viernes, enero 30, 2015

Claudio Rodríguez. Música y poesía


No es mal día hoy, aniversario del nacimiento en Zamora de Claudio Rodríguez (1934-1999), para anunciar las VI Jornadas Claudio Rodríguez «Música y poesía» que se celebrarán en la Biblioteca Pública zamorana del 7 al 9 de mayo de 2015, organizadas por el Seminario Permanente «Claudio Rodríguez», y de las que aquí, en este blog, se ha hablado más de una vez. En esta ocasión, tratarán las intersecciones evidentes entre la música y la poesía, con conferencias de Santiago Auserón, Luis de Pablo o Mauricio Sotelo, las presentaciones de la edición inglesa de Alianza y condena en traducción de Philip Silver (The University of Chicago Press, 2014) y del libro de Jorge Rodríguez Padrón Fragmentos para Claudio Rodríguez (Rivas-Vaciamadrid, Mercurio Editorial, 2014) y una lectura del poeta y saxofonista Ildefonso Rodríguez de su libro-disco Inestables, intermedios (León, Eolas Ediciones, 2014). Unas jornadas para disfrutar de la respiración musical de la poesía.

lunes, enero 26, 2015

jueves, enero 22, 2015

Más allá, Tánger, en Madrid


Me gustaría estar hoy en Madrid en la presentación de Más allá, Tánger, de Álvaro Valverde; pero a esa hora yo estaré en un examen en el aula 14 de mi Facultad. Además, otro aliciente de la presentación es que lo hace una lectora notable, la periodista, y directora del programa de Radio Nacional No es un día cualquiera, Pepa Fernández. En su profesionalidad, se le nota mucho cuando el libro del entrevistado le ha gustado —también la falta de entusiasmo cuando no es así—, y en el caso de Álvaro Valverde, y específicamente ahora con Más allá, Tánger —pero antes con sus Plasencias—, esto está muy claro. 

miércoles, enero 21, 2015

Traducción e interpretación


Me sorprendió ayer leer en El País la crónica de la presentación el lunes de la novela Sumisión de Michel Houellebecq en Colonia (Alemania), en la que se decía que el escritor francés dijo que «No hace falta ser un héroe para ser valiente. Simplemente basta con ser cabezota. Y los redactores de Charlie lo eran». Me chocó, porque no tiene mucho sentido; e inmediatamente pensé en que podía ser una mala traducción de lo que dijo el novelista. En efecto, en los periódicos franceses se reproduce otra cosa, e incluso en algunos medios españoles que recogían la noticia por una agencia de información como Colpisa. En France TV leo: «Le romancier estime également que pour devenir un héros, il suffit parfois de n'être qu'une "tête de lard". Or, à ses yeux, "les dessinateurs de Charlie Hebdo étaient typiquement des têtes de lard"». En Le Figaro: «Le romancier a estimé que pour devenir un héros, il suffisait parfois de n'être qu'une "tête de lard". "Les dessinateurs de Charlie Hebdo étaient typiquement des têtes de lard", a-t-il déclaré.». Y en Libération, más apasionados en el titular —«Michel Houellebecq triomphe en Allemagne»—, escribieron que «L’écrivain a également souligné que, «pour devenir un héros, il ne faut pas forcément agir de façon héroïque. Il suffit parfois d’être une tête de lard. Les dessinateurs de Charlie Hebdo étaient des têtes de lard.». Aquí, el ABC publicó que «"No es preciso ser un héroe para acabar haciendo un acto heroico", añadió en relación a los periodistas de la revista, a los que definió como "obstinados", en un sentido positivo del término». Sin embargo, El País, y, tras él, otros medios españoles, han publicado que «No hace falta ser un héroe para ser valiente. Simplemente basta con ser cabezota». Hay un video que debería sacarme de dudas. ¿No será que no hace falta ser valiente para ser un héroe? Es verdad que ese mismo periódico decía que el escritor francés «se valía de una intérprete que traducía al alemán todas sus palabras». Ahora mismo se lo envío a mi hijo, que es estudiante de esto.

