lunes, diciembre 31, 2012

Feliz 2013


En un libro de prosas luminoso y extraordinario de Philippe Jaccottet, de 1957, y publicado por primera vez en España por Cuatro-Ediciones hace nada, en 2011, en traducción de Rafael-José Díaz, hay un diálogo entre El otro y Uno en el breve texto que da título a todo el libro, El paseo bajo los árboles, en el que Uno dice que tiene que haber una razón para nuestra felicidad bajo estos árboles. En el fantasmal y rousseauniano paseo de ambos, El otro escucha a Uno cómo habla de la luz como una fuerza inaudita. En otro momento de su obra, Jaccottet escribe sobre el hecho de nombrar las cosas visibles y de cómo ese hecho creaba entre su mente y el mundo "una relación tierna y luminosa, gracias a la cual el mundo dejaba de serme hostil o incluso simplemente de escapárseme para convertirse en fuente, morada y tesoro" (pág. 90). La sensible percepción de este escritor suizo vuelta a leer en un libro como el que nos ofrece Rafael-José Díaz me ha servido en estas horas para desear que todos los días, sin marcas de finales ni principios, sean una celebración de lo valioso que como humanos tenemos: sentimiento y razón. Feliz 2013.

viernes, diciembre 28, 2012

Un palco sobre la nada (II)


Decía que el tiempo es en Un palco sobre la nada el objeto del pacto con el lector, como en toda novela de anticipación (otro nombrecito). Está montada sobre trece capítulos cuyos títulos componen en el índice una suerte de resumen poético del relato que termina en dos secuencias de engañoso utopismo ("Imagine" —la canción de John Lennon— y "Un canto a la vida"); y está escrita en un estilo efectivo, sin artificio, y con un peso muy importante de los diálogos, muy bien dichos, naturales, dentro de lo que cabe en personajes de 2207. Un futuro, sin embargo, demasiado cercano, a juzgar por los últimos acontecimientos: "En 2207 la medicina se había puesto de parte de la gente que podía permitírsela: Viva usted su posteridad, repetían las consignas publicitarias." (pág. 12). Pero futuro, al fin y al cabo; construido en un empeño loable de costumbrismo literario del siglo XXIII en el que al personaje narrador "la comunicación por medio de sonidos puros, en un tiempo que había superado hasta la imagen" se le hace demasiado tosca (pág. 46); en donde un personaje llamado Google ironiza "poniendo en funcionamiento las clavijas que le fabricaban la sonrisa" (pág. 273); en donde existen escáneres de sentimientos (pág. 207), transfusiones de sangre diaria (pág. 109), tarjetas orgánicas (pág. 285) e imágenes de un juego de alimentación cardiaca en la que los plátanos saltan del sombrero de Carmen Miranda, crecen y se dispersan hasta ocupar todos los rincones de la pagoda (pág. 247). Exigencias de un guión novelesco de enjundia, en el que Alonso Guerrero hace suyas las palabras que pone en boca de su personaje: "Ya nadie escribe, pero la escritura, los libros, aunque sea en soportes que restan veracidad a las palabras, siguen dando refugio a los insaciables" (pág. 13); y justifica su labor al tiempo que nos da una clave de la elección de la perspectiva: "El progreso es mirar al hombre lo más lejos posible" (pág. 91). En fin, creo que ésta es una de las novelas más ambiciosas de Alonso Guerrero y también creo que pervivirá como un producto de época, que propuso su denuncia de la dificultad cada día mayor de avances morales en un mundo cada día más deshumanizado. De ahí las constantes alusiones a un pasado remotísimo que es en la acción novelesca nuestra era actual, en un ejercicio de nostalgia con el telón de fondo de la escritura y su pérdida: "La historia se ha muerto ella sola, por inanición. Ya no acontece, ni se contempla. Nadie registra acontecimientos. Nadie la cuenta en bellas narraciones, como antaño" (pág. 306). Canciones como Blowin'in the wind de Bob Dylan, libros como El guardián entre el centeno de J. D. Salinger y uno de sus lectores, David Chapman, películas como El Mago de Oz o Doctor Zhivago,y una de sus actrices, Julie Christie, versos como los de Robert Browning, tan presentes en una novela como Un guijarro en el cielo, de Isaac Asimov, otro invitado a este festín profético —decía Gonzalo Hidalgo en la presentación en Cáceres de esta novela que apenas tiene raíces en la literatura nacional—; y este desfile de cachivaches de nuestro tiempo por las páginas de un libro que mueve a pensar. Que, aunque sea mal, es bueno.

jueves, diciembre 27, 2012

Un palco sobre la nada (I)


Imagen de cubierta: Manuel Acedo
Voy a necesitar más de un apunte para hablar de Un palco sobre la nada, la última novela de Alonso Guerrero, publicada por la editorial De la luna libros, de Mérida, que ha venido editando la mayor parte de la obra de Alonso. Quinientas palabras me parecen muchas para un golpe de vista en un blog. Por eso quizá estoy moviéndome en una media de trescientas o algo así. De mis amigos Concha y Fulgencio, parientes del autor, recibí hace unas semanas Perros del desierto (Sevilla, Editorial Alegoría, Col. Memento Mori, 1, 2012), de Francisco Serrano, un relato que lleva a su cubierta el reclamo exclamativo de "¡Un violento western de ciencia ficción!" Muchas cosas juntas. Ha coincidido con la novela de Alonso y me pregunto si yo soy buen lector de relatos así. Ni bueno ni malo; no frecuento este tipo de literatura si no es literatura de verdad. No quiero prejuzgar, pues solo he ojeado lo de Francisco Serrano. Lo de Alonso Guerrero me parece literatura, buena literatura que se sobrepone a cualquier —otra— adscripción genérica. Menos mal, porque no asimilo presuntas formas de ruptura con apariencia de novela histórica, novela negra o rosa, o de novela de ciencia-ficción (¡vaya nombrecito!); y poco me interesan estos desplazamientos si no están anclados en una profunda reflexión sobre el presente y sobre la escritura del presente, sobre la vida, la única verdad. Ni futuro ni pasado si no es presente que nos explique. Por eso me ha gustado Un palco sobre la nada. Es una novela valiente, que no hace concesiones a la galería del mercado y de los gustos del público (?). Que sabe desde el principio lo que quiere decir, que se abre, como es lógico, con una constatación del tiempo: los dieciocho meses de un suceso y los doscientos años de un personaje. "Alma de niño y huesos de mamut: la paradoja de nuestro tiempo" (pág. 11). Es entonces, cuando leemos la edad de un personaje en la primera página de la novela, cuando todo se transforma, cobra otro sentido, entramos en un terreno literario —supuestamente un género— distinto que logra que la primera palabra del texto, un verbo —"Matar"—, no signifique lo que significa. Así, todo, en esta novela en la que el año 2046 es el pasado remoto.

