miércoles, diciembre 31, 2014

Providencia de fin de año

Diego Velázquez, Vieja friendo huevos (1618)

Basta con pensar un poco menos en uno mismo y un poco más en los otros para notar el efecto benéfico que atribuimos a cualquier sustancia que cura. Se está más a gusto, se disfruta. No puede dar placer hacer daño; al contrario, solo si este se evita se logra una satisfacción comparable a la que se recibe de un prójimo solidario. La humildad se aprende, se cultiva —no es una manera de ser— y siempre, como ajena a lo propio, sienta mucho mejor que el mal olor del altivo. Me parece que fue Antonio Machado, entre tantos, quien dijo que hay que estimar a los hombres por lo que son, y no por lo que parecen; quien recomendó amar a los buenos y a los sabios, que son —tienen que ser, añado— los poderosos de la tierra. Sabios y buenos porque han encontrado su verdad en la mirada del otro; sabios y buenos porque conocen el valor, la fuerza y la belleza de lo que verdaderamente importa: lo pequeño de la vida, lo imperceptible y, por eso, pisoteado diariamente por esta forma de ceguera del poder, la ambición, la opulencia y la mentira. Pensando en estas cosas pasaré muchas horas y cuando esté solo me sabré en compañía. ¿No estoy acaso solo ahora? Y en el silencio escucho una voz: —«No». Todo esto en sueños. Feliz año 2015.

Revista del año. Sección Política. Área Gobierno

Pedro Morenés Eulate, Ministro de Defensa, fue Presidente del Consejo de Administración de Construcciones Navales del Norte, S.L., y de MBDA, cuyas siglas no se explicitan en la página del Ministerio, que es una empresa que diseña y fabrica misiles y de Segur Ibérica, un grupo empresarial de seguridad privada. Luis de Guindos fue miembro del Consejo Asesor europeo del banco de inversión Lehman Brothers y director en España y Portugal hasta 2008, fecha de su quiebra. Lehman Brothers ha sido considerado uno de los responsables de la crisis financiera a nivel mundial. La Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Belén García Tejerina, fue entre 2005 y 2012 Consejera de Fertial, compañía argelina de fabricación de fertilizantes y entre 2004 y 2012, directora de Planificación Estratégica de Fertiberia, S.A., cuyos fostoyesos contaminaron el Parque de Doñana y por lo que la Audiencia Nacional dictó un auto para que la empresa restaure los daños causados a la marisma. Los ceses-dimisiones de ministros como Ana Mato y Alberto Ruiz Gallardón son naderías al lado de lo que no es noticia. No extraña, pues, que algunos se inquieten con Podemos. Véase, también, aquí.

martes, diciembre 30, 2014

Octavos

Estas navidades, la siempre original felicitación de Víctor Infantes y José Manuel Martín (Ediciones de la Imprenta y Memoria Hispánica) con sus «Aguinaldos» (núm. 18) ha consistido en una «estampa letífica» de la imagen de la Virgen de la Salud de la Parroquia de San Isidoro de Sevilla reproducida en un retablo cerámico en cuyo pie se lee «Salus infirmorum», unas palabras que, según contó José María Blanco White en sus Cartas de España, los fieles que visitaban a la mencionada Virgen en Sevilla podían recortar de unas tiritas de papel e ingerir con un poco de agua en caso de enfermedad. Sí, el aspecto es —salvando las distancias— como el de esos afiches que anuncian un alquiler y se rematan con unos cupones recortables con el número de teléfono para llamar. Pues bien, del magín, el trabajo y el tiempo de los mismos Víctor Infantes y José Manuel Martín siguen apareciendo números de la colección «En 8º», que viene con dos entregas de —ápud Vindel— La rúbrica impresa de los libros españoles del siglo XVI, y, de José Manuel Martín, que hace una cronología de lo suyo, la impresión —homo typographicus lo llama Víctor Infantes—, la Historia de la innovación en las artes gráficas, un recorrido que parte de muchos de miles de años antes de Cristo, pasa por la piedra Rosetta, y, ya en la era cristiana, va desde la invención del papel en el año 105, pasa por la instalación de la primera imprenta del Nuevo Mundo, en Méjico en 1539, y llega hasta la marca de 1993 con lo que el autor llama «Universalidad de Internet». Pero de esta gavetilla de pequeños libros destaca una joyita que es la Historia mínima de un formato editorial que Víctor Infantes vuelve a publicar —apareció en el número de Ínsula (662, de octubre de 1998) dedicado a la colección  «Austral» y en el libro del mismo V. I. Del libro áureo (Calambur Editorial, 2006)— porque «cómo no publicar en esta colección nominada 'En 8º' un texto que conmemorara su afortunado número ocho e hiciera merecido honor a título y contenido», dice el experto y profesor en la nota final del texto que precede a la reproducción de varias ilustraciones, principalmente de imposiciones para pliegos en octavo, extraídas de esas obras extraordinarias que los ignorantes como yo solo conocemos gracias a, precisamente, Víctor Infantes —véase «Aguinaldos» núm. 12, de 2008—; y así un libro sobre los formatos de los libros del tipógrafo Georg Wolffger; así también el primer tratado español sobre el arte de imprimir, que apareció hacia 1680 bajo el título de Institución y origen del Arte de la Imprenta y reglas generales para los componedores, de Alonso Víctor de Paredes; y así, más moderno (de 1811), el Mecanismo del arte de la Imprenta para facilidad de los operarios que le exerzan, de Juan José Sigüenza y Vera. En estos tiempos, da gusto dar noticia de estas cosas; y, más, en este medio que no debe estar exento del mimo, la diligencia, la profesionalidad y la estética que tantos han aplicado a la impresión del pensamiento en papel.

lunes, diciembre 29, 2014

W.A., sin plumas

Esta noche, la anterior a la del concierto de Woody Allen en Badajoz, Canal Extremadura está emitiendo la película Misterioso asesinato en Manhattan de esta guisa, con el pegote en la esquina superior izquierda de la pantalla que anuncia el discurso de Monago de fin de año. A la falta de respeto a la película y al espectador, hay que añadir el mangoneo, el uso privativo de un bien público, el desprecio por unos ciudadanos a quienes se intenta condicionar y manipular. Me parece mentira lo que estoy viendo. En mi región, una de las más pobres de Europa, se gastarán más de cien mil euros en un espectáculo cuya motivación, ya esta misma noche, antes de que se celebre, se hace evidente. Qué vergüenza.