martes, enero 20, 2015

Fernando Serrano Mangas


A esta hora, en Salvaleón (Badajoz), su lugar de nacimiento, se habrán realizando las exequias por el profesor e historiador Fernando Serrano Mangas, el autor de El secreto de los Peñaranda. El universo judeoconverso de la Biblioteca de Barcarrota Siglos XVI y XVII (Badajoz, Biblioteca de Extremadura, 2010; pero antes con ediciones en 2003 y 2004), una de las obras que más ha aportado para el conocimiento del contexto de la llamada Biblioteca de Barcarrota, el alijo de libros del siglo XVI que contenía, entre otras joyas, una edición desconocida de 1554 del Lazarillo de Tormes. Fernando, a quien pudimos ver en los recientes días de vacaciones navideñas en la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres —desde el inicio de curso, ya de baja por enfermedad, no había dejado de venir por aquí—, era catedrático de Historia de América de la Universidad de Extremadura, formado en la Universidad de Sevilla, y confeso discípulo en la vida de don Ramón Carande. Además de la obra citada, escribió Los Galeones de la Carrera de Indias, 1650-1700 (1985), Armadas y Flotas de la plata, 1620-1648 (1990), Naufragios y rescates en el tráfico indiano durante el siglo XVII (1991), Función y evolución del galeón para la Carrera de Indias (1992), La crisis de la isla del oro. Ensayo sobre circulación y política monetaria en La Española, 1530-1580 (1992), Vascos y extremeños en el Nuevo Mundo durante el siglo XVII: un conflicto por el poder (1993), La encrucijada portuguesa. Esplendor y quiebra de la unión ibérica en las Indias de Castilla, 1600-1668 (1994, 2002), Vellón y metales preciosos en la Corte del rey de España (1996), La segura travesía del Agnus Dei. Ignorancia y malevolencia en torno a la figura de Benito Arias Montano el Menor (1999), A presença portuguesa em a America espanhola, 1580-1668 (2006)... Ayer por la noche, su casi paisano —de Barcarrota— José Joaquín Rodríguez Lara daba la noticia de su muerte. Lástima. Aquí se puede recordar —o escuchar por primera vez— con mucho agrado lo que habló en el programa de José Carlos Macías Adivina quién viene a cenar esta noche, de Canal Extremadura Radio, en junio de 2014, creo que poco antes de que todos supiésemos del cáncer que se lo ha llevado. Buena persona, singular personaje, irónico y socarrón sin perder un gesto en apariencia malcarado y sin embargo afectuoso y cercano, Fernando ha dejado en el cajón muchos proyectos de fuste en lo suyo, que era vario. Ojalá que haya tenido tiempo para dejar en alguien las puntadas precisas de y sobre lo que quería escribir. Una pena.

jueves, enero 15, 2015

Bartolo Books J. Google Gallardo


Con colegas filólogos e historiadores son muchas las ocasiones que tengo de comentar la extraordinaria revolución y el progreso incuestionable que hemos vivido en los últimos años en la investigación filológica gracias a las nuevas tecnologías y a internet; específicamente a lo que algunos llaman la advocación de «San Google».  A propósito de esto, y como ando entre papeles antiguos y bibliógrafos y bibliófilos como el insigne extremeño Bartolomé José Gallardo (Campanario, 1776-Alcoy, 1852), quiero contar lo sucedido hace tan solo dos días cuando repasaba noticias relativas a este autor. En uno de los «Avisos» que publica la Real Biblioteca española, en el número 10 de septiembre-noviembre de 1997, daban noticia —y signatura— de que entre sus fondos se encontraba una rarísima obra titulada Consejos de un orador evangélico a un joven deseoso de seguir la carrera de la predicación (Madrid, Fuentenebro, 1807), firmada bajo el seudónimo de «Un Amante de la Oratoria Sagrada»; pero obra de Bartolomé José Gallardo. El ejemplar de la Real Biblioteca es el que se dio por perdido por los más eminentes expertos en la obra del bibliógrafo extremeño. O sea, Pedro Sáinz Rodríguez y Antonio Rodríguez-Moñino. El primero anotó en 1921 que el único ejemplar que pudo ver de esta obra provenía de la biblioteca de Manuel Remón Zarco del Valle y que contenía notas autógrafas de Gallardo. Moñino, treinta años después de lo dicho por Sáinz Rodríguez, dio por perdido el ejemplar citado y manifestó que poseía otro, adquirido en la librería de Julián Barbazán. Pues bien, el martes, con un golpe de tecla en mi ordenador —en uno de los que manejo, da igual; pues podría haberlo hecho también desde mi teléfono móvil— encontré digitalizado íntegramente un nuevo ejemplar del susodicho impreso. Está en el fondo antiguo de la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid, en la que deberían aprestarse para consignar la autoría de Gallardo. Ay, si don Antonio Rodríguez-Moñino o don Pedro Sáinz Rodríguez levantasen la cabeza —por orden de antigüedad criando malvas—, después de las debidas reverencias, les pediría disculpas por la insolencia de haber hallado tan cómodamente lo que durante muchos años costó mucho a muchos eruditos. Tiempos modernos.

martes, enero 13, 2015

Información deportiva

Al micrófono, el futbolista responde:
—Bueno, sí, no; ha sido un partido muy reñido que no hemos podido ganar.