lunes, diciembre 24, 2012

El nuevo mundo o Feliz Navidad


Esta es mi primera entrada en esta nueva realidad. Todo parece igual desde que se acabó el mundo que vivimos hasta ahora; pero es mera ilusión. Que nadie se engañe. Ya todo es distinto. Se ha metido una rata enorme y negra en el cajetín de los contadores del agua y somos un poco más estúpidos que antes. Menos mal que el viernes pasado Federico Mayor Zaragoza llamó asnos a los asnos y nos recordó que cada día mueren treinta mil niños de hambre. Da igual. Los rincones propicios siguen acumulando polvo; pero somos más violentos, más corruptos, más desleales e infames. Algunos siguen escondiéndose sin dar la cara —pobres— y sigue perviviendo —por los siglos de los siglos, y los mundos de los mundos— lo escrito en aquel prólogo al lector por Miguel de Cervantes: "Pues en verdad que no te he de dar ese contento; que puesto que los agravios despiertan la cólera en los más humildes pechos, en el mío ha de padecer excepción esta regla. Quisieras tú que lo diera del asno, del mentecato y del atrevido; pero no me pasa por el pensamiento: castíguele su pecado, con su pan se lo coma y allá se lo haya." Qué bueno. Incluso en este nuevo mundo. Hoy es la carne en agua fría, quitar la espumilla guarripera y poner luego la verdura (troceada). 3 o 4 horas. Ajo, cebolla, puerros, pimiento verde —cuidado, que es muy fuerte— en la bandeja del horno untada de aceite. Sobre el referido lecho, la carne. Vino, al rato. 1 hora. Pincho antes, por si acaso. Verduras asadas, trituradas, y se sirve en la salsera. Lo quiera o no, es otro distinto el que escribe aquí en este instante en el que deseo que, en este nuevo mundo, me siga sentando tan bien pensar en ti, amor, cuando no estás. Aquí y ahora todo tiene un color diferente y tengo percepciones de una nueva dimensión. Por eso, la primera novela que he terminado de leer en este nuevo mundo ha sido Un palco sobre la nada, de Alonso Guerrero, mis próximas palabras. Feliz Navidad.

domingo, diciembre 16, 2012

Catálogo de la Fundación Gerardo Diego


En la década y pico de existencia de la Fundación Gerardo Diego faltaba esta firme fe de vida que es el catálogo de sus publicaciones. Es lo primero en lo que pensé al recibir este folletito con lomo impreso. Antes, pues, de leer la última entrega de los "Pliegos La Sorpresa" con las glosas, loas y comentarios de un grupo de amigos sobre las Publicaciones de la Fundación Gerardo Diego 1999-2012, en donde Pureza Canelo escribe desde su oeste extremeño y nos desea buen provecho a los lectores del catálogo; Elena Diego dice de éste que es "fe de vida y real presencia del poeta", su padre; y Julio Neira afirma que el Catálogo de una fundación así "es uno de los contrastes más fidedignos del cumplimiento de sus fines". Poco puedo añadir, pues. Es un buen catálogo organizado por sus colecciones, lógicamente; una buena muestra de la labor editorial de una institución. Coordinado por Pureza y al cuidado de Andrea Puente Álvarez, ha salido en compañía de ese pliego La Sorpresa en el que también escriben Carlos Alcorta, José Luis Bernal Salgado, Rafael Fombellida, Juan Antonio González Fuentes, Luis Alberto Salcines y Alberto Santamaría, además del mismísimo Gerardo Diego con su "Defensa de la poesía" (1927). El catálogo es demostrativo de lo hecho y de lo que vendrá. Por ejemplo, la Bibliografía de Gerardo Diego, el facsímile de Favorables París Poemas, un Diccionario de la poesía en Cantabria, de los últimos cuarenta años, la edición a cargo de Rosa Navarro de la Fábula de Alfeo y Aretusa, o el ensayo de Julio Neira sobre Gerardo Diego y la poesía. A pesar de todo, se echa en falta una visión cronológica de la tarea entusiasta de la Fundación con sus publicaciones. Lo resume Pureza Canelo en la nota introductoria; pero no es suficientemente expresiva o ilustrativa del camino recorrido, del correr de los años, para que se observe — sin contar las ayudas a la edición de autores de Cantabria, las colaboraciones editoriales, y los catálogos de exposiciones con piezas de la Fundación GD, que van organizadas por años— que fue 2009 el más productivo, en compañía del anterior y del posterior, en una línea que esperemos no sea tan decreciente como pintan los tiempos.

sábado, diciembre 15, 2012

Más retales


© CMD
Siempre me ha sonado bien 'al aire libre'; mejor que lo del 'aire puro'. Deportes.— Un domingo escuché las declaraciones de un futbolista galáctico excusándose por no estar todavía a su mejor nivel tras jugar un partido oficial. Me imagino en mi primera clase en septiembre disculpándome por no estar fino tras los meses de verano sin clases... Y a mis alumnos diciéndose: —Es natural, estamos a comienzos del curso. Doméstica.— Dice Juan José Millás que el retrete es una "extraña continuación del intestino". Para mí es algo más, el retrete es una especie de culo ortopédico. Público.— En el arte del toreo —tuvo su tiempo—, se aplaude al torero, como es natural; y se aplaude también al toro, si es bueno. Es bonito ese homenaje. Lo que no comprendo es que el rito contenga también el vituperio en pitos al toro malo, una vez muerto. Llama la atención tanto rigor, tanta finura. 

miércoles, diciembre 12, 2012

El oficio de unir


Algunas entradas hay en este blog —una de mayo de 2008 y otra, por ejemplo, de marzo de 2011— que testimonian la relación con la que me favorece una persona como Antonio Sáenz de Miera, que "no es, definitivamente, un ciudadano común", como escribe Francisco J. Laporta en el prólogo al libro que se presenta en Cáceres mañana por la tarde en la Fundación Mercedes Calles-Carlos Ballestero (Plaza de San Jorge, 2, a las 8 de la tarde). Son las memorias de Sáenz de Miera, El oficio de unir —con ese subtítulo de Reflexiones y experiencias de un hombre inquieto—, un extraordinario regalo para conocer mejor a este hombre inquieto que escribe que "Soy ya más pasado que futuro y la verdad es que, mirando al pasado, no me puedo quejar de lo que he vivido, de todo lo que he podido hacer, de las posibilidades que he tenido y de las que, con mayor o menor acierto, he tratado de sacar provecho. No puedo decir que haya hecho todo lo que he querido y como lo he querido hacer, esto creo que casi nadie puede decirlo, pero he logrado una cierta autonomía, una cierta independencia, para tratar de hacer las cosas a mi manera". Así, con todo lo que hay de importante y precioso tras la aparente elementalidad de estas palabras.

Ginebra y Borges


 No hace muchos días estuve delante de esta frase de Jorge Luis Borges puesta en la fachada de una esquina de la Grand Rue de Ginebra, donde vivió el escritor argentino. "De todas las ciudades del mundo, de todas las íntimas patrias que un hombre va buscando y mereciendo en el curso de sus viajes, Ginebra me parece la más propicia a la felicidad". No sé si la traducción es correcta; la foto, desde luego, no. A la vuelta, me acordé de John Berger. Curioso: de Borges a Berger, que un día fue a Ginebra a visitar la tumba de Borges. Berger, que escribió que la mayoría de las conversaciones y los argumentos políticos tiene poco que ver con la vida verdadera de las personas. La similitud gráfica de los nombres y apellidos de tan extraordinarios escritores no les acerca ni ideológica ni literariamente; pero a mí me ha bastado para relacionarlos.

lunes, diciembre 10, 2012

Cinema memoria

Creo que hay un proverbio que dice que un libro cerrado es un amigo que espera. Puedo añadir que un libro cerrado también puede ser una caja para los caudales de la memoria. Por lo que con el tiempo puede guardar bien preservado: una antigua servilleta, billetes, entradas de teatro, de cine, flores secas...  Sólo entre las páginas de un libro puede conservarse tan bien tan frágil material efímero. Entre las de la Introducción a la semántica, de Ángel Raimundo Fernández González, Salvador Hervás y Valerio Báez (Madrid, Ediciones Cátedra, 1977), que compré un diecisiete de enero de 1981, he encontrado este papel volante con el anuncio de una sesión del CineStudio de Cáceres, en el Cine Capitol, por aquellos ochenta. Ahora es fácil saber qué película fue Testigo silencioso (1978), de Daryl Duke, con Elliot Gould y Susan York; pero yo no recuerdo que la vi hace treinta años. Y En busca del fuego (La guerre du feu), de Jean-Jacques Annaud, de 1981, que estrenaron por aquella época. Que recuerdo mejor; quizá porque la he visto más recientemente. Hoy, el único cine que hay en Cáceres ofrece más películas que todos las salas juntas que había en esta ciudad en aquel año en que vimos Testigo silencioso, incluso con sus cuatro pases de 5, 7, 9 y 10,45. Pero no es lo mismo.

viernes, diciembre 07, 2012

En la casa


La próxima semana se celebrará en Sevilla el XI Salón Internacional del Libro Teatral que organiza la Asociación de Autores de Teatro —hace cuatro años que se celebró aquí en Cáceres—, y parece que con ese motivo el dramaturgo Borja Ortiz de Gondra publica hoy en El Cultural una invitación a leer teatro. Una casualidad. Porque el autor de Duda razonable, que acaba de publicar la editorial Ñaque, alude a una película francesa de éxito en cartelera basada en una obra teatral de un autor español vivo. Ayer, precisamente, fuimos a ver esa película. En la casa (Dans la maison), la película de François Ozon basada en la obra de teatro de Juan Mayorga El chico de la última fila, que podría haber sido perfectamente el título para su distribución en español; creo yo. Cuando me la recomendaron unos amigos, no sabía que era una adaptación libre de la obra de Mayorga, que vimos en el Gran Teatro hace más de cinco años, en un montaje dirigido por Helena Pimenta con la interpretación de Ramón Barea en el papel de Germán —en la película, Germain— y de Carlos Jiménez-Alfaro en el papel de Claudio —en la película, Claude. En este blog hay dos entradas relativas a Mayorga y a su obra. Las he releído y rememoro ahora las sensaciones que suscitó aquel montaje de UR Teatro; y siendo la película buena, con muy buena interpretación, muy sugerente en el conjunto, no llega a mostrar esa cercanía —ese interés social— que yo experimenté en el patio de butacas del teatro. Cuestión de géneros. Eso sí, el cine parece que potencia el juego entre realidad y ficción, o, dicho de otra forma, juega más con la potente mezcla de ficción y realidad; enseña de otra manera esta lección de hacer de la realidad materia novelable y expone con la amenidad del relato por entregas —las redacciones de Claude— algunas claves de la escritura. Es una película recomendable que ojalá sirva para remontar El chico de la última fila. 

martes, diciembre 04, 2012

Paisajes en el Círculo


© Foto de Beatriz Gil Burgos, de La huella digital
El pasado viernes, la presentación de la edición de Paisajes después de la batalla resultó un encuentro gratísimo con significadas personas. Aunque tan solo fue un momento; pero intensamente agradable. Me gustó estar en la celebración de los treinta años de una novela que me gusta con la excusa de la publicación de una edición genética elaborada por Bénédicte Vauthier, a quien pude saludar muy poco antes del acto. Una edición espléndidamente editada por Ediciones Universidad de Salamanca, representada allí por la directora de las publicaciones salmantinas, otra cercana colega como María José Rodríguez Sánchez de León, y por Mª Ángeles Serrano, vicerrectora de Investigación de la USAL. Son las mujeres de la foto que ilustra esta entrada y que comparten mesa con Juan Goytisolo, a quien me encantó volver a saludar mientras se disculpaba por el despiste que le llevó a creer que la presentación no era ese viernes sino al día siguiente. Pedro Cátedra, con quien me encontré en la Biblioteca Nacional un par de horas antes del acto y que bien conoce a Bénédicte Vauthier, estaba pendiente del retraso e incluso bromeamos con la posibilidad de que alguien —¿era yo?— se hiciese pasar por otro —¿el monstruo del Sentier?— si Goytisolo no llegaba. Hubo otros gratos encuentros. Conocer, por ejemplo, a Ángel Rodríguez Abad, crítico y poeta —El centinela perpetuo, que no he leído— y colaborador literario  con su "Fondo de armario" en el programa de RNE La noche en vela, de Pilar Tabares. Reencontrarme con el mismo entusiasmo que sorpresa con Gloria y Javier, antiguos alumnos que, al parecer, acudieron al Círculo para rememorar mis clases sobre Paisajes después de la batalla. Y la compañía todo el día de mi compañero Miguel Rodríguez Cancho, historiador modernista, que también disfrutó entre literatos y filólogos. Continuará —amenazo—, cuando termine de leer la introducción, las notas y los materiales que acompañan a esta novela profética de Juan Goytisolo.

miércoles, noviembre 28, 2012

Paisajes

Será en Madrid, en el Círculo de Bellas Artes (Sala Ramón Gómez de la Serna), a las 20:00 horas de este viernes, 30 de noviembre. Paisajes después de la batalla (1982) es una de las novelas de Juan Goytisolo a la que más tiempo he dedicado en mis clases. Ahora, años después de aquellas clases, me veo leyendo los Preliminares y el estudio de crítica genética de Bénédicte Vauthier sobre esta novela, en la edición que este viernes se presenta en Madrid, publicada por Ediciones Universidad de Salamanca. Ejemplar. Estoy disfrutando.

martes, noviembre 27, 2012

Basilio Sánchez en el Aula José Mª Valverde


Este jueves, el poeta Basilio Sánchez intervendrá en el Aula literaria "José María Valverde" de Cáceres. Por la mañana, a las 12:30 horas, mantendrá un encuentro con los estudiantes de Secundaria en el I.E.S. Norba Caesarina; y por la tarde, a las 20:00 horas, en el Salón de Actos del Colegio Mayor Francisco de Sande, hará una lectura de sus poemas. Será un placer volver a estar con él. Con Basilio, siempre, sale reforzada la poesía.

lunes, noviembre 26, 2012

Permitido acarpar


Ayer por la mañana, tras otro paseo por esa "introducción al arte de nuestro tiempo" que es, en palabras de José Jiménez, su comisario, la exposición vigente Juegos de lenguaje del Centro de Artes Visuales Helga de Alvear, el mayor sobresalto nos vino por la visión de una enorme y plástica mole blanca en forma de carpa que ocupa la mayor parte de la Plaza Mayor de Cáceres. Es una gran pista de patinaje sobre hielo. Y una gran barbaridad que hasta principios del mes de enero esta ciudad oculte y limite a visitantes y paseantes propios un espacio público que es uno de sus atractivos, también en las fiestas navideñas. Por la noche hice otra foto. Ver para creer.

jueves, noviembre 22, 2012

Pedro Ruiz & Víctor Infantes


De ser sofá, este libro sería un vis à vis. Veinticinco años de amistad personal, y también académica, filológica y profesional, entre Pedro Ruiz Pérez y Víctor Infantes lo explican. "Para Víctor, sin explicaturas ni dobleces" dice Pedro; "Para Pedro", dice Víctor, dando la nota con una letra del grupo de música rock "Celtas Cortos". La pareja Ruiz & Infantes ofrece aquí una demostración erudita de sus vocaciones filológicas, con muchos puntos de encuentro entre Córdoba y Madrid, sus respectivos sitios. Dos obras de la primera literatura áurea (c. 1515) es el título general de esta obra compartida publicada por Turpin Editores —léase Gráficas Almeida de Madrid y léase José Manuel Martín—, que contiene la edición de las Cartas y coplas para requerir nuevos amores y del cuento Cómo un rústico labrador astucioso con consejo de su mujer engañó a unos mercaderes. La primera es un "diálogo en ausencia" de la voz femenina, requerida por el enamorado, que Pedro Ruiz contextualiza con una lección magistral sobre los géneros epistolares de época, la ficción sentimental o el telón de fondo de La Celestina. La segunda obra, introducida por Víctor Infantes, es un cuento literario con antecedentes folclóricos que, como dice su editor, "tuvo la fortuna de ser codificado como texto impreso y publicado a comienzos del siglo XVI". Conocer los orígenes de esta pieza breve del Rústico labrador y seguir su historia editorial es un ameno paseo por varios siglos con una buena excusa. Tan distintos, tan sugerentes, tan breves y eficaces, ambos textos merecen tan sabio trato como el que les han dado Pedro Ruiz & Víctor Infantes. Por cierto, Pedro Ruiz Pérez estará este lunes 23 en Cáceres, en el aula 4 de la Facultad de Filosofía y Letras, para hablar sobre "La poesía del bajo Barroco: periodización y categorías". A las cinco de la tarde.

miércoles, noviembre 21, 2012

Basilio Sánchez, Premio Ciudad de Córdoba de Poesía


© Lorenzo Cordero, Hoy.
Lo he sabido por el propio Basilio esta mañana. El jurado del Premio Ciudad de Córdoba de poesía, presidido por Pablo García Baena, ha considerado que Cristalizaciones, el libro de Basilio Sánchez (Cáceres, 1958) era el mejor de los presentados. Por unanimidad. Me alegro mucho, porque el libro merece ser reconocido así. Leo en la prensa digital de Córdoba que el jurado ha destacado la conciencia de finitud del libro y cómo "resuena en los versos un sentido de la existencia desde una mirada filosófica que indaga e intuye el fogonazo del instante como la realidad más palpable". Conozco el libro, generoso en su extensión de más de sesenta poemas y sometido a revisión serena, ajeno, pues, a la prisa y a otros impulsos. Y es eso y más. "Resuelto a ser paciente, / a no desdeñar nada por insignificante", dicen los últimos versos del poema "Correspondencias", uno de los últimos de la primera parte, publicado hace poco en la revista Suroeste. Va a ser verdad que el Aula Literaria José María Valverde de Cáceres tiene algo de talismán para los escritores que son invitados a ella. Y es que en este curso, Basilio Sánchez leerá sus poemas el jueves 29 de este mes, en el Colegio Mayor Francisco de Sande, a las 20:00 horas. Cristalizaciones es un gran libro, un ejemplo más depurado si cabe de la clarividencia poética de este autor. Enhorabuena.

Absolución


Me ha gustado mucho la última novela de Luis Landero, Absolución (Barcelona, Tusquets Editores, 2012). La he leído en su mayor parte fuera de España y en tránsito, en avión o en tren; lo que tiene la importancia que tiene por ser esta una novela que parte de la frase de Pascal de que "Todos los infortunios del hombre vienen de no saber estarse quieto en un lugar" y que contiene la propia negación del aserto: "Así, eso es, actuar, hacer, agitarse, caminar contando los pasos, calcular las distancias, y sobre todo no pensar, o pensar solo tonterías […] Cualquier cosa menos quedarse quieto e indefenso ante el monstruo invencible de la realidad, o caer en el error de intentar combatirlo con sus propias armas". Me gusta hablar de los complementos circunstanciales de mis lecturas porque, casi siempre, es un modo de ganar terreno a la insatisfacción y escarbar sin soberbia en pos de la felicidad. Este blog está lleno de esos momentos de goce. La novela de Luis Landero ofrece esas dos caras que siempre tiene la vida y con las que se topa todo aquel que se pregunta por su sentido. Otra anécdota, que, anotada aquí, se me escapa: el mismo día que compré la novela vi en la librería el libro de Patrick Flanery Absolución (Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2012), y me pregunté sobre el porqué de estas coincidencias editoriales. De la Absolución de Landero me gustan hasta los andares. No solo es, como siempre, una delicia su prosa; no solo es un placer leer pensamiento sin grumos —Landero dixit— que atoren el fluir narrativo; ni el gusto por lo cómico o la sabia incorporación de un quiebro sorprendente... Es encontrar en la novela el propio significado de la actitud de su autor. Es volverse sobre la palabra y sobre la necesidad de contar. Y la felicidad. Primero, la del autor —otro Lino, el protagonista— que escribe, que cuenta. Seguidamente, la del lector que lee. Aunque no se esté quieto en un lugar. Qué más da.

lunes, noviembre 19, 2012

Rafael García-Plata

© Lorenzo Cordero. HOY.
 Ha muerto Rafael García-Plata, entusiasta de Extremadura y de los libros. El sepelio será hoy, lunes, a las 16:30, en la iglesia de San Juan de Cáceres.

domingo, noviembre 18, 2012

sábado, noviembre 10, 2012

Preparativos de viaje

"El arte no reproduce lo visible; pero vuelve visible aquello que no siempre lo es"
Paul Klee

jueves, noviembre 08, 2012

Premio póstumo


Tenía unas anotaciones para una futura entrada sobre la nueva Radio Nacional de España que pusiese de manifiesto lo bien que le ha salido al gobierno actual su desembarco en la radio pública tras la modificación del régimen de administración de RTVE, que ha permitido la elección de su presidente sin consenso. Se nota, y mucho; en fin, se escucha. Manuel H. H. o Carlos Garrido se bastan solos para que se note. Y se veía venir que determinados profesionales —Juan Ramón Lucas y otros— y determinados espacios —Esto me suena y otros— iban a ser invitados, sin tener en cuenta sus resultados, a ocupar otro lugar. Que se lo digan a Carlos Santos, tan clásico ahora. Uno de los programas que tenía los días contados, a pesar de sus estertores musicales fuera de temporada, era Carne cruda, de Javier Gallego, en Radio 3. Pues bien, acaban de darle el Premio Ondas 2012 por SER el mejor programa de radio. A título póstumo, hay que añadir. Y por eso, también. Carne, ya, pasada del punto. Lo celebro, a pesar de todo, por Javier Gallego y los suyos.

martes, noviembre 06, 2012

Pessoa y España


Hace ahora diez años que se publicó el libro de Antonio Sáez Delgado Adriano del Valle y Fernando Pessoa. Apuntes de una amistad (Gijón, Llibros del Pexe, 2002). Ahora, agotado aquel, se publica en Portugal, en donde no había ninguna monografía sobre el asunto, este Fernando Pessoa e Espanha (Editora Licorne, 2012), hijo aumentado del primero, nueva aportación de Antonio Sáez sobre las relaciones literarias y artísticas hispano-lusas, que tan bien conoce. No sé dónde he puesto mi ejemplar del libro español, y no puedo ahora comparar aquello con lo que leo en portugués en esta nueva edición, que, tras una nota inicial ("A genealogia ibérica"), aborda "O labirinto do Modernismo/Simbolismo na Península Ibérica", las relaciones de Pessoa y España —principalmente entre 1910 y 1930, las de Adriano del Valle con Portugal y con Pessoa —más su epistolario—, que ocupan la mayor parte del volumen; y otros ejemplos del contacto del poeta sevillano con Portugal, personificados en su paisano Isaac del Vando-Villar o en el portugués António Botto. La verdad es que, aunque se nos hable de hace casi un siglo, sigue resultando reparador volver a leer testimonios de este diálogo ibérico necesario que algunos felizmente siguen empeñados en mantener y acrecentar. Así, experiencias como la de la revista Suroeste, que ando leyendo. Hace unos días, hablaba con Elías Moro y me decía —y lo ha escrito— que no existe ninguna revista que se publique en España en las cinco lenguas peninsulares, en portugués, en español, en euskera, en gallego y en catalán. Benéfico, sin duda. Y todavía algunos se niegan a reconocerlo. Qué cosas.

lunes, noviembre 05, 2012

Julio Borrego en Letras


© La Gaceta de Salamanca
También este miércoles, día 7, a las 12:00 horas en el aula 6 de la Facultad de Filosofía y Letras, el catedrático de Lengua Española de la Universidad de Salamanca, y coautor del libro Aspectos de sintaxis del español (Santillana / Universidad de Salamanca, 2000),  Julio Borrego Nieto impartirá una charla con un atrayente título: "Cuando romper tiene gracia. El caso de las reglas sintácticas". Entre los ejemplos del apartado que tratará sobre las estructuras coordinadas utiliza este: "Se ofrece filólogo o para limpiar o para cuidar niños". Y —que me disculpe por utilizar información privilegiada— este de Jesús Gil (El País, 20/6/1999): "A mis jugadores les dije que o ganaban el partido o les arrancaba la cabeza, a su elección, porque ante todo, soy un demócrata". Hablando de ejemplos, el del profesor Borrego es uno de los más claros para expresar que la sabiduría no tiene por qué estar reñida con la amenidad.

Carmen Camacho en Cáceres


Presentación de Campo de fuerza (Salamanca, Editorial Delirio, 2012) en el Gran Teatro el miércoles día 7. Un enlace.

sábado, noviembre 03, 2012

Lo imposible


Ayer volvimos a ir al cine. Lo imposible. Una película efectista. Una gran expresión del talento de cineasta de Juan Antonio Bayona, que sabe cómo conmover con imágenes y sonido. Lo mejor siempre en estos casos es que uno tenga a su lado a alguien a quien estrechar la mano, por acompañar con el gesto un momento de emoción; pero también por aferrarse a algo en medio de tan creíble infierno de agua, lodo, sangre y viento. Parece que te lleva. Tan creíble que me pareció que la gente se contagió del tsunami y quiso dejar muestras de su paso. La sala grande estaba bien —nos dieron de los laterales— y la media de edad, superior, seguro, a los treinta años. Así y todo, el espectáculo, espantoso. Palomitas por los suelos, vasos volcados, bolsas de plástico entre las butacas... No eran jovencitas las señoras que a nuestro lado removían ruidosamente el fondo de sus bolsas hasta el minuto cien de la película, no. Lo dicho; allí, señoras y señores de edad provecta. Y sucia. Impresionante hasta lo imposible. Así me gustan a mí las críticas del cinematógrafo.

viernes, noviembre 02, 2012

García Calvo


Se despiden Trino, Rueda y Lina, que, en nueve sesiones, han hablado de la Gramática y de la capacidad lingüística del hombre:

T. Bueno, habrá que separarse. ¿Os doy un beso de buenas noches antes de que acabe de salir el sol?
R. Ea, ea, muchachos, que las despedidas no hacen más que confirmar la fe en el tiempo. Vámonos ya adentro, separados los tres y juntos a la vez, a dormir la mañana (quien pierde su mañana, pierde su día —decía el otro) al son de la algarabía —¿oís?— de los gorriones que despiertan en las ramas.
L. Al sueño, al sueño, donde los nombres y los números naufragan.

(In memoriam: Agustín García Calvo, Del lenguaje. Madrid, Editorial Lucina, 1979, pág. 436)

jueves, noviembre 01, 2012

1 de noviembre


"¡Cielos! ¿Qué es lo que escuché? ¡Hasta los muertos así dejan sus tumbas por mí! Mas sombra, delirio fue. Yo en mi mente le forjé; la imaginación le dio la forma en que se mostró, y ciego vine a creer en la realidad de un ser que mi mente fabricó. Mas nunca de modo tal fanatizó mi razón mi loca imaginación con su poder ideal." Incluso prosificado, el Don Juan Tenorio de Zorrilla es un prodigio de lenguaje en verso. Día señalado. Escucho en la radio algunos fragmentos de óperas como Don Giovanni o grabaciones sonoras de diálogos teatrales del Tenorio zorrillesco. Día de Todos los Santos. Hay otras palabras en prosa que tienen la misma dignidad del verso: "Todas estas locuras las pensaba, sin querer, con mucha formalidad. Las campanas comenzaron a sonar con la terrible promesa de no callarse en toda la tarde ni en toda la noche. Ana se estremeció. Aquellos martillazos estaban destinados a ella; aquella maldad impune, irresponsable, mecánica del bronce repercutiendo con tenacidad irritante, sin por qué ni para qué, sólo por la razón universal de molestar, creíala descargada sobre su cabeza. No eran fúnebres lamentos, las campanadas como decía Trifón Cármenes en aquellos versos del Lábaro del día, que la doncella acababa de poner sobre el regazo de su ama; no eran fúnebres lamentos, no hablaban de los muertos, sino de la tristeza de los vivos, del letargo de todo; ¡tan, tan, tan! ¡cuántos! ¡cuántos! ¡y los que faltaban! ¿Qué contaban aquellos tañidos? Tal vez las gotas de lluvia que iban a caer en aquel otro invierno." La Regenta, capítulo XVI. Otro primero de noviembre.

domingo, octubre 28, 2012

Liberales extremeños


Sentí no estar el pasado jueves en la presentación en Badajoz de este libro, importante. La misma tarde que se presentó yo presentaba en Cádiz a don Alberto Gil Novales en su plenaria —"Ilustración, pensamiento utópico y Constitución"— en el Congreso de la SEESXVIII. Fue otra buena manera de estar —precisamente en Cádiz— con el espíritu del acto de Badajoz, en el que intervino Isabel Burdiel, Premio Nacional de Historia 2011, y al que acudieron algunos de los autores de este libro coordinado por mi hermano José Mª. Me consta que su labor de coordinación ha ido mucho más allá de la de recopilar los artículos biográficos del volumen escritos por veintiséis autores y unificar criterios de edición. Mucho más allá. Ha participado, además, con la redacción de las biografías de Marcelino Calero Portocarrero y Francisco Rodríguez de Ledesma, y la lectura de su "Introducción" al volumen, con sus dos cuadros sobre datos biográficos y sobre los principales cargos en la política nacional de los primeros liberales extremeños, es buena prueba de su labor. La Diputación de Badajoz y su Departamento de Publicaciones estarán muy orgullosos de contar en su catálogo bibliográfico con una obra así, modelo para que en otros lugares se haga algo parecido. Parecido porque no creo que otra comunidad autónoma actual cuente para aquel tiempo histórico con cuatro presidentes de gobierno, once ministros —en treinta y dos ocasiones—, cuatro presidentes de las Cortes, cinco presidentes del Congreso de los Diputados, un presidente del Senado, un presidente y cinco magistrados del Tribunal Supremo, tres embajadores y seis jefes políticos provinciales. En fin, para conocer —y bien— las biografías de aquellas veintisiete personalidades de trascendencia política e intelectual, y para comprender mejor una época crucial de nuestra historia contemporánea, aquí está este libro que merece más atención que la de esta breve nota.

 Los primeros liberales españoles. La aportación de Extremadura, 1810-1854 (Biografías). Ed. de José Mª Lama. Badajoz, Departamento de Publicaciones de la Diputación Provincial de Badajoz (Colección Historia, 51), 2012, 684 páginas.

lunes, octubre 22, 2012

Congreso de la SEESXVIII en Cádiz


Cuatro años después de la celebración en Oviedo y Gijón del último congreso —La época de Carlos IV— de la Sociedad Española de Estudios del Siglo XVIII, ésta convoca su quinta reunión internacional, en Cádiz, bajo el lema de Hacia 1812, desde el siglo ilustrado, con la contribución del Grupo de Estudios del Siglo XVIII de la Universidad de Cádiz. Comienza pasado mañana en el Cuartel de la Bomba y durará hasta el viernes día 26 al mediodía. La Fundación Banco Santander, la Sociedad El Arverjal, La Caixa y la propia Universidad de Cádiz han patrocinado este congreso internacional en el que se leerán más de setenta comunicaciones repartidas en una veintena de mesas. Las conferencias plenarias correrán a cargo de reconocidos especialistas como Françoise Étienvre ("Concepto e imagen del pueblo en la Ilustración española"), Jesusa Vega ("La caricatura política, la guerra y la imagen de España"), David T. Gies ("La Pepa se va al teatro"), Alberto Gil Novales ("Ilustración, pensamiento utópico y Constitución") y Alberto González Troyano ("Cádiz, ciudad de destino"). Como se hizo en el anterior congreso con la figura de Francisco Aguilar Piñal, en éste será justamente homenajeado otro dieciochista insigne, el catedrático emérito de Historia Moderna, Antonio Mestre Sanchís, el gran estudioso de Gregorio Mayans a quien debemos el monumental empeño de publicación de sus Obras completas y numerosas contribuciones sobre el polígrafo, y sobre aspectos varios recogidos en libros fundamentales como Despotismo e Ilustración en España (Barcelona, Ariel, 1976), Humanistas, políticos e ilustrados (Universidad de Alicante, 2002) o Los ilustrados, el origen de la imprenta y el catálogo de incunables españoles (Generalitat Valenciana, 2007), entre otros muchos. Será una buena ocasión para escuchar a colegas, intercambiar inquietudes dieciochistas, hablar lo menos posible de la crisis y de la decadencia universitaria, y reencontrarse con amigos en cualquier rincón nutricio de los muchos de esa preciosa ciudad de Cádiz. 

domingo, octubre 21, 2012

Un soneto de Zambrano para Agustín Villar


  SONETO DEL SILENCIO


       
        A la memoria de Agustín Villar



Hoy es la sombra la que apunta el día,
la luz de octubre pasa por mi lado
dejando por mis ojos el airado
limo que fue dejando tu agonía.

Cabe no más la luz de mediodía
abrazada al enojo granizado,
y al precio que te deja lo marcado
cuando la vida es corta y se desvía

a un silencio sin fin y sin desierto.
Toca vivir el aire y, aún despierto,
saber de la tristeza casi hambrienta

que poco a poco tu calor desnuda.
Hoy es todo un final, todo es la muda
respuesta más informe y más sedienta.


José Antonio Zambrano

viernes, octubre 19, 2012

Agustín Villar


© S. García. El Periódico Extremadura (junio 2010)
Anoche murió Agustín Villar Ledesma (1944). Salmantino de nacimiento, llevaba treinta y tantos años en Cáceres, ciudad a la que llegó como funcionario del cuerpo  de Inspección de Trabajo y en la que, desde 1979 hasta 1997, con gobiernos de vario signo, fue Director Provincial de Trabajo. Para mí, como para muchos de mis amigos, Agustín Villar fue un escritor relevante en los años ochenta, autor de un libro extraordinario, singular en aquel tiempo, Seducción de la bruma (1982), también modelo de gusto editorial en una época aún marcada por las carencias en Extremadura. Su nombre, por aquellos años, prestigió premios como el "Antonio García Oriozabala" de la Asociación de la Prensa de Badajoz o el "Constitución" de narrativa, por mencionar los de la región; pues también obtuvo el Premio Internacional de Relatos Miguel de Unamuno en 1991. Brillante y avisado autor de libros poéticos, sugerente narrador que fue de los primeros en adentrarse en el microrrelato en aquellos tiempos, Agustín Villar terminó encontrando en el aforismo, en la verbalización sucinta y espasmódica de su pensamiento, conscientemente rebelde hacia las convenciones de género (literario), una voz que también abrió —con menos eco ya, injustamente— nuevos cauces en la literatura de autores extremeños; y él lo era. A su sombrío estado de ánimo creativo en los últimos años se asomó, en enero de este 2012, la enfermedad, el cáncer que se lo ha llevado. Un sábado de la primavera del último marzo, mientras paseábamos por las inmediaciones de su casa, me mostró su desapego por lo literario en una hora tan grave, su distanciamiento de la escritura. Solo leía, y poco; veía películas. "Es preciso aprender a esperar", parecía que nos decíamos, en sentidos distintos, aquella tarde durante nuestros silencios, mientras él —seguro— pensaba en aquello de "las aspiraciones de un condenado" que escribió en Razón de mudo (Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2008), el libro fundamental de su última época que tomó como subtítulo ese "Es preciso aprender a esperar". Luego hablamos por teléfono; y solo, ya finalmente, con Lola, su mujer, que hablaba de sus temores. Hace demasiado tiempo, hasta hoy. Me acuerdo mucho de él, de Pilar, de sus hijas, de su palabra. "El amor a la escritura puede servir para otorgar unidad y coherencia a nuestros actos", escribió. Cáceres debería rendirle un homenaje civil, literario. Lo merece.

jueves, octubre 18, 2012

En la Nacional


Llevo aquí, en la Biblioteca Nacional, unas cuantas horas, disfrutando de este oasis en el que los que venimos de fuera de Madrid trabajamos con la hora pegada al lápiz —en la sección de Raros— o al ordenador —en toda sección ya. Cuando todo sale bien, cuando uno encuentra todo lo que buscaba y más —siempre más aquí—, siente uno tanta satisfacción que se marcha con pena de dejar este lugar, que, a pesar de tan benéficos adelantos —bendita Hemeroteca Digital; bendita Biblioteca Digital Hispánica; en fin, bendito Catálogo; benditos todos y cada uno de los santos de Google Libros—, todavía sigue siendo ineludible abrevadero de último recurso. He recordado el pasado Día de Reyes y la carta de Juan Mª Marín, que aquí enlazo con gusto. Como con gusto, hoy, entre estos muros, vuelvo a confirmar la diligencia y el buen trato de unos funcionarios que hacen aún más agradable este trabajo gustoso.

miércoles, octubre 17, 2012

Para Elena Diego


Mañana, jueves 18, se presenta, a las 19:30 horas, en la Residencia de Estudiantes de Madrid, el séptimo volumen de la colección "Cuaderno adrede" de la Fundación Gerardo Diego: Para Elena Diego (Edición y coordinación de Francisco Javier Díez de Revenga. Santander, Fundación Gerardo Diego, Cuaderno adrede, 7, 2012). Lo recibí la pasada primavera como un secreto bien guardado gracias a la atención, como siempre, de Pureza Canelo, que intervendrá en el acto de la Resi, junto al alcalde de Santander Íñigo de la Serna Hernaiz, y José Luis Bernal Salgado, Juan Manuel Díaz de Guereñu y Francisco Javier Díez de Revenga, tres amigos que, con Pureza, serán autorizada representación de los quince colaboradores que rinden homenaje a Elena Diego, y que son, además de los citados: José María Barrera López, Irma Emiliozzi, Rafael Inglada, Jacques Issorel, Gabriele Morelli, Rosa Navarro Durán, Julio Neira, Manuel Ramírez, Manuel J. Ramos Ortega, Ramón Sánchez Ochoa y José Teruel. Todos, de un modo u otro, beneficiarios —en orden alfabético— de la generosidad y el rigor de Elena Diego en la preservación y gestión de la obra de su padre. En "Me asomé al archivo de Gerardo Diego", el último texto —por el orden alfabético— de José Teruel, podemos leer una especie de colofón confirmativo de la evidencia que da sentido a este homenaje: "No voy a narrar mi relación con los distintos legatarios de la literatura española contemporánea, pues no aportaría nada: hay de todo. Pero sí necesito contar que en mi trato con el legado y la obra de Gerardo Diego ha sido fundamental la eficiente mediación de su hija mayor Elena Diego Marín: licenciada en Filología Románica, catedrática de Enseñanza Media, traductora de Voltaire y una de las mujeres más finas y discretas que he conocido (los que conocemos a Elena Diego sabemos que delicadeza y discreción son la cabeza visible de una sarta de cualidades que la acompañan con suma naturalidad, tales como bondad, inteligencia y capacidad de juicio: de saber distinguir el oro del oropel, lo vivo de lo pintado)." Palabras que, sin duda, suscriben todos estos estudiosos e investigadores que tan bien conocen ese jardín abierto para muchos que es el patrimonio literario de la Fundación Gerardo Diego y que coinciden, desde tantos puntos —Sevilla, Barcelona, Bérgamo, Cáceres, San Sebastián, Murcia, Buenos Aires, Málaga, Madrid, Cádiz, Santander, Perpiñán o Valencia— en esa rosa de los vientos que es hoy Elena Diego, la que abrió —y no es casualidad— esta colección de cuadernos adrede con un título como La amistad en el Grupo del 27. Finalmente, no quiero dejar de reparar en algo de importancia, en la presencia de Pureza Canelo; tras Elena, el nombre más evocado en esta amistosa concurrencia. 

La maleta de Isidro Timón


Mañana, jueves 18, a las 20:30 horas, se estrena en el Gran Teatro de Cáceres la obra de Isidro Timón La maleta, dirigida por Isidro Rodríguez Gallardo y montada por la Compañía 'Las 4 Esquinas' y los actores Francisco Blanco, José Lucía, Esteban G. Ballesteros, Beli Cienfuegos, Ana Trinidad, Pepa Gracia y María José Mangas. A esa hora estaré fuera de Cáceres, de vuelta; pero con el ánimo con mi amigo Isidro para el mejor de los estrenos. Ya habrá ocasión de verla. Ojalá. Ayer, hace pocas horas, nos escribió a los amigos y nos dijo cosas muy sustanciosas, que retratan a una persona como él: "Amigos, amigas… se acerca el día del estreno de La maleta, un texto que escribí en 2005, cuando todo el mundo tenía derecho a soñar con vacaciones, trabajo, casa, educación… Yo lo escribí pensando/revisando el pasado y sin poder imaginar que ahora, en la fecha del estreno, ya se cuantifican en un millón los españoles que se han tenido que marchar fuera de España para buscar un futuro mejor. La mayoría son jóvenes, personas con una excelente formación que se niegan a esperar a que el sol salga cada día y poco más. En fin, el texto plantea una situación que, desgraciadamente, vuelve a repetirse y eso no lo podía prever nadie. Pero que nadie se asuste, tanto el autor como el director saben que hay que entretener, sin renunciar al análisis de nuestra realidad, y que cada uno saque sus conclusiones después, por eso La maleta es una historia que nos cuenta desde la emoción. Dicen que el texto recorre caminos certeros hacia la sensibilidad del espectador, y dicen también que el suspense mantiene en alerta incluso a los más avezados practicantes de yoga. La maleta ha sido puesta en escena por la compañía emeritense "Las Cuatro Esquinas" y cuenta con un excelente reparto de seis actores (hay que ser valientes) y dirección de Isidro Rodríguez Gallardo. Para mi, el teatro está viviendo uno de los peores momentos de nuestra historia reciente, solamente las propuestas más comerciales pueden sobrevivir en un panorama en el que lo único que se valora es la rentabilidad económica. Creo, sinceramente, que hay otros muchos “números” que tener en cuenta, debe ser que he vivido tantos momentos irrepetibles sentado en una butaca, que sin ellos yo no sería yo, ni mi mundo sería mi mundo. Por ello tengo la sensación de que hay que apoyar todo lo que suene a teatro de verdad, para que la falta de público no se convierta en un argumento que lo elimine definitivamente. Hay un tipo de teatro que ayuda a que el mundo sea mejor, a que llenemos de contenido nuestro propio pensamiento, a que nos acerquemos a la esencia de las cosas… y ese teatro debe estar apoyado, subvencionado, respetado, como lo están, por ejemplo, las misas, a pesar de la enorme pérdida de feligreses que vienen sufriendo en las últimas décadas. Esto último ha sido una broma, con sustancia, pero broma." Mucha mierda.

martes, octubre 16, 2012

Planeta


"—Es muy sencillo —me dijo el director de La Verdad—. Lo único que tienes que hacer es asistir a la cena literaria y enviar una crónica a las once.
—Hay un pequeño problema —me permití objetar, inocente de mí— . El premio se falla a las doce y...
—¿Y qué?
—Pues que si se falla a las doce no podré pasar la información a las once porque a esa hora aún no se sabrá quién es el ganador. El jurado aún estará votando.
Jordi Gratacós se echó a reír.
—Venga, vete, que tengo mucho trabajo —se me quitó de encima—, y espabila que ya eres mayorcito."
No puedo evitarlo. Todos los años por estas fechas me acuerdo de la novela de Xavier Moret El impostor sentimental (Barcelona, Emecé Editores, 1997), de la que he copiado el principio de la secuencia 15 (pág. 109). Antes me hacía gracia; pero cada año que pasa me resulta más indignante —y patética— la impostura —comercial; eso le salva— del Premio Planeta a la que tanta gente se presta. Como en la novela de Moret, horas antes de que Carmen Posadas desvelase en directo, con la complicidad de los periodistas, los nombres verdaderos escondidos bajo los seudónimos presentados, ya sabíamos que Lorenzo Silva sería el ganador y Mara Torres la finalista. La red, ya llena de noticias sobre los nuevos planetas, aún tiene vestigios de tan extraordinaria profecía.

sábado, octubre 13, 2012

El Sol de Michel Seuphor


El pasado viernes 5 estuve en la cacereña Sala Croma en la primera parte —me consta que hubo una segunda con otro sabor— de la presentación de esta antología de la poesía de Michel Seuphor, anagrama de Orpheus, el poeta, crítico de arte y dibujante francés que nació en Amberes —de nombre Fernand Berckelaers— en 1901 y murió en París en 1999, un año después de que se difundiese en España por primera vez su poesía en una Breve antología bajo el título de Sol y traducida por Elisa Luengo Albuquerque (Madrid, Editorial Roela, 1998). Esta nueva antología, ahora bilingüe, muy ampliada y acompañada del estudio de su traductora Elisa Luengo Michel Seuphor. Un secreto muy bien guardado de la literatura francófona, que incluye la bibliografía comentada y un apéndice con textos y documentos de interés, la ha publicado el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura junto a la Communauté Française de Belgique, y su diseño ha estado al cuidado de Boni Sánchez, que ejerció de anfitrión la otra noche en la que un nutrido grupo de amigos y compañeros pudimos ilustrarnos con las explicaciones de Elisa e iluminarnos con los versos de Seuphor, leídos también por Colette Charbonnier y José Luis Bernal, que puso en suerte el libro. La que tuve yo hace más de tres años, gracias a la misma Elisa, de conocer aquella primera breve antología, de factura exquisita y de tirada reducida que incluyó una veintena de ejemplares con dibujos firmados por Seuphor. La comparación con este Sol más extendido y luminoso confirma, al menos, una cosa: el extraordinario trabajo de investigación, divulgación y traducción de Elisa Luengo Albuquerque, que tantos años lleva dialogando con el poeta. Si uno coteja algunos de los poemas incluidos en la antología de 1998 con las versiones que ahora se han publicado, confirmará la labor de reescritura a que ha sometido Elisa su lectura anterior de Seuphor, en exigencia contagiada de ese diálogo con su autor. Y es que esa honestidad y esa depuración, esa proclividad hacia la duda frente a la certeza, son rasgos del traducido que se aprecian en la traductora. Ésta sabe mostrar sin prejuicio de apasionamiento los valores del poeta, su esencialidad, su ética órfica, su creencia racionalista en la palabra, en la palabra poética y su juego libertario: "J'appelle jeu tout ce qui est le fait d'un besoin insolite […] Le jeu est sans valeur matérielle ou sociale, mais il a, en soi, l'immense valeur de sa liberté, de son détachement, de son inadvertance." Más adelante, ya en español, palabra de Elisa: "Y es entonces ante la evidencia del fracaso de los otros, de todos los que buscan prestigio, reputación, títulos, cuando nace la risa interior, esa ironía que aflora en nuestras obras, en nuestros actos, para aquellos que tienen ojos para ver y es el signo de la realeza verdadera." ("Page 228"/"Página 228")

jueves, octubre 11, 2012

Dos siglos de utilidad pública


Ayer estuve en Badajoz en la inauguración de la exposición Diputación de Badajoz, dos siglos de utilidad pública 1812-2012. (Hasta el 28 de octubre de 2012. Palacio de la Diputación C/ Obispo San Juan de Ribera, 6). Y es que el próximo 24 de octubre se cumplirán doscientos años de la creación, en cumplimiento de la Constitución de Cádiz, de la Diputación de Extremadura, precedente de las actuales diputaciones provinciales de Badajoz y Cáceres, y que fue la primera que se constituyó en España. Por eso no comprendo cómo ayer no hubo nadie en el acto en representación de la Diputación de Cáceres, por qué nadie de la institución cacereña se sintió concernido en una exposición conmemorativa de la creación de esa misma institución ausente. Supongo que el día 24, que habrá otro acto institucional con la conferencia del profesor Francisco Javier Velázquez López y la presentación —a cargo de la Premio Nacional de Historia 2011 Isabel Burdiel— del libro Los primeros liberales españoles. La aportación de Extremadura, 1810-1854, alguien estará de la Diputación de Cáceres. Aparte de saludar con afecto y gusto a amigos y conocidos, y de acompañar a mi hermano Josemari, coordinador de la muestra, me agradó mucho recorrer la historia de una institución dos veces centenaria. Es verdad que mucho más el recorrido por las dos primeras partes de las cuatro en las que ha quedado articulada la exposición (Orígenes, Historia, Funciones y Territorios); pues tiene otro atractivo evocar la importancia de nombres como el cacereño Álvaro Gómez Becerra, primer presidente, o recuperar la memoria de la Diputación en la época liberal del XIX o en la republicana del XX, que reconocer las tareas que la Diputación de Badajoz desarrolla en áreas como desarrollo local o cultura, o en comarcas y mancomunidades. La exposición lo presenta todo con claridad, en imágenes y también en textos bien escritos que hay que leer, con objetos y libros, e incluso con una instalación didáctica que convendría, con más tiempo, experimentar. También aproveché para comprar un libro que andaba buscando. Muy bien. Utilidad pública.

Soluciones a los anteriores



Agudeza lectora (I): Bartolomé José Gallardo, Juicio político del año 1834 por _________. Lo publicó Pedro Sáinz Rodríguez en 1919, pág. 17.
Agudeza lectora (II): Javier Cercas, en Soldados de Salamina. Primera parte, diálogo del narrador-personaje con Miquel Aguirre. Barcelona, Tusquets Editores, 2001 (1ª ed.), págs. 30-31. 

martes, octubre 09, 2012

Agudeza lectora (II)


¿Y esto?:

"—Yo no soy nacionalista —dijo—. Soy independentista.
—¿Y qué diferencia hay entre las dos cosas?
—El nacionalismo es una ideología —explicó, endureciendo un poco la voz, como si le molestara tener que aclarar lo obvio—. Nefasta a mi juicio. El independentismo es sólo una posibilidad. Como es una creencia, y sobre las creencias no se discute, sobre el nacionalismo no se pude discutir; sobre el independentismo sí. A usted le puede parecer razonable o no. A mí me lo parece. […]"

Agudeza lectora (I)


¿Quién escribe esto?:
  
"Otro elemento de poder en un país avasallado por la miseria es el dinero. Del dinero de España es bien sabido quién se ha hecho señor en