, que fueron sus alumnos, y que presentan el número con un texto estimulante que consigue resumir en poco espacio los motivos de un monográfico dedicado al «microcosmos» Rico («Todas las almas del profesor Rico»), y que «traza una caracterización y un balance de las facetas más relevantes de su trayectoria intelectual» (pág. 3b). Una trayectoria extraordinariamente bien transitada gracias a la selección de especialistas y amigos que muestran los diferentes ámbitos de su especialidad filológica y de su labor como promotor de iniciativas editoriales. José-Carlos Mainer, en «Fiel a sí mismo: Francisco Rico», condensa un recorrido que en las siguientes páginas va a tener un tratamiento más detenido, por épocas y edades, títulos o afanes, como la crítica del texto, que aborda Gonzalo Pontón Gijón en «Una ecdótica a su medida», uno de los textos más iluminadores y completos en su síntesis que he leído sobre la historia moderna de los estudios textuales en España, y en concreto sobre la aportación del profesor Rico a una ecdótica integradora y superadora de la mera crítica textual. La académica medievalista Lola Badia se ocupa, partiendo de su experiencia de alumna —«el curso sobre el Libro de Buen Amor, por ejemplo» (pág. 6a)—, de la atención a la Edad Media de los estudios de Rico, desde el que dedicó al origen de la autobiografía en el texto de Hita, de 1967, o su ensayo sobre las letras latinas del siglo XII, hasta una lección sobre los incunables del Tirant lo Blanc. Petrarca como objeto fundamental de su trabajo y el texto del Quijote como resultado de su pensamiento ecdótico se abordan en las colaboraciones —ambas traducidas por Gonzalo Pontón Gijón— de Enrico Fenzi, «Francisco Rico, petrarquista», y Rober Chartier, «Francisco Rico, autor del Quijote», que es reedición actualizada de un celebrado artículo de 2007. Juan Gil escribe sobre «Francisco Rico, latino», el buen conocedor de los humanismos, y le sigue Luis Gómez Canseco con otro compendio colosal, como aporte de este número extraordinario, de la dedicación del profesor a los textos literarios de la Edad Media y la Edad de Oro («En letras profundado. Francisco Rico entre dos edades»), que se remata con su apabullante bibliografía, iniciada en la misma revista Ínsula con la reseña del libro de su admirada María Rosa Lida sobre La Celestina (1963) y se cierra con la recopilación de trabajos antiguos El primer siglo de la literatura española (2022). Todo lo que leo en esta exquisita exposición de la trayectoria y la significación de Francisco Rico me instruye y me esclarece; y mucho me conforma con lo conocido y leído; y renueva hallazgos, lecturas luminosas y actitudes e intereses compartidos también en la literatura contemporánea, de la que se ocupa de relacionarlo Fernando Valls en «Francisco Rico entre las letras españolas contemporáneas enredado»; que, con el texto de Daniel Rico Camps, «Retrato figurado sobre fondo de letras», sobre su cercanía y simpatía por el mundo del arte, culmina esta parte del monográfico, que concluye en las «Miradas» de Félix de Azúa, Victoria Camps, Javier Cercas, Paloma Díaz-Mas, Ignacio Echevarría, Daniel Fernández, Inés Fernández-Ordóñez, Jordi Gracia, Jacques Joset, Eduardo Mendoza, Alberto Montaner, Joaquim Palau, Lluís Pasqual, Gonzalo Pontón, Domingo Ródenas de Moya, Santos Sanz Villanueva, Guillermo Serés y Darío Villanueva, en respuestas libres —y tanto en el «Misunderstanding» de Gonzalo Pontón con vermú y tabaco— a un cuestionario —al cuidado de Rosa Bono— sobre la aportación de Rico a la historia de los estudios literarios, sobre el interés que ha suscitado su labor como editor filológico frente al editor de colecciones de textos y estudios, sobre sus libros más relevantes y sobre qué parte de su labor perdurará en el tiempo. El mejor prospecto para los textos y los contextos de Rico.