domingo, enero 11, 2015

El rostro de las letras


Hoy ha concluido en Madrid la exposición El rostro de las letras. Escritores y fotógrafos en España, desde el Romanticismo hasta la Generación de 1914, que desde el 25 de septiembre ha estado montada en la sala de Alcalá, 31 de la Comunidad de Madrid, con más de doscientas fotografías, libros y documentos en torno al retrato fotográfico español en el campo de la literatura. Fuimos a verla en los primeros días de este año y, aunque yo ya conocía gracias a mi compañero José Luis Bernal el espléndido catálogo editado, la visita resultó deslumbrante y a la vez familiar. Porque muchas fotografías eran conocidas, con las que uno ha acompañado sus lecturas desde la escuela; pero otras muchas desconocidas y raras. (Alguna tan rara como el último retrato de un irreconocible Gómez de la Serna días antes de su muerte y tan especial quizá como para no haber sido expuesta; al menos, nosotros, que la buscamos, no la vimos). La exposición es un paseo ilustrado por lo más representativo de la historia literaria española desde la época de Larra hasta los años centrales de la dictadura de Franco y los testimonios gráficos de ese momento referidos a autores como Pío Baroja u Ortega. De 1945 es una fotografía que ahora veo —sonriéndome— en el catálogo en la que están el editor José Manuel Lara y Pío Baroja, que habían tenido algunos problemas anteriormente, y que, según dice el pie, el editor «decidió acabar con la disputa entregando al escritor un fajo de billetes de mil pesetas, ante la presencia notarial de un fotógrafo». El responsable de todo esto es el fotógrafo, historiador y académico de la de las Bellas Artes de San Fernando Publio López Mondéjar, para quien la fotografía también es una manifestación de la memoria, como resulta evidente en esta exposición de la que ha sido comisario y de este catálogo del que se ha responsabilizado como editor y que ha estructurado en doce capítulos, que parten de «El rostro de las letras», el primero, que contiene un buen resumen del origen de una nueva representación de la realidad en el daguerrotipo del XIX, y que recorren desde los «Románticos y liberales» hasta «Entre dos dictaduras»; pero que son principalmente un reconocimiento a todos los fotógrafos, retratistas y reporteros, y a los medios en que publicaron sus trabajos, que propiciaron esta imagen que hoy tenemos de nuestra historia.

Je suis Charlie

París, Plaza de la República, 15:00 horas. 11 de enero de 2015
© EFE

sábado, enero 10, 2015

Il dolce far niente


Del paseo matutino de hoy. «¿Eres una dulce niña o eres una verdadera vaca? / Mi corazón siempre me dijo que eras una verdadera vaca. / Tu papá, que eras una dulce niña- / Mi corazón, que eras una verdadera vaca. / Una dulce niña. / Una verdadera vaca. / Una niña. / Una vaca. / ¿Una niña o una vaca? / O ¿una niña y una vaca? / Yo nunca supe nada.» Rafael Alberti, de Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos (1929).

jueves, enero 08, 2015

Marsé, 82


© Ferran Sendra
Creí que se me iba a pasar el día sin felicitar al maestro. No es la primera vez que pongo mi felicitación a Juan Marsé en este blog. Hoy, con más razón, pues en lugar de que seamos sus lectores y allegados quienes regalemos algo al que cumple años (82), ha sido él quien nos ha obsequiado con sus palabras en la entrevista con Borja Hermoso que ha publicado hoy El País. El machadiano título de «Palabra en el tiempo» es el que lleva una serie de entrevistas que se abre con la de Marsé. Menos mal que se especifica que son «sobre una era compleja en lo social, lo político, lo económico y lo creativo», y eso condiciona las preguntas y, lógicamente, las respuestas; si no, uno echaría en falta —y mucho— que se hablase más de literatura y de escritura. Cierto es que lo que dice Juan Marsé sobre España, el nacionalismo catalán, la iglesia, la educación o sobre determinados políticos siempre es interesante y elocuente; pero cuando lo hace sobre su oficio y sobre sus lecturas es siempre una lección magistral impagable. Felicidades.