Glorias de Zafra (VI)

Galicismos caseros. Aquellas palabras nos las traía mi madre de la punta de la lengua y de más allá de la de los Pirineos. Ella, naturalmente, no sabía hablar francés; pero sí cómo incorporar al lenguaje cotidiano las palabras importadas de un más allá que tenía en sus años el límite del mapa de las escuelas. Yo creo que en todos los casos ella intuía que usaba vocablos ennoblecidos por venir de fuera; pero sin conciencia del préstamo. Hoy yo los oigo y utilizo como si fuesen lo más castizo de nuestra manera de hablar en casa. Un mueble, un adorno, una música o una bebida se personalizaban con esos nombres que al poco tiempo de uso se incorporaban a nuestra koiné doméstica. El sinfonier del paso, el broche que era joya apreciada, el popurrí de alguna actuación de Manolo Escobar o el cuantró (cointreau) que mi madre añadía a la macedonia de frutas sin miramiento sobre la edad de quienes la consumíamos. Aquello era un sucinto glosario de la vida ordinaria que iba de la decoración al ocio y de la mesa a la solapa de un chaquetón que mi madre se ponía los domingos, el único día de la semana que ella no cogía la aguja del croché, una más de las del punto.

jueves, diciembre 25, 2014

El punto K

Desde que uno entra en este libro a través de la puerta abierta en su prólogo por Daniel Casado hasta que sale acompañado por las palabras de Ben Clark en el epílogo, siente el aliento vivificante y la compañía amable de la poesía, su consuelo. La poesía de David Hernández Sevillano (Segovia, 1977), que cuenta ya con varios libros publicados y reconocidos con premios como el Hiperión (El peso que nos une, de 2010) y el Jaén de Poesía (Anonimario, de 2012), acompaña y consuela. El punto K, de David Hernández Sevillano (Ourense, Eurisaces Editora, 2014), es el libro. La edición es exquisita, de gente que ama el libro, lo amasa como el pan y cree en él (todavía). Unos versos de Joan Margarit explican el título como un punto topográfico que sitúa las borrascas en los mapas. La metáfora que sostiene el argumento poético está servida y las borrascas son de orden sentimental, emocional, vital... y, por ello, también de índole literaria; pues qué son, si no, las constantes diligencias con las palabras para encontrar una expresión apropiada, un poema, un conjunto de textos legible. En este libro, la borrasca no tiene carga tempestuosa y violenta; más bien, su fuerza es creativa y cambiante como la de una travesía que transcurre y supera tres perturbaciones —numeradas del 1 al 3— o estaciones:  «Granizo y mermelada», «Previsiones de cambio» y «El paso de las nubes», que culminan con un epílogo —otro, distinto al de Ben Clark— muy elocuente que se titula: «Después de la tormenta». Aun así, a pesar del escenario metafórico, las llamadas «ruinas» después de la borrasca están más cerca de lo que ayuda a construirse que del estrago fatal. Y así, las tres estaciones, el recorrido por el que nos lleva el poeta por el amor, los hijos y el paso del tiempo, son las de una travesía apacible. Además, tiene la virtud esta poesía de Hernández Sevillano de decir lo que otros ya han escrito sin que suene a repetido. Bueno, sí suena; pero no como una repetición, sino como recreación y homenaje, como celebración de la poesía en los otros, en precedentes reconocibles —Gil de Biedma, Ángel González, Luis García Montero, el citado Margarit— a los que se suma este poeta con una pretensión honesta y escasa presunción por ese sabio uso de su tradición cercana. Los únicos poemas del libro que se dividen en breves secuencias y que cierran su parte central son los menos característicos del tono de esta obra de Hernández Sevillano; sin embargo, me parece que son los que contienen lo mejor de esta voz poética, un equilibrio entre la impresión sutil de un concepto y el gusto por la metáfora, la traslación irónica o el juego paronomástico. Una recomendable lectura.

miércoles, diciembre 24, 2014

Feliz Navidad

«Pasa un obrero, un niño, una muchacha
con un pañuelo blanco, pasa un taxi
y un autobús, un hombre con paraguas
y un pájaro volátil.

El día enciende un cenicero nítido
en la cara del cielo, ya las nubes
bogan lejanas como un fiel navío
entre olas azules.

La casa está parada. En la terraza
un hombre abraza a una mujer hermosa.
Pasa un obrero, un niño, una muchacha...
La realidad desborda.»

                                             —Blas de Otero—

viernes, diciembre 19, 2014

Noticias felices de Juan Marsé


Hace mucho que Juan Marsé dijo que él siempre parte en sus novelas de una imagen. De imágenes, no de ideas. «Primera imagen, primer latido» es el título de un artículo publicado en el periódico El Sol el 5 de octubre de 1990 en el que el escritor barcelonés habló de esos cromos que engendraron las novelas, cromos en la imaginación del autor, o estampas que ponen a funcionar la imaginación del creador. En el caso de la última obra de Juan Marsé (Noticias felices en aviones de papel, Barcelona, Penguin Random House Grupo Editorial —Lumen Narrativa—, 2014) es una fotografía real, que se reproduce al final de sus páginas, una foto que muestra a seis muchachos «descalzos, harapientos y famélicos» (pág. 87) en la calle Nowolipie del gueto de Varsovia en el verano de 1943. Ahí termina la realidad constatable de este relato. Por eso también Juan Marsé ha repetido al hablar de su poética novelesca que su escritura muestra un jardín de verdad con ranas de cartón, que es el título que eligieron Xavier Robles como director y Marga Carnicé y Mikel Gurrea como guionistas para el documental «Un jardín de verdad con ranas de cartón» editado en deuvedé en el libro Ronda Marsé (Ed. de Ana Rodríguez Fischer. Canet de Mar, Barcelona, Editorial Candaya, 2008), del que ya hablé aquí. En Noticias felices en aviones de papel el jardín sigue siendo Barcelona, el barrio de Gracia, el número 7 de la calle Congost donde vive Bruno, el chaval protagonista del relato, con su madre Ruth, una de las ranas de cartón de esta obra denominada «novela breve» —setenta y dos páginas de texto— quizá solo por razones de mercadotecnia editorial, a la espera de una nueva entrega novelesca de la que el autor lleva ya cien páginas «bastante acabadas» y de la que ha dicho que se titulará Una puta muy querida. Ya veremos. Al agrado ahora de leer Noticias felices... se suma el gusto de una edición cuidada e ilustrada con dibujos de María Hergueta. Es muy placentero leer una obra así, en la que uno vuelve a encontrarse con el mundo más marseano/marsista de la mirada de un adolescente sobre lo que parecer ser real o sobre un pasado ajeno; el mundo singular de los personajes del padre o de la señora Pauli, Paulina o Pawlikowska —el libro está dedicado a Paulina Crusat, «que me abrió la puerta», escribe Marsé sobre la mujer que propició que se publicasen sus primeros textos en la revista Ínsula— que son figuras que vuelven a evocar otras parientes en grandes obras como El embrujo de Shanghai, Rabos de lagartija o Caligrafía de los sueños. (Atento, Juan; la edición tiene tres erratas, que yo haya visto: «un lupa» por «una lupa» (pág. 37), «me page» por «me pague» (pág. 42) y (pág. 67) «de arroyo» por «del arroyo»). Noticias felices en aviones de papel es otro de esos regalos que salen de la mano de Juan Marsé, que sigue empeñado en hacernos ver, con los pelos y señales de una prosa precisa y trabajada, hasta el más mínimo detalle de una realidad que con él se hace texto. Como en el tiovivo de la vida, cuando unos cabalgan un tiburón y otros una sardina (pág. 19). Qué genialidad del maestro Marsé. Es decir, una realidad que se transforma en un texto literario que engrosa para bien la historia de la novela española de nuestro tiempo. Otro favor que nos hace Marsé a los lectores.

