martes, octubre 22, 2013

Sed de 'La sed de sal'

Álvaro Valverde ha publicado este avance de la nueva novela de Gonzalo Hidalgo Bayal, La sed de sal. Viva la palindromía.

lunes, octubre 21, 2013

Lo que no está escrito


Terminé de leer esta novela de Rafael Reig, Lo que no está escrito (Barcelona, Tusquets Editores, 2012), no hace mucho, aquí mismo; pero me acompañó durante unos días lejos de aquí y cerca del mar. La tengo asociada a unas coquinas. En fin, que me gustó. Sí, me ha gustado la novela de Reig. Se la regalé a Carmen sin saber que uno de los personajes principales, precisamente el personaje lector, se llama igual. Y no solo eso, sino que se identifica con las iniciales de C.M., las de C.M. Me gustó esa coincidencia y me imaginé a C. leyendo como C. la novela que Carlos —o sea, yo— le deja porque «Quiero que tú la leas». Fue uno de esos regalos que uno luego disfruta tanto o más que la persona regalada; como el que llega a la casa de un amigo con el presente de una botella del whisky preferido por el que lo regala. Y lo del whisky para esta novela de Reig viene pintiparado. Por cierto, este apunte es el primero —siento que tenga tan poco fuste— de otros que estoy montando sobre novelas... Sin intención de crear expectativas. Mi opinión sobre algunas novelas de lectura reciente; sobre el género, lo que uno, como lector, pide a esto que hoy sigue dando nombre a lo que escribe un novelista; pero también a lo que escribe un presentador de televisión, una cantante o una periodista de fama. Ay, qué tendrá la novela. Ay, lo que no está escrito.

sábado, octubre 19, 2013

Anfibologías


Me lo recordó la lectura del otro día en El País del titular «Londres nombra ministro para Escocia a un halcón», que en la edición digital del periódico a las seis de la tarde pasó a ser «Londres asciende a ministro para Escocia a un político combativo». La segunda de las dos únicas acepciones de halcón en el Diccionario de la Academia dice así: «En el ámbito político, partidario de medidas intransigentes y del recurso a la fuerza para solucionar un conflicto»; y es la que está tras la propuesta de político combativo con la que el periódico quiso evitar una hilaridad no buscada y devolver al titular su serio e inquietante significado. Y lo que me recordó el titular fue aquel otro de «Encarcelado en Francia un canguro por pederasta», que tenía anotado en un cuaderno desde que lo leí también en El País hace más de dos años y que también cambiaron al de «Encarcelado en Francia un canguro acusado de pederastia». Ay, Gracián y su «significar a dos luces». Qué lejos esta ambigüedad de tan concluyente noticia como «Liberan a burro encarcelado en Chiapas».

jueves, octubre 17, 2013

Crisis en el Ateneo


El Ateneo de Cáceres está pasando por dificultades económicas y en la última asamblea de socios se ha tratado su posible cierre y desaparición. Su presidente, Esteban Cortijo, me hace llegar estas consideraciones para que las difunda:

«El Presidente del Ateneo, su Junta Directiva y los socios asistentes a la Asamblea entendemos
1) que en estos últimos 13 años hemos hecho día a día una realidad de lo que desde hacía más de 70 años estaba dormido en el sueño de quienes fundaron el primer ateneo de la ciudad en 1925 con Publio Hurtado a la cabeza.
2) que el Ateneo de Cáceres establece una red con miles de ateneos similares en el mundo iberoamericano que, aunque sus directrices tengan una gran diversidad ideológica, su nombre común siempre significa diálogo, respeto e investigación.
3) que para realizar sus objetivos no se puede reclamar más esfuerzo económico a sus socios.
4) que dada la gran cantidad de recursos que absorbe sólo el mantenimiento de la actual sede, hay que seguir intentando una nueva que sea más económica y más céntrica.
5) que dados los cuadros sobre el futuro económico que se repartieron y dadas las dificultades que ponen las instituciones para que las posibles ayudas se puedan utilizar en gastos de mantenimiento, a) se comprometan todos los socios en una campaña de captación de socios y logren al menos una nueva inscripción y b) que quienes quieran aportar alguna cantidad por mínima que sea, que lo hagan en el número de c/c abierta a nombre del Ateneo en Cajalmendralejo para evitar posibles confusiones con el movimiento de la cuenta habitual en Caja de Extremadura. Ambas perfectamente controladas y visadas por la Junta Directiva.
 6) que la Junta Directiva, dado lo poco efectiva que ha sido por ahora la ronda de conversaciones mantenida en los últimos meses con las instituciones, intente de nuevo concretar algún convenio en el que se materialice su compromiso con el Ateneo en igualdad de condiciones con otras instituciones similares —si las hubiera— y que estas instituciones y, en su caso, fundaciones valoren el trabajo continuado y diario que realizamos, sin contar los grandes eventos, más de 200 personas a la semana, haciendo evidente que el Ateneo no es un proyecto sino una realidad viva, dinámica y necesaria.
7) que el Ateneo no puede renunciar a sus objetivos de ofertar una cultura crítica y de calidad dedicando sus recursos humanos y materiales no sólo al trabajo diario de una formación permanente en diálogo con personalidades de todos los ámbitos de la cultura, ya sean extremeñas o de fuera de nuestras fronteras. Ámbitos en los que con frecuencia los ateneístas han sido y son pioneros, sobrepasando lo puramente popular, como ocurre todas las semanas en las secciones de filosofía, historia, ajedrez, música, teatro, astronomía y otros talleres que cambian con los años según la demanda.
8) Por último, queremos que quienes asistan a cualquier actividad del Ateneo se vean libres de verdad, participen sin complejos y puedan decir en voz alta que esa mezcla de saber y concordia que allí se respira, dentro de las discrepancias normales con ponentes y compañeros, es algo de lo que no pueden prescindir.» Firmado: Esteban Cortijo, con quien se puede contactar en la dirección presidente@ateneodecaceres.es

martes, octubre 15, 2013

Manolo Ariza


© Tomás Aparicio Paniagua
En la madrugada de hoy ha muerto Manolo Ariza, antiguo profesor, compañero en la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres y entrañable amigo. Manuel Ariza Viguera (Madrid, 1946-Sevilla, 2013) era Catedrático de Historia de la Lengua Española en la Universidad de Sevilla. Desde 1975 hasta 1989 fue profesor en la Universidad de Extremadura, en donde organizó el I Congreso Internacional de Historia de la Lengua Española, celebrado en Cáceres en 1987. Autor de libros como Enrique Jardiel Poncela en la literatura humorística española (Editorial Fragua, 1974), Comentario lingüístico y literario de textos españoles (Editorial Alhambra, 1981; junto a Joaquín Garrido Medina y Gregorio Torres Nebrera), Antología de la prosa medieval (Editorial Alhambra, 1986 y Biblioteca Nueva, 1998), Sobre fonética histórica del español (Arco/Libros, 1994), Comentario filológico de textos (Arco/Libros, 1998), Insulte usted sabiendo lo que dice y otros estudios sobre el léxico (Arco/Libros, 2008), escribió numerosos artículos sobre lengua literaria, principalmente de autores medievales, sobre onomástica, sobre dialectología o sobre fonética histórica. En 2008 el Servicio de Publicaciones de la UEX editó sus Estudios sobre el extremeño, que reunían sus principales trabajos en torno al habla de Extremadura desde 1980 a 2007. En julio de ese 2008 difundí en este blog con su permiso una carta que dirigió a la Ministra de Ciencia e Innovación Cristina Garmendia en la que protestaba por una injusta resolución de la Comisión Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora (CNEAI) —ay—, revisada y, finalmente, favorable al profesor que había solicitado su último sexenio de investigación después de casi cuarenta años de dedicación. Le conocimos en el aula, como buen docente, apreciadísimo por todos sus alumnos. Le recuerdo en el salón de su casa, cuando nos dio las notas finales a un grupo de sus estudiantes de último curso, de Historia de la Lengua, en su casa de la calle León Leal, adonde acudimos con un exceso de confianza que nunca era tal con Manolo. Quousque tandem abutere, Ariza, patientia nostra?, le escribió Pilar Nieves con retranca ciceroniana quejándose —agradecida— por lo mucho que nos hacía trabajar, junto a su inseparable Antonio Salvador Plans. Inteligente, afable, irónico, chistoso y divertido, quiso hasta el último momento irse sin provocar ni duelos ni penas. Su inquietud y su chispa desinhibida le llevaron a escribir cuentos jocosos —su amigo Dam le inspiró el de Recuerdos de la adolescencia: la mosca desalá que le publicamos en la revista Residencia en 1987—; y llegó a reunir buena parte de sus versos escritos desde finales de los años sesenta hasta los ochenta en el libro Poemas sin querer (Cáceres, 1990), en donde había sonetos —uno dedicado a su hija Raquel—, algún caligrama al lado de un romance, e incluso una «Elegía a la mujer perfecta», con toda la coña seria que desprendía Manolo. 
© Yolanda Pérez Lorenzo
Cuando presentó sus Estudios sobre el extremeño aquí en Cáceres en febrero de 2009 —la fotografía es de ese momento, con Antonio Salvador—, Mercedes Barrado, del diario Hoy le hizo una entrevista —de la que se hizo eco Álvaro Valverde— que rezumaba sabiduría y sentido común, con su pizquita de gracia. No tanta le provocaban ciertas cosas que no callaba. En septiembre de 2011 envió una carta a El País que titularon «Reciclar» y en la que —políticamente incorrecto— se quejaba de tener que pagar por la recogida de basura y de contribuir con la suya al negocio del reciclaje. Genio y figura. La de un profesor ejemplar y un hombre todo corazón rodeado de amigos que dejó expresada su voluntad de donar su cuerpo a la ciencia. Así, sin duelo.

Amistad a lo largo


© Iván Hernández. El Periódico Extremadura
Es el título de un poema de Jaime Gil de Biedma del que muchas veces me he acordado en situaciones similares a la del jueves pasado en la presentación de Cristalizaciones de Basilio Sánchez. Me parece que Gil de Biedma lo escribió con veintitrés años, y encabezaba su libro Compañeros de viaje. (Encima, con ese título). Lo que quiero decir es que cuando Basilio Sánchez presenta un libro y lee sus poemas en Cáceres, en donde nació, no sólo sucede un acontecimiento socio-cultural que llena salones de actos con aforo para más del centenar de personas, sino que tiene lugar una representación reconfortante de la amistad. Es, entonces, más que un acto literario, de alto contenido literario, como siempre ocurre si se trata de una obra de Basilio Sánchez; es una celebración. Y entonces es cuando me acuerdo de ese poema y de lo de «Sólo quiero deciros que estamos todos juntos»; y es pensar en ese verso y ver a Basilio rodeado de tanta familia y amigos, tantos conocidos, tantos compañeros... Lo he vivido junto a él en varias ocasiones, gracias al premio de su confianza, y he sido, como el jueves pasado, testigo privilegiado de cómo un modo de entender la poesía puede repercutir en una manera de estar en la vida. Finalmente, el grupo de amigos de tantos años, los de siempre, se queda para tomar unas cervezas y picar algo. Están casi todos acompañando al poeta y amigo. Charlan y la conversación discurre por lo más trivial y cotidiano. Y, hablen de lo que hablen, se respira más literatura que en cualquier deseable mentidero de letraheridos o presunta tertulia de escritores.

martes, octubre 08, 2013

Cristalizaciones (III)


La noticia aquí de la aparición de este libro de Basilio Sánchez y el enlace aquí a un texto escrito sobre sus poemas son pruebas de mi cercanía al autor y a su poesía. Una más: con él estaremos este jueves 10 en la presentación de Cristalizaciones, a las ocho de la tarde en el Instituto de Lenguas Modernas de Cáceres.

sábado, octubre 05, 2013

Las botas de Isidora Rufete


Acabo de leer un artículo espléndido, muy sugerente, sobre una novela monumental. Se ha publicado en el más reciente número de la Revista Canadiense de Estudios Hispánicos, que dirige Jesús Pérez Magallón en McGill University de Montreal (Canadá). Es de Nil Santiáñez, y lleva ese título de «Las botas de Isidora Rufete», sobre la protagonista de La desheredada (1881) de Galdós. Es un ejemplo brillante de percepción y análisis de un motivo argumental —humano— que se convierte, por mor del arte, en clave intencionada —literaria— del significado de la novela. «Las botas de Isidora Rufete son el equivalente, en la historia de la novela, de la pluma de Benito Pérez Galdós», escribe Santiáñez (pág. 364), casi como una conclusión que ratifica un concepto del novelar, después de una lúcida lectura de la caracterización del personaje a partir de su calzado, de su conflicto entre la realidad y el deseo o de la retórica del paseo sugerida en el texto. Me alegra saber que hay un antecedente en otro artículo de Nil Santiáñez sobre «Las botas de Fortunata», publicado en La escondida senda. Estudios en homenaje a Alberto Blecua (Madrid, Castalia, 2012), y que aún no he leído. Esta manera de interpretar la realidad textual es la que me presenta al buen lector de novelas, tantas veces vistas —y escritas— como si una bota fuese tan sólo una «parte principal del humano atavío», que dijo don Benito.

viernes, octubre 04, 2013

Las ciudades de la llanura


Recuerdo bien cuando salió este libro de José Mª Cumbreño, Las ciudades de la llanura, en la colección de Poesía de la Editora Regional de Extremadura. Más de una docena de años ha pasado y sale ahora una nueva edición que, a juzgar por el sello —Ediciones Liliputienses—  y la colección —Los cuadernos ególatras—, hay que considerar una autoedición. Con prólogo de Basilio Sánchez, «La sal en la mirada». Es un prólogo de poeta de esos que a mí me gustan, pues clarifica la lectura del libro prologado a la vez que desvela algunas claves de la poética del prologuista. Si cuento las banderitas de colores que he puesto en las páginas de este libro, son nueve, de un primer vistazo, los lugares en los que esta edición difiere de aquella de finales de 2000. Hay poemas nuevos, como «El fuerte y la fuerza» o «Zapatos y huellas», que desconozco si son textos en su día descartados y ahora recuperados, o si son textos de escritura reciente incorporados ahora en la relectura de Las ciudades de la llanura. Hay poemas reescritos, como uno de los tres «Goznes» indicativos del tríptico del libro, pues hay otro que modifica su disposición tipográfica. Nada ha perdido esta obra de Chema Cumbreño con los años, al contrario; y me he detenido ahora en su relectura y su collatio después de una conversación con una alumna de máster sobre otro singular concepto de reedición en un libro de Juan Carlos Mestre. Qué cosas.

miércoles, octubre 02, 2013

Recuerdo de 'Triunfo'


Vi ayer en el periódico una esquela recordatorio por el tercer aniversario del fallecimiento de José Ángel Ezcurra. Cómo pasa el tiempo. De mi recuerdo en su día hasta hoy ha sucedido, por ejemplo, la publicación de aquel libro anunciado de Paola Bellomi, Periodismo cultural y compromiso político. Las páginas literarias de Triunfo (1970-1978), editado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura en 2011. Está bien que la memoria de Ezcurra se sostenga en algo tan perdurable como este estudio solvente que, tras abordar algunos aspectos de carácter general sobre el contexto y el sentido de un semanario como Triunfo, realiza un ilustrativo análisis de la crítica literaria en sus páginas, en lo que se refirió a los tres géneros principales: narrativa, poesía y teatro. Cada uno de estos capítulos está lleno de alusiones a interesantes gestos, circunstancias, nombres y polémicas que conformaron la historia literaria española de aquellos años del final del franquismo y de los primeros pasos de la restauración democrática en España. El recuerdo de José Ángel Ezcurra que su viuda, Mª Magdalena García Cervera, sus hijos y toda su familia, junto con los «Amigos de la Revista Triunfo», publicaban ayer en El País, revivió de inmediato mi lectura del libro de Paola Bellomi y me hizo reparar en que no había escrito aquí nada sobre este recomendable ensayo.