miércoles, enero 07, 2015

Los surcos del azar

Mis hijos me han regalado por Reyes esta novela gráfica de Paco Roca, Los surcos del azar (Bilbao, Astiberri Ediciones, 2013), que va ya por la cuarta reimpresión. Ellos dicen que es difícil regalarme un libro y yo siempre insisto en que no; que como me gustan tanto no es difícil buscar fuera de mis intereses inmediatos cualquier título. Han acertado, porque no suelo comprar libros gráficos y leo los que van cayendo en mis manos. Dediqué parte de la fría y neblinosa tarde de ayer a leer y contemplar las trescientas páginas y pico de esta obra que se abre con el lema —sin los signos de interrogación— de Antonio Machado «Para qué llamar caminos / a los surcos del azar», de los «Proverbios y cantares» de Campos de Castilla (1912), que desvela de dónde proviene el título de esta historia. Disfruté. Han acertado, además, porque ando leyendo El impostor, de Javier Cercas, una novela sin ficción que tiene en común con la de Roca el poso de realidad documentable del que parte, el personaje del autor que entrevista a su informador, una postura ética con nuestra memoria histórica e incluso la aparición de personajes que dicen No (Cercas, págs. 383-387). La historia de la novela de Roca es la de uno de los integrantes españoles de La Nueve, la compañía de la División Leclerc que liberó París en agosto de 1944. Es un relato ameno, bien construido, montado sobre dos niveles narrativos y dos escalas cromáticas en las viñetas, el del tiempo presente de la conversación entre Roca y Miguel Campos, el protagonista, y el del tiempo pasado que arranca desde los últimos días de la Guerra Civil española y llega hasta el verano del 44. En todo, en la manera de presentar la historia, en el texto, en la ambientación, en los detalles... se aprecian los rasgos de la genialidad, la sensibilidad y el acierto de Paco Roca como dibujante, que nos recuerda, sí, la contribución de los soldados republicanos españoles en la lucha contra el nazismo; pero que, principalmente, cuenta la historia de aquellos que vivieron varios exilios y un constante desarraigo forzado por los enemigos de una libertad por la que ellos lucharon, casi siempre, como los personajes de este relato gráfico, con la mente puesta en la libertad de España. Emociona, por eso, ver el triste final del gran poeta Antonio Machado dibujado en dos páginas, en poco más de una docena de viñetas. Gusta que el autor haya elegido el color para las escenas del pasado histórico y que el presente sea monocromo, contra lo acostumbrado. Se sonríe uno cuando Paco, al escuchar los nombres —Albert y René— de los hijos de Albert, el vecino del protagonista, dice: «—Como Uderzo y Goscinny». Qué, si no, en un dibujante. Se mire por donde se mire, nunca mejor dicho, este libro es un bien artístico necesario y reconfortante. Y un buen regalo.
© Paco Roca

jueves, enero 01, 2015

III Premio de Microrrelatos Manuel J. Peláez

Con el nuevo año se abre también el plazo de presentación de textos al III Premio de Microrrelatos Manuel J. Peláez, que se cerrará el 28 de febrero de este 2015. Las bases, como en años anteriores, se recogen en la página del Colectivo Manuel J. Peláez. El premio, dotado con 1.000 euros para un único texto ganador, se está afianzando en el panorama del microtexto hispánico, y ya son dos los volúmenes que recogen una antología de los relatos presentados en cada una de las ediciones. En la primera, la ganadora fue Isabel Urueña, de León; en la segunda, Ángel Pontones, de Valencia, que este año estará en el jurado que tendrá que leer, si las cifras se mantienen, unos mil quinientos relatos provenientes de muy diversas partes del mundo.

Año nuevo

Anoche, después de las campanadas, la calle, con la siempre molesta banda ruidosa de cohetes y petardos, comenzaba a sentir el latido del nuevo año. Un joven, con traje oscuro y corbata, el pelo brilloso y el cuerpo aterido, se dirigía a alguna fiesta. Probablemente el mismo —van todos vestidos de la misma forma, con traje oscuro y ceñido, corbata estrecha—, acompañado de otros amigos y de algunas chicas —de negro también, falda corta, medias negras (la bolsa en la mano contiene unos zapatos de tacón), manoletinas en los pies fríos como todo el cuerpo—, era el que volvía esta mañana a casa tambaleante y algo mohíno, ajeno a día tan señalado. Año nuevo. Nos gusta ver así la calle, en el mismo plano-secuencia de la noche al día azul luminoso, un ciclo: Mañana, mediodía y noche en Viena (Franz von Suppé), vals Cuentos de oriente (Johann Strauss), Vida vienesa, polca francesa (Josef Strauss)..., Aceleraciones, vals (Johann Strauss), Polca electromagnética (Johann Strauss), A todo gas, polca rápida (Eduard Strauss), José Luis Pérez de Arteaga, Polca de los estudiantes (Johann Strauss), Marcha de la libertad (Johann Strauss Padre)..., Polca de las explosiones (Johann Strauss), El Danubio azul (Johann Strauss), la felicitación del maestro Zubin Mehta, y la Marcha Radezki (Johann Strauss padre).