jueves, diciembre 18, 2014

Caducidad


Yo, como el exministro Arias Cañete, veo un yogur caducado en la nevera y no me importa comérmelo; pero he de reconocer que la fecha de éste me inquieta: 31 de diciembre de 2014. No voy a dejar que se pase. Anotación: Anna Ajmátova murió en 1966. Pasternak quiso ligársela. «Si amanece, nos vamos» fue un programa de la SER en los noventa, de Marta Robles.

martes, diciembre 16, 2014

Aquel día... Detroit


Hace algo menos de dos meses que mi amigo Isidro Timón (Villanueva de la Vera, Cáceres, 1961) me pasó una copia de su novela Aquel día... Detroit, y me parece admirable que ya haya ejemplares en papel preparados para su presentación este jueves 18 de diciembre. La aventura tiene su sentido. Se trata de una novela corta por entregas que ha venido publicándose en la página web de la editorial Letras Cascabeleras durante los once últimos días de noviembre y que ha tenido varios centenares de lectores de muy diversos lugares. Aquel día... Detroit es un relato fragmentado en capítulos muy breves —entre las ocho líneas y las tres páginas— en serie decreciente —del 46 al 1— que conforman un conjunto de vidas entrelazadas en el espacio de una gran ciudad que de tal solo tiene el nombre. Cada uno de estos capítulos son secuencias o escenas, gente en acción —actividad cotidiana, más bien. ¿Por qué Detroit?, cabe preguntarse. Los lectores que hasta el momento ha tenido la novela son suficientes para satisfacer el afán de un autor que sabe que la mejor tarea a la que podemos dedicarnos mientras sobrevivimos es hacer amigos, como dice hoy en El País David Trueba. Si se hacen gracias a la literatura, mejor. Aparte de la amistad, lo mejor que me ha dado la mano creativa y emprendedora de Isidro Timón han sido los diálogos y su manera de comprender el acto teatral. Y derivados como el cine. Para mí, eso es lo que tendría que explotar Isidro; también en la novela, en esta novela. Y todavía nos queda conocer un relato entrañable y cercano, El sembrador de adoquines, de próxima publicación. Ya estoy escribiendo... Por el momento, Aquel día... Detroit se presenta este jueves, en el Hotel Alfonso IX (Calle Moret, 20 de Cáceres), a las 20:00 horas. En buena compañía.

domingo, diciembre 14, 2014

Javier Cercas y los maestros de escuela


Álvaro Valverde ha compartido hace poco el enlace de una entrevista con Javier Cercas en Hoy el pasado viernes 12 en la que el escritor decía que «la catástrofe de España desde el siglo XVI es que se ha maltratado a fondo a los maestros». No va a ocurrir; pero el día que la nota de corte para cursar estudios de Magisterio sea un once o un doce, entonces, este país empezará a cambiar. Una hipotética e incierta razón de Estado que conviene no dejar de recordar, machaconamente, a los que gobiernan y a los que aspiran a hacerlo. E insistir, a costa de repetir siempre lo mismo, con más firmeza, y repetirse, como yo ahora al volver a citar aquellas palabras de José Manuel Blecua, ya exdirector de la RAE, en una entrevista con el periodista Juan Carlos Soriano, publicadas en la revista Turia (núm. 100, 2011-2012): «Reivindico esa labor, incluso social, del profesor de instituto, ya que creo que, junto con el maestro de enseñanza primaria, son piezas vitales de la educación de un país. Luego la Universidad tiene sus alicientes, pero no es comparable. El progreso en el conocimiento resulta enorme a esa edad. Usted toma a un alumno de diez años y lo devuelve a la sociedad con dieciocho, convertido en otra persona completamente distinta. ¡Cómo no va a ser apasionante ese trabajo!».

viernes, diciembre 12, 2014

La ley mordaza


Ayer se aprobó en el Congreso y solo con los votos del PP la nueva Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana. Yo creía que el gobierno no debía actuar nunca contra los ciudadanos, que tenía que estar para garantizar sus derechos; pero debo de haberme quedado anticuado: «El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen». Cap. III. Art. 13 de la Constitución de Cádiz de 1812.

jueves, diciembre 11, 2014

Caxade


Desde hace unos días, José Miguel López ha venido haciendo la crónica en Discópolis (Radio 3) de parte de lo que fue la Feira das Industrias Culturais «CulturGal» de Pontevedra, celebrada entre el 5 y el 7 de este diciembre de 2014. Me ha sorprendido este grupo gallego, el cuarteto Caxade, que puede escucharse aquí en una pieza que poco tiene que ver con lo que escucharon quienes estuvieron el sábado 6 en el Auditorio del Pazo da Cultura en Pontevedra, cuando tocaron con la Banda Recreativa e Cultural da Bandeira, compuesta por sesenta músicos. Me han gustado. Por lo que tocan y lo que dicen. Muy bueno, bueno de verdad, dijo José Miguel López, como acostumbra. Con razón.

miércoles, diciembre 10, 2014

Principio de incertidumbre


Me pregunto si alguien ha leído esta novela de David Matías, Principio de incertidumbre (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2012). Sí, sé que ha habido gente que la ha leído; incluso podría dar una docena de nombres y apellidos de los que, con seguridad, han sido primeros lectores, desde quien recibió el original en la Editora hasta la actual directora de la misma que acompañó su presentación, y amigos del autor o el responsable de la dirección de sus trabajos de investigación predoctorales. Lo que realmente me pregunto, pues ya sé que la novela ha tenido sus lectores —que espero sigan aumentando—, es cómo ha sido leída esta primera novela de David Matías para que nadie haya destacado los valores que tiene en el panorama de la narrativa joven de autores de Extremadura, que suena muy pomposo y localista; pero que es lo primero que se me ocurre para situar lo que realmente pasa aquí en literatura. Y subrayo lo de primera novela. David Matías (Galisteo, Cáceres, 1986) la difundió en su blog en abril de 2011 y se editó en papel con fecha de 2012, aunque los primeros ejemplares en librerías se vieron en marzo de 2013. Yo la he leído este fin de semana y estoy admirado por encontrarme con una primera novela tan significativa, tan bien pensada y tan inteligentemente escrita. Con esto y una buena campaña hecha con el ímpetu que da el convencimiento de que los lectores agradecerán el consejo, en otros contextos y en poco tiempo, un libro así se habría convertido en algo más que en una buena recomendación. Es lo que me extraña, que Principio de incertidumbre haya tenido el mismo o menor eco público que cualquiera de los muchos libros que a lo largo de este tiempo se han publicado, por ejemplo, aquí en Extremadura: una presentación en Cáceres, otra en la feria del libro de Plasencia y en un encuentro en el Valle del Jerte, alguna cariñosa mención en la prensa regional o en algún blog... Ojalá me confunda y la novela esté agotada, y le hayan llovido las reseñas en medios nacionales e internacionales... Principio de incertidumbre es una novela que interesa por muchos motivos. O quizá sería mejor decir que interesa por muchos caminos, rutas o vías varias. La de un lector joven —y esto es importantísimo— que puede identificarse con el relato de formación de Dante, el protagonista, con el que tiene unos referentes temporales compartidos y unos referentes geográficos y sociales que podría compartir, al menos aquí, en determinadas zonas de Extremadura —la «conexión rural» de la que habló tan bien Urbano Pérez Sánchez y que no es nueva en la nueva narrativa de autores extremeños. Y un referente de escritor que, compartido por el lector, seguro que puede ser excitante. La vía de un lector de aquí, de Extremadura, que ya está esbozada. También está la ruta o el camino del lector a quien gusta leer una novela que incorpora al propio relato una reflexión sobre la forma y el concepto del relato, y de la vida. Y su ideología. Una novela que muestra al lector recursos —en la manera de narrar y en la disposición de la narración— como las constantes preguntas que aportan una actitud a la voz narrativa, como el cambio de voz si el momento narrado lo exige —ocurre en un capítulo central que termina —precisamente— con «Los otros soy yo», o como el uso de algunas referencias literarias y culturales —Sartre, César Vallejo, Camus, Karl Marx, Hamlet (el grupo madrileño de metal hardcore)...— que se entrecruzan a lo largo del relato dividido en treinta capítulos o secuencias que también ofrecen la variedad de su encabezamiento por títulos, por lemas o por nada. Que no crea el lector que es una novela que no tiene defectos; los tiene, y para eso está la relectura u otra reseña. Tiene también algunas erratas (48, 49, 106, 159, 177) y una trampa ortográfica: «Me acerco al charco junto al que calló Pandora» (185). No dudo que se haya leído Principio de incertidumbre; pero mi manera de leer este libro seguro que no ha sido la misma que la de otros lectores. Lo cierto es que, tanto unos como otro deberíamos volver a leer esta novela. A ver si así sacamos más cosas entre todos de una estupenda propuesta narrativa. Es una primera novela. Y es buena. Esto es muy importante.