lunes, abril 22, 2024
domingo, abril 07, 2024
Las guerras de nuestros antepasados
Anoche —¡Aúpa Athletic!— vimos en el Gran Teatro de Cáceres una admirable adaptación teatral de un texto del maestro Miguel Delibes, Las guerras de nuestros antepasados, su novela de 1975. No puedo evitar pensar en el momento y en las razones de su escritura porque ando leyendo un libro singular: Gonzalo Arias, Cartas y circulares inéditas. Intrahistoria de la operación «Encartelados»: política y literatura en el segundo franquismo (Estudio introductorio de Rebeca Rodríguez Hoz. Edición de Bénédicte Vauthier. Madrid, Los Libros de la Catarata, 2024). En él están recogidos los textos de los que ya dio noticia Bénédicte Vauthier en su magnífica edición de la novela-programa Los encartelados, de Gonzalo Arias, y entre los que puede constatarse la adhesión de Miguel Delibes a las cartas-circulares redactadas en 1969 pidiendo apoyo a la causa de la no-violencia activa, para la que también se reclamó el favor de otras personas significadas como José Luis Aranguren, Néstor Luján, Manuel Jiménez de Parga, José Mª Gironella, José Luis Martín Descalzo o, entre otros, el extremeño Juan Fernández Figueroa, director de Índice. Delibes, además, encabezó una carta-circular del primero de junio de 1969 que firmaron Jordi Maluquer, Salvador Blanco Piñán, Gonzalo Arias, Juan Gomis, Joseph Dalmau y José María de Llanos. Hizo esa aportación a aquella operación inspirada en las doctrinas de la no-violencia; pero creo que la escritura de Las guerras de nuestros antepasados, en cierta medida, fue también, unos años después, un gesto que consonaba con todo aquello, pues, como ha escrito su adaptador teatral Eduardo Galán, fue un «grito contra la violencia de las guerras […]. Desde el nombre del protagonista, “Pacífico”, hasta el final terrible de la obra, el autor vallisoletano defendió a lo largo de sus páginas la paz frente a la guerra y la no violencia como camino de vida». El propio novelista ya supervisó la versión para teatro que se representó en 1989 interpretada por José Sacristán y Juan José Otegui, y dirigida por Antonio Giménez-Rico, y supongo que habrá sido base esencial para la de Galán, que mima el portentoso texto original. Un texto cuidado, respetado y enaltecido en una función teatral sobresaliente, con una interpretación excepcional de Carmelo Gómez (Pacífico) e impecable de Miguel Hermoso (el doctor Burgueño López) en su constante presencia como partenaire hasta el mismo momento de caer el telón. La maestría de Miguel Delibes para reproducir el lenguaje rural de Castilla tiene en la excelencia interpretativa de Carmelo Gómez su mejor traslado a un escenario. Me gustó ver a alguna alumna en el Gran Teatro —aunque sigue habiendo escaso público joven— porque el montaje producido por Pentación y Secuencia 3 y dirigido por Claudio Tolcachir fue de los que inducen a aficionarse al teatro. Leyendo sobre la intrahistoria de los «encartelados», he pensado en la elección por Delibes de su personaje, un recluso convicto cuyo testimonio es grabado en varias sesiones clínicas por el psiquiatra de la prisión; y en la situación de Gonzalo Arias que Delibes conoció por una carta de mayo de 1969 del Padre Llanos. Éste le contaba que, después de haber estado en los calabozos de la Dirección General de Seguridad en Madrid, Arias había sido internado en un Hospital Psiquiátrico, antes de su traslado a Carabanchel, considerado como un psicópata en «condiciones vergonzosas y con los delincuentes chalados», como si su protesta pacifista fuese un trastorno mental. Todo esto lo supo Miguel Delibes de primera mano en los años anteriores a la escritura de su novela Las guerras de nuestros antepasados, el magnífico relato de cuya lectura escénica disfrutamos ayer.
miércoles, abril 03, 2024
Jordi Doce en el Aula Valverde
Antes de ver la luz en su libro No estábamos allí (Valencia, Pre-Textos, 2016), pudimos leer el espléndido poema «Piedra» de Jordi Doce en una entrada de su blog de noviembre de 2014, y, poco después, en el primer mes de 2015, en la revista Letras Libres. Publicado aquel libro, luego, con buen criterio, ha sido un poema seleccionado por el propio autor para figurar en diversas antologías, como en la poesía reunida de En la rueda de las apariciones. Poemas 1990-2019 (Oviedo, Ars Poetica, 2019), o en la versión al italiano de Valerio Nardoni de Sedici poesie pari de Jordi Doce (Valigie Rosse, 2023), entre otros sitios, como este cuadernillo que se ha editado —lástima que el último verso del poema se haya desprendido— para acompañar las lecturas que el poeta hará mañana jueves 4 y el viernes 5 aquí en Cáceres, en el Aula literaria José María Valverde. Por esta aula han pasado, en veintiocho años, autoras y autores muy diferentes, de varios géneros —poetas y novelistas en su mayoría, unos pocos escritores de teatro, algún ensayista...—, en total, si no he contado mal, ciento diecisiete; más ahora Jordi Doce, a quien tengo en especial consideración por un perfil que sobrepasa el de ser un excelente poeta. Quiero decir que a un ejercicio sobresaliente de la escritura poética añade una sabiduría sobre el género que le convierte en un caso prominente de experiencia de la poesía. Porque esto está en su obra en verso, claro; pero también en sus traducciones de parte de la mejor poesía extranjera moderna —W. H. Auden, T. S. Eliot, Anne Carson, W. B. Yeats, William Blake, Jeffrey Yang, Charles Simic...— y en su vasta obra crítica, como sagaz comentarista de la poesía contemporánea desde hace muchos años. En combinación, un saber admirable sobre el hecho poético; y, por eso, escucharlo será un regalo que hay que agradecer a los programadores del Aula Valverde. Jordi Doce intervendrá mañana jueves 4 de abril a las 19:00 horas en Espacio UEX, y el viernes 5 de abril a las 12:30 en el IES Hernández Pacheco.
martes, abril 02, 2024
Alejandro Pérez Vidal en Letras
Era uno de los estudiosos sobre Bartolomé José Gallardo invitados al malogrado curso de verano sobre «La de San Antonio de 1823. 200 años de una infamia bibliográfica» que iba a celebrarse en Cáceres y Campanario, y, con el billete de avión comprado —vive en Bruselas—, tuvo que cancelar su viaje y lamentamos todos no poder encontrarnos aquí con la excusa de hablar sobre el gran erudito y polígrafo extremeño campanariense. Va a ser ahora por fin, aunque de manera individual y no integrado en unas jornadas que se prometían bien interesantes. En una conferencia que dará el jueves por la mañana en la Facultad de Filosofía y Letras ante nuestros estudiantes de Filología Hispánica y todo el público que esté interesado. «Entre las infamias históricas y las glorias literarias. Breve recorrido por la vida y la obra de Bartolomé José Gallardo (Campanario 1776-Alcoy 1852)» será una cualificada y necesaria introducción a esta figura tan destacada de los últimos años del siglo XVIII y la mitad del siglo XIX. Alejandro Pérez Vidal (Barcelona, 1953) fue Profesor Titular de Literatura Española en la Universidad de Gerona, y, posteriormente, traductor del Consejo de la Unión Europea en Bruselas. Se licenció en Filología Española en la Universidad de Barcelona, en donde se doctoró en 1989 con una tesis sobre la obra satírica de Bartolomé José Gallardo, fruto de la cual fue su libro Bartolomé José Gallardo. Sátira, pensamiento y política (Editora Regional de Extremadura, 1999). También en el sello de la Editora Regional apareció su «cuaderno popular», de carácter más divulgativo, Bartolomé José Gallardo. Perfil literario y biográfico (2001). Como uno de los más eminentes especialistas en la obra del de Campanario, colaboró con su trabajo «Materiales para los estudios gallardianos: epistolario y cabos sueltos» en el volumen La razón polémica. Estudios sobre Bartolomé José Gallardo, coordinado por Beatriz Sánchez Hita y Daniel Muñoz Sempere, que publicó la Fundación Municipal de Cultura de Cádiz en 2004; y fue el responsable de la redacción de la biografía de Gallardo en el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia, de 2009. Ha estudiado igualmente la obra de Mariano José de Larra, que editó en Fígaro. Colección de artículos dramáticos, literarios, políticos y de costumbres, en la colección Biblioteca Clásica de Editorial Crítica en 1997, actualizada en la misma colección en la Real Academia Española en 2016. El acto comenzará a las 10:00 de la mañana del jueves 4 de abril de 2024 en el Salón de Actos de la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres, y la entrada será libre y deseada.