martes, diciembre 09, 2014

Contra el olvido de Alberti


© Mandello. ABC
El pasado 21 de noviembre, en el homenaje a Ángel Campos Pámpano en su pueblo, San Vicente de Alcántara, entre las lecturas que se hicieron, una niña pequeña llamada Aitana leyó —muy bien— uno de los poemas de Rafael Alberti dedicados a su hija, Aitana Alberti León (Buenos Aires, 1940). Cuando terminó el acto, me acerqué a ella, con su madre —que también leyó un poema necesario de Gabriel Celaya—, y le dije que me había gustado lo que había leído, y que yo había conocido, no hacía mucho, a la destinataria de aquel poema, a Aitana Alberti, que había estado en Cáceres en noviembre de 2010, cuando vino a la presentación de la edición de la novela de su madre, María Teresa León, Contra viento y marea, que preparó Gregorio Torres Nebrera y que publicamos en la Universidad de Extremadura. Me he acordado de aquello cuando he leído la llamada de atención de Hilario Jiménez en su blog sobre lo que ha escrito hace unas semanas Carlos Carabaña a propósito de que Rafael Alberti no tiene quien lo estudie. También me he acordado de aquello que se escribió hace tiempo de la arboleda al olvido. Ay. En la fotografía publicada en ABC el año pasado, María Teresa León, Rafael Alberti y su hija Aitana, en La Gallarda, Punta del Este (Uruguay), hacia 1948. Por cierto, este sábado se cumple el vigésimo sexto aniversario de la muerte de María Teresa León.

viernes, diciembre 05, 2014

Dieciocho. Last Print Issue


Acabo de recibir el último número de la revista Dieciocho, que, aquí, en este blog, ha salido más de una vez. Me ha llegado con un papel que trae en cuerpo 22 —más o menos— el aviso de «SEND NO MONEY» y debajo la explicación en inglés y en español de que «El presente número de Dieciocho será el último que aparezca en papel. A partir de la próxima entrega (38.1, primavera de 2015) la revista se publicará en formato digital y será completamente GRATUITA. Si desea Vd. estar informado de la aparición de los sucesivos números, envíe, por favor, un mensaje electrónico a dtg@virginia.edu». Es un signo de los tiempos que corren esta conversión del formato de la difusión de un conocimiento que antes solo concebíamos a través del papel impreso. Sin embargo, sería absurdo pensar que el formato puede repercutir en la calidad del contenido. No en este caso, sin duda. Voy a ahorrarme el dinero de la suscripción y también ganaré espacio en casa para otros volúmenes; pero voy a perder el gusto de pasar estas páginas que, desde sus primeros números, han experimentado un cambio para bien realmente notable. Este último número, el segundo de 2014, del volumen 37, lleva su cuerpo de artículos, su informativo «Cajón de sastre bibliográfico» y sus reseñas, y está cerrado con un cariñoso recuerdo firmado por David T. Gies, director de Dieciocho, del querido Russell P. Sebold (1928-2014). Larga vida a Dieciocho en su nuevo formato.

jueves, diciembre 04, 2014

Ferlosio, 87


© Gonzalo Arroyo / El Mundo
Hoy, octogésimo séptimo aniversario de Rafael Sánchez Ferlosio. Felicidades. De «Pecios. ¿Pero ha habido alguna vez 'tiempos felices'?», publicado en El País, el 16 de junio de 2012: «(Libertad de movimientos) Suelo decir que no sé lo que es la libertad, pero como en muchas otras cosas el argumento más sólido que tengo no es más que una alegoría: la de las cuerdas de la marioneta: cuantas más, más libertad.» 

Afonso Cruz en el Aula Valverde


El escritor portugués Afonso Cruz (Figueira da Foz, 1971) interviene esta tarde en el Aula literaria «José María Valverde» de Cáceres, organizada por la Asociación de Escritores Extremeños (AEEX). El autor de la novela Jesucristo bebía cerveza (Alfaguara, 2014), que fue reconocida como Mejor Libro del Año cuando se publicó en Portugal en 2012, hablará sobre su obra y leerá algunos fragmentos en el salón de actos del Palacio de la Isla (Plaza de la Concepción, 2) a las 19:15 horas. Mañana viernes mantendrá un encuentro con los estudiantes de Secundaria y Bachillerato de varios centros de la ciudad en el I.E.S. «Profesor Hernández Pacheco», a las 12:00 horas.

martes, diciembre 02, 2014

'Otrora' Javier Pérez Walias


Si la Antología poética (1988-2003) de Javier Pérez Walias (Plasencia, 1960) que publicó la Editora Regional de Extremadura en 2004 fue necesaria, pues reunía una muestra importante de una producción poética diseminada en libros difíciles de localizar; esta nueva recopilación bajo el título de Otrora. Antología poética (1988-2014), que acaba de aparecer en Calambur Editorial, con la colaboración de la ERE, es una consagración apadrinada por los mejores protectores, un libro vestido con los mejores reconocimientos. El de una colección poética de prestigio, el de las ilustraciones, desde la cubierta, de Juan Carlos Mestre, el de Eduardo Moga con su prólogo «Poesía para no olvidar» y el de Javier La Beira en su epílogo «Sobre una amistad antológica», título que valdría para la expresión del conjunto. Buena manera de terminar un año editorial lleno de excelentes noticias poéticas. Mañana se presenta, a cargo de Eduardo Moga, a las 19:30 horas, en la Biblioteca Pública «A. Rodríguez-Moñino/María Brey» de Cáceres. 

lunes, diciembre 01, 2014

Ferran Fernández en Letras


Mañana martes visitará la Facultad de Filosofía y Letras el poeta y editor Ferran Fernández (Barcelona, 1956), que está en Extremadura por su participación en el aula literaria «Jesús Delgado Valhondo» de Mérida, en donde mañana también hará una lectura a las 20:00 horas en el Parador Nacional. El encuentro con los alumnos de Filología de Cáceres —y todo el que quiera acudir— será a las 12:00 en el aula 7. Ferran Fernández fundó la editorial Luces de Gálibo en 2009, en la que ha publicado a algunos de los autores contemporáneos más destacados de las nuevas generaciones. Ha publicado seis libros de poesía: Lógica sentimental (Barcelona, El Bardo, 1997), Sufrir en público (Barcelona, El Bardo, 2007), Xeografía nocturna (Ribeira, A Coruña, 2008), Peligro de vida. 99 haikus (Málaga, Diputación Provincial, 2008), Guía del odio (Sevilla, La Isla de Siltolá, 2011) y Bolero mix (Gerona, Luces de Gálibo, 2013). Es el editor de la antología Puta poesía (Gerona, Luces de Gálibo, 2010), una selección de textos de más de ochenta poetas en torno al mundo de la prostitución. También se dedica a la poesía visual, la ciberpoesía y la videopoesía, de las que ha realizado un buen número de exposiciones y publicado sus obras en revistas españolas y extranjeras.

viernes, noviembre 28, 2014

Philip Deacon. Homenaje

Con el título «El dulce Moratín fue mi maestro», el Bulletin of Spanish Studies de la Universidad de Glasgow acaba de publicar su última entrega del año 2014 (volumen XCI, números 9-10) dedicada en homenaje al hispanista británico Philip Deacon (Bournemouth, Dorset, 1946), que se ha jubilado como Catedrático de Estudios Hispánicos de la Universidad de Sheffield. Mª Jesús García Garrosa (Universidad de Valladolid) y Gabriel Sánchez Espinosa (Queen's University Belfast) se han encargado de coordinar este número doble y firman la «Introducción» en la que ofrecen un perfil biográfico de Deacon que subraya sus intereses y aportaciones en el campo de la investigación; y también recoge alguna anécdota de sus tiempos como profesor-lector de inglés en la Universidad de Zaragoza; cuando en su colegio mayor el conserje llamaba en voz alta a «Pili de Acón» para repartir la correspondencia. Parecida dificultad experimentó un concejal del ayuntamiento de Zafra que, allá por noviembre de 1987 —cuando tuve la dicha de conocer personalmente a Philip—, decidió llamarle «Felipe» todo el tiempo que pasamos en mi pueblo y el de García de la Huerta, a quien recordábamos en un simposio en el que Deacon deleitó a los asistentes con una ponencia sobre la amistad entre el zafrense y la escritora Margarita Hickey, materializada en una serie de sonetos cruzados entre ambos. Destacado discípulo de Nigel Glendinning, Philip Deacon siempre ha firmado trabajos de factura impecable y de alcance grande, tanto en sus investigaciones sobre Nicolás Fernández de Moratín —que fue objeto de su tesis doctoral—, sobre Luis José Velázquez, sobre las Cartas turcas de Meléndez Valdés o sobre la poesía erótica del siglo XVIII, que será el asunto principal de un futuro libro que todos esperamos ver pronto publicado. Bibliófilo exquisito y tenaz, investigador riguroso y generoso a la vez, amable, tímido, melómano, fino lector, Philip merece el reconocimiento de su profesión, y así lo han entendido quienes han promovido este homenaje en una revista como Bulletin of Spanish Studies en la que un buen grupo de sus amigos y colegas le ha ofrecido su regalo académico. Enhorabuena, magister.

'El impostor' de Cercas y 'El Figón' de Cáceres



...y El balcón en invierno de Luis Landero; porque  esta nueva novela de Javier Cercas también comienza con una crisis creativa y las dudas. Que si escribir una novela sobre un catedrático de metafísica de la Pontificia de Comillas enamorado de una actriz porno; que si una novela policíaca; o que si una novela sobre su padre «que empezaba con una escena en la que yo le resucitaba y nos zampábamos unos huevos fritos con chorizo y unas ancas de rana en El Figón, un restaurante del Cáceres de su juventud donde más de una vez habíamos comido mano a mano.» (pág. 17). Pues no. A partir de aquí empieza la novela, que estoy leyendo. Una nota de lectura. Un inciso. Un recuerdo cómplice de un sitio cercano, un restaurante de aquí que sigue siendo recomendable, como la literatura de Javier Cercas. Sigo leyendo.

miércoles, noviembre 26, 2014

Congreso sobre Feijoo


Con motivo de los 250 años de la muerte de Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), el Instituto Universitario de Estudios del Siglo XVIII que lleva su nombre ha organizado este III Congreso que comenzará, en el edificio histórico de la Universidad de Oviedo, mañana jueves 27 de noviembre, con una conferencia inaugural de Pedro Álvarez de Miranda (Universidad Autónoma de Madrid y RAE) sobre «Los paratextos de las obras de Feijoo», y concluirá el viernes 28 con una de clausura de Francisco Sánchez-Blanco Parody sobre «Feijoo y la Ilustración católica: dos posiciones recientes y una polémica en el pasado». Dos días apretados con sesiones simultáneas de comunicaciones distribuidas en diversas áreas ( Filología y Artes, Ciencia y Filosofía, Ética y Sociedad, Feijoo en su tiempo, La mirada posterior, El universo humano de Feijoo, Feijoo escritor, y La igualdad de los sexos, Pedagogía, Historia) en los que se presentará el tomo I de las Cartas eruditas y curiosas, en edición de Inmaculada Urzainqui y Eduardo San José Vázquez, con la colaboración de Víctor Álvarez Antuña, P. Álvarez de Miranda, Silverio Cerra Suárez (†) y Jorge Ordaz Gargallo. El primer simposio El Padre Feijoo y su siglo se celebró entre el 28 de septiembre y el 5 de octubre de 1964, en el segundo centenario de su muerte, y sus actas se publicaron en los «Cuadernos de la Cátedra Feijoo» en 1966, en tres volúmenes que reproducían las tres grandes áreas de aquel encuentro: La obra de Feijoo, Historia y pensamiento en la España de Feijoo y La lengua y la literatura en el siglo de Feijoo. En el tercer centenario de su nacimiento, en octubre de 1976, se celebró el II Simposio sobre el Padre Feijoo y su siglo, que luego fue libro en dos volúmenes publicados en 1981 por el Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII que hoy organiza esta tercera gran reunión en torno a la figura, las obras y el tiempo del benedictino de Oviedo. Ganas me dan de estar allí ahora; pero no ha podido ser. En la página del Instituto puede encontrarse el programa del congreso y otra información

lunes, noviembre 24, 2014

Juan Goytisolo, Premio Cervantes 2014


© Fotografía de Bernardo Pérez
Me he alegrado mucho al escuchar por la radio antes de comer la noticia de la concesión del Premio Cervantes 2014 a Juan Goytisolo (Barcelona, 1931). Siempre he intentado no resultar petulante cuando he dicho que si a Goytisolo le diesen un premio de los grandes un periodista gráfico que quisiese tomar imágenes de su obra —desde las primeras ediciones de sus novelas hasta un recorte de prensa— se ahorraría mucho trabajo viniendo a casa. Así lo hizo Alex Pachón cuando preparó un documento visual para acompañar la entrega del Premio Extremadura a la Creación a Juan Goytisolo en septiembre de 2005. Me gusta ahora recordar aquello. Una conversación con Goytisolo, a quien llamé a Marrakech, para preguntarle si aceptaría aquel premio extremeño que reconocía toda la trayectoria literaria de un autor iberoamericano. Cuando le dije quiénes lo habían recibido anteriormente (Eugénio de Andrade, Ernesto Sábato, Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Marsé), me dijo que «Si Rafael lo ha aceptado, yo también»; y me parece que añadió que sería el primer premio que le diesen en España. Luego vendrían el Nacional de las Letras de 2008, el Don Quijote de la Mancha en 2010, y el Premio Internacional de Literatura de Formentor en 2012, entre otros. Fue cuando a Ángel Campos Pámpano le premiaron por La semilla en la nieve y cuando en Extremadura existían estos galardones públicos. ¡Cuánto habría celebrado Ángel —mañana es 25 de noviembre— este Cervantes para Goytisolo! Amarilleadas por el tiempo conservo unas páginas de una revista Ozono de 1976 que no sé cómo apareció por casa cuando yo era estudiante de bachillerato y que dedicó a Juan Goytisolo un dossier firmado por Alfonso González Calero, Mauro González Ruano y Rafael Chirbes. Para mí representan la primera marca de mi apego por su obra, que empecé a leer en la biblioteca municipal de Zafra hasta que me compré mi primera novela de las suyas: Juan sin Tierra. De la mano de Goytisolo he leído gran parte de la mejor literatura en español, desde La lozana andaluza hasta José María Blanco White, de Terra Nostra de Carlos Fuentes hasta la obra de Juan Francisco Ferré. Ahora que se le reconoce con el Premio Cervantes me alegro mucho. Me alegro de que el autor que escribió aquel artículo «Vamos a menos» contra este premio, cuando se lo dieron a Francisco Umbral, lo acepte; a pesar de aquel titular de que nunca lo aceptaría y que estaba dispuesto a firmarlo ante notario. Me alegro de que ahora lo acepte, porque no atenta ni contra su dignidad literaria ni contra sus convicciones éticas e intelectuales de ciudadano. Ya sabía yo que no rechazaría el Cervantes alguien que se ha considerado siempre de nacionalidad cervantina. Nuestro último encuentro fue por un motivo muy grato, la publicación de una edición genética de Paisajes después de la batalla, brillantemente elaborada por Bénédicte Vauthier, hace ahora casi dos años, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Como todas las veces que he visto a Juan Goytisolo, aquella noche sentí que aquel acto era importante. En fin, seré un fetichista; pero el reconocimiento simbólico y mediático —el verdadero de sus lectores ya lo tiene y lo tendrá siempre— a Juan Goytisolo es confirmación del valor de una escritura inteligente, renovadora y crítica. Muy viva. Enhorabuena, maestro.

domingo, noviembre 23, 2014

Noticias


De siete a ocho y media de la mañana han sido tantas las veces que he escuchado la misma noticia política, el mismo corte de una declaración o repetida una frase mal construida de un jugador de fútbol —hablan más en los medios, de largo, que los escritores— que cuando ya en el coche escucho Hoy empieza todo en Radio 3 respiro y siento estar en un paraíso íntimo y vivaz. Parecida sensación a la de la hora de comer cuando leo el periódico y a la cuarta página, aún en Internacional, empiezo a sentir una ansiedad por la insistencia en lo que ya conozco y el hartazgo luego en Nacional sobre el mismo exabrupto, la misma obviedad o la misma mentira que a las siete de la mañana. Y no son ganas, no; es pasión la que siento por llegar a la página de Opinión, a la viñeta de El Roto, al chiste de Forges, al obituario..., y los viernes a las críticas de cine. Ay. Ayer, en el patio renacentista de la Taberna El Tostado de Ávila, por el reclamo en portada de una noticia sobre Juan Marsé me salté casi todo el periódico, incluyendo Babelia (Muñoz Molina), para releer encantado que el autor de Si te dicen que caí sigue diciendo que sigue exigiéndose y que no se conforma con la frase que escribe. Qué ganas de empezar a leer Noticias felices en aviones de papel (Barcelona, Lumen, 2014). Y qué bien leer que continúa firme en su protesta y hasta el gorro de tanto politicastro corrupto, «algunos con una verborrea excusatoria tan burda como insultante», en una hartura que lleva explícito el nombre de José Antonio Monago —estupendo, por cierto, el artículo de Irene Sánchez Carrón de hoy en Hoy— y de la que ya uno pudo volver a saber en la entrevista con Nuria Azancot en El Cultural el pasado viernes 14 de este mes. Me gusta cuando Marsé descombra la literatura de la actualidad y de lo real pedestre, y reivindica la ficción y el soberano artificio sobre una realidad, eso sí, estricta; pero estrictamente inventada. Pura literatura. Por eso siempre serán mejores las noticias de Marsé que las de los patéticos papanatas de todos los días.

viernes, noviembre 21, 2014

Las lecturas de Ángel Campos Pámpano


Como todos los años por estas fechas, en torno siempre al aniversario de la muerte de Ángel Campos Pámpano —el 25 de noviembre de 2008—, la asociación cultural «Vicente Rollano» de su pueblo natal San Vicente de Alcántara promueve un acto en homenaje al poeta y traductor. Tendré, de nuevo, el placer de participar esta noche —a las 20:00 horas en la ermita de Santa Ana— para recordar al amigo y hablar de «Las lecturas de Ángel Campos Pámpano», un recorrido por buena parte de la poesía moderna que se encuentra aludida explícita o implícitamente en su obra, de Fernando Pessoa a José Emilio Pacheco, de Aníbal Núñez a César Vallejo... Fino lector y buen profesor, Ángel siempre incitaba a leer lo que leía —un texto, por ejemplo, de Carlos de Oliveira, cuando anduvo con él— y buscaba confirmaciones de lo leído, como si se apoyase en los otros para reforzar sus reivindicaciones en actos de justicia literaria —qué pedazo de poeta Blas de Otero, decía. Lecturas, pues, de Ángel Campos Pámpano en su recuerdo.

viernes, noviembre 14, 2014

La distància dels noms / La distancia de los nombres


«La distancia de los nombres es un documental sobre la búsqueda que inician cuatro jóvenes universitarios para encontrar a unas personas, que, siendo niños durante la Guerra Civil Española, fueron a un tiempo protagonistas y testigos de un proyecto solidario internacional, sin ser conscientes de ello, y para, una vez localizados, ayudarles a recordar y a revivir aquella experiencia tan importante en sus vidas». Así se presenta en su página web este proyecto emprendido por cuatro estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra: Cordelia Alegre y Clàudia Aragon Tirbió en la dirección, Clàudia Barberà Miró en la fotografía y Nico Martínez Millán en el diseño de sonido y montaje. El documental histórico que han elaborado descubre una lista de protagonistas directos de una experiencia conmovedora llevada a cabo entre 1937 y 1940 por un periodista británico, John-Langdon Davies, que ideó un proyecto internacional para ayudar a niños víctimas de la Guerra Civil española, que, gracias a un sistema de apadrinamiento en el que se significaron algunas personalidades muy conocidas —como Frank Sinatra, Peter Ustinov, Ingrid Bergman o Eleanor Roosevelt— , pudieron vivir en casas de acogida. Realizado sin imágenes de archivo y sostenido en el argumento de la propia investigación y búsqueda de testimonios en el presente, el documental necesita el apoyo de todos los que estén interesados en este buceo en nuestra memoria histórica. La distància dels noms. 

martes, noviembre 11, 2014

Aventura


«—¡No huyáis, cobardes, que un solo caballero es el que os acomete!», bromeé. Fue decir eso y detenerse uno de ellos. Se dio la vuelta, me miró fiero y se vino hacia mí. Los otros también. Y entre todos fue tal la somanta de leches que me dieron que todavía hoy me duran los dolores de aquella estúpida aventura.

domingo, noviembre 09, 2014

Ávidas pretensiones


—¿A ti cómo te gusta el whisky?
—A mí con humo y con putas.
Me he acordado de este diálogo de chiste al dejarle mi ejemplar de Ávidas pretensiones a C., que quiere leer la novela de Fernando Aramburu que fue reconocida con el Premio Biblioteca Breve de 2014. Y es que hay un momento en que el tabernero pregunta: —¿Todos ustedes sois de poesía? Y Juanjo Changa contesta que «estos sí», pero que él es de whisky con hielo. Ahora que me he quedado sin mi ejemplar de la novela y que no tengo referencias precisas, me han dado ganas de poner estas líneas aquí después de unas antiguas notas sacadas durante y después de la lectura. Escribí que hay lecturas talentosas que, sin ser trascendentales, adquieren una notoriedad que ya la quisieran las obras de culto. Ocurre, en mi opinión, digo ahora, con esta novela de Aramburu. Me llegó muy bien recomendada por buenos lectores. Entre una y otra recomendación leí comentarios fiables de Álvaro Valverde y Eduardo Moga, entre otros, como el de, más tarde, Enrique García Fuentes. Y la leí. Luego, una buena lectora de Aramburu, también profesora de literatura, me preguntó qué me había parecido; y coincidimos en que, siendo P el planteamiento, N el nudo y D el desenlace, y que en cada una de esas partes hay diferentes capítulos o secuencias (de 1 a 23; de 1 a 21; y de 1 a 5, respectivamente), en P1 hay —a ojo de buen cubero; aunque quizá venga al caso a humo de pajas—, hay, digo, una felatio. En P3 se folla; en P4, el viejo ciego y la jovencita y la viagra. En P7 se chupa una teta; en P8, la relación de las tortilleras Conchita y Susana; en P13 lo mismo; en P19, el vibrador de Amalia Solórzano (A.S.). La parte escatológica es muy divertida, eso sí; pues al final de P6, hay una ventosidad —un pedo— acompañada de un gorgoteo de diarrea. También está en P23 y en N4. Un poco más adelante, la lluvia dorada de Vanessa sobre la cara del ciego, que recibe con arrobo el pipí de la chica que se descubre poeta. La alusión al intento de penetración anal a Amalia Solórzano hace que Conchita Arroyo diga que ella solo se acuesta con gente a la que ama, y, siendo así, la puede penetrar por donde le plazca. Así. Y me he quedado —insisto— sin referencias, sin ejemplar en el que seguir anotando. Esta novela de Aramburu es extraordinariamente divertida y está escrita con talento, es un «auténtico banquete lingüístico» (García Fuentes) y una brillante ristra de logrados recursos gamberros solo admisibles —por el propio autor— en un registro cómico, como la inserción de la definición de un adjetivo como cenceña... Me gustó encontrarme con esa manera de introducir la referencia a la historia del motorista que se quitó el casco y era el rey (pág. 353); y lo del tabernero...; vuelvo a lo del whisky. Si no fuera por todo esto, o precisamente por esto, no puede ser una sátira del mundo poético español. (Se me ha ido el hilo. Me he levantado a buscar hielo y me he acordado de palabras que suscribo del comentario de Eduardo Moga). Y después de todo esto, a ver cómo convenzo al que sea diciéndole que esto es una sátira sobre el mundillo poético español. —¡Amos anda! Esto será otra muestra de que Aramburu es un buen escritor, que sabe tratar con la lengua. No sé. Sí. Esto sí que es crítica literaria, sin referencias; y jugando, sin prejuicios. Sin humo y sin putas; pero con whisky. Con whisky.

miércoles, noviembre 05, 2014

Presentación de 'Apenas sin palabras'

© Antonio Gómez
Esta tarde, en Malpartida de Cáceres, se presenta el libro de Antonio Gómez Apenas sin palabras. Obra experimental (1980-2013), que ha publicado la Editora Regional de Extremadura. Acompañaremos al autor José Antonio Agúndez, Director General de Promoción Cultural, y un servidor, junto a todos los amigos que quieran acudir. Será en el Museo Vostell Malpartida, a las 18:30 horas.

Luis Cernuda [5.11.1963]


«En los últimos días fue su actuación como la de alguien que estuviera dominado por un presentimiento; no parecía el mismo; recordaba con emoción a sus familiares, nos mostraba retratos, estaba afable, comunicativo. Y fue en casa de mi hija, en la sobremesa de un lunes cuatro de noviembre, donde nos hablamos por última vez. Le vimos levantarse de la mesa como todos los días y dirigirse por el jardín hacia mi casa, en donde se encerraba en su habitación por el resto de la jornada. Debían ser sobre las seis de la mañana del día siguiente cinco de noviembre —hora de México— cuando la muerte le sorprendió en la puerta de su cuarto de baño, en ropas de cama, batín y zapatillas, intentando fumar, con la pipa en una mano y las cerillas en la otra. Así lo encontró Paloma unas dos horas más tarde. Tendido ya sobre el lecho, y como despedida, puse mi mano en su frente. La impresión de todo esto es algo indescriptible. A los niños se les ha dicho que tuvo que irse a Veracruz a dar unas conferencias; las criaturas se obstinan en que volverá estas navidades.» (Concha Méndez, «Luis Cernuda», Ínsula, núm. 207, febrero de 1964, pág. 13. Cito por Luis Cernuda. Álbum. Biografía por James Valender. Iconografía por Luis Muñoz. Madrid, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, 2002, pág. 460).

martes, noviembre 04, 2014

Leer, conversar, escribir


Me quedo con los tres actos de la cita de Bacon con la que la Escuela de Letras de Extremadura (ELE) difunde el encuentro literario que tendrá lugar hoy en el Instituto de Lenguas Modernas de Cáceres (Avda. Virgen de la Montaña, 14. 20:30 horas): «La lectura hace al hombre completo, la conversación lo hace ágil, y la escritura lo hace preciso». Incluso en ese orden, aunque no llegue a afirmar que cada una de esas actividades consiga ese efecto. Me conformo con que la tertulia que mantendrán cinco escritores —Malén Álvarez Franco, José Mª Cumbreño, Pilar Galán y Jesús Mª Gómez Flores, con José Luis Bernal de moderador— sirva para afirmarse en la lectura, venerar la escritura y conversar. No es mal momento este para recordarlo, cuando se inaugura un nuevo curso de la ELE.

jueves, octubre 30, 2014

Más allá, Tánger. En Cáceres


Mañana viernes 31, a las 19:30 horas, en la Biblioteca Pública de Cáceres, tendré el gusto de conversar con Álvaro Valverde sobre su libro Más allá, Tánger (Barcelona, Tusquets Editores, 2014). El encuentro lo organiza la Asociación Cultural Norbanova, en sus ciclos del «Aula de la palabra», que alienta entusiasta Jesús Mª Gómez Flores, su presidente.

martes, octubre 28, 2014

Concierto de Son del Rosel


Isabel Ródenas y Maribel Rodríguez Ponce llevan años poniendo colores con sus voces a los aires culturales de esta ciudad y de otros sitios. Ahora llegan para cubrir en parte el vacío que aquí ha dejado un Festival de Música Antigua que se celebró durante trece años y que alguien ha considerado que ya se puede prescindir de él por costoso, por elitista o por nada rentable. He revisado en este mismo blog algunas presencias de la música antigua en Cáceres y me salen hechos realmente sobresalientes: aquella actuación de Gustav Leonhardt aquí mismo y gratis; o el festival de 2007. Son del Rosel, el grupo de Maribel Rodríguez Ponce (contralto) e Isabel Ródenas (soprano), va a ofrecer un recital este viernes 31 de octubre a las 20:00 horas en el Auditorio «San Francisco» de la Institución Cultural «El Brocense» de Cáceres. Serán dos voces femeninas acompañadas por dos claves y una viola de gamba, que van a interpretar piezas de autores italianos «En torno a Monteverdi», una figura revolucionaria (1567-1643) entre estilos y épocas musicales, al decir de las promotoras del acto del viernes. Lástima no escucharlas; me coincide con otro acto en el que también habrá letra y música: la presentación del libro de poemas Más allá, Tánger, de Álvaro Valverde.

lunes, octubre 27, 2014

José Manuel Díez, Premio Ciudad de Burgos de Poesía


© Asociación Norbanova
Esta mañana he recibido la llamada de un emocionado José Manuel Díez (Zafra, 1978) que me decía que acababa de comunicarle por teléfono José Manuel Caballero Bonald, presidente del jurado, que había sido galardonado por su libro Estudio del enigma con el XLI Premio de Poesía Ciudad de Burgos. Me alegra mucho tanta alegría. No es la primera vez, claro. En marzo de 2013 me pasó lo mismo: una llamada entusiasta de José Manuel —yo estaba en Badajoz— por el Premio Hiperión para Baile de máscaras, que luego tuvo tan buena acogida. Ahora renuevo aquella sensación, mi estima por un poeta tan cercano, y recupero entre mis papeles aquel mecanoscrito de casi sesenta folios que se titulaba Teoría del enigma y que estaba estructurado en tres partes —tesis, antítesis y síntesis—, sobre el que anoté a propósito del último poema —que no sé si seguirá ahí— que merecía la pena llegar hasta él: «Qué improbables principios, qué silencios, qué músicas / han debido cumplirse / para que este poema / nos forme, nos congregue, nos descubra, / nos haga comprendernos, / todo en uno.  / Y yo sea el poeta, / y tú el lector. / Y, al fin, / nos encontremos». He leído que este jueves a la tarde le entregarán el premio en el Teatro Principal de Burgos y que el libro lo publicará Visor. Felicidades.

sábado, octubre 25, 2014

11-M y literatura


A veces me quedo como tonto pensando en lo mucho de fortuito que tiene la vida. Este verano mencioné aquí un libro de Pedro Provencio que he tenido ocasión de leer después. El caso es que tan solo en su momento me di cuenta de lo que estaba haciendo cuando por primera vez lo abrí, recién comprado, y comencé a leer. Estaba en la estación de Atocha de Madrid, escenario atroz del motivo que provoca un libro como Onda expansiva (Madrid, Ediciones Amargord, 2012). No suelo viajar en tren; pero ese día lo hice. El libro está ahora sobre mi escritorio porque quiero escribir algo sobre mi lectura, a la que me incitó Olvido García Valdés cuando dio su conferencia en Trujillo a finales del pasado junio. Y es ahora cuando, ayer mismo, me llega la nueva novela de Alonso Guerrero, Un día sin comienzo (Mérida, De la luna libros, 2014), compuesta por treinta y nueve capítulos —los cuatro últimos en blanco— que son los treinta y seis minutos previos, desde las siete de la mañana, a las explosiones en Atocha el 11 de marzo de 2004, más los tres minutos de las bombas —las de Atocha en el minuto 37, las del Pozo y Santa Eugenia en el minuto 38, y las últimas casi en Atocha en el minuto 39. Me ha parecido ver la extraordinaria fuerza del libro de Provencio en el de Alonso, que acabo de empezar; y no he podido evitar comparar los nombres de los personajes de cada uno de sus capítulos con la lista de 191 poemas o víctimas de Onda expansiva, y comprobar que Eva Belén es Eva Belén, que Victoria es Victoria, que Ángel es Ángel, que Juan Pablo es Juan Pablo... Ya leo estremecido.

jueves, octubre 23, 2014

Más allá, Tánger. En Madrid

Se me pasó anunciar la participación de Antonio Rivero Machina en el Ciclo de Poesía Lorca vivió aquí, en el que hoy estará Álvaro Valverde con su libro Más allá, Tánger, presentado por el poeta salmantino Andrés Catalán. A las 19:00 horas, en la Casa del Libro de Alcalá, 96. Lástima. Ayer pasó uno por allí.

domingo, octubre 12, 2014

El balcón de Luis Landero


Desde que puse aquí que se había publicado el nuevo libro de Landero no sé cuántos lectores habrán quedado tan entusiasmados como yo con su escritura. Muchos. Y es que se mire por donde se mire... Se mire por donde se mire, este balcón de Landero da a los paisajes de la memoria; pero también a los lugares más significativos de sus novelas; y tiene vistas a una poética de la escritura que el propio autor ha desarrollado en otros escritos memorables. Lo vivido y lo imaginado, si cabe el distingo cuando lo imaginado se vive de la manera en que lo hace alguien como Luis Landero.
A pesar de que ni en la agenda de Tusquets Editores ni en el panel de actividades de la Biblioteca Pública «A. Rodríguez Moñino/María Brey» de Cáceres se menciona, me aventuro a anunciar aquí que el libro de Luis Landero, El balcón en invierno (Barcelona, Tusquets Editores, 2014), se presentará el miércoles 15 de octubre, a las 19:30 horas, en el Salón de Actos de la mencionada biblioteca cacereña. Intervendremos —conversaremos— en el acto Luis Landero, Gonzalo Hidalgo y un servidor. Lamento —si es así— ser el primero en difundir una actividad que está programada desde hace más de un mes, justo cuando la novela de Luis Landero salió a la calle, cuando él dijo que quería que este libro se presentase en Extremadura. Así será este miércoles.

sábado, octubre 11, 2014

Protocolos

© Thomas Peter
© EFE
Hasta que demos con un antivirus eficaz, hay que esmerarse en las medidas para evitar el contagio. Una parte del protocolo activo para el letal ébola bastaría. En primer lugar, el aislamiento, y luego limpieza extrema, desinfección, vigilancia, y que todo el material sea desechable, como los tipejos en los que se haya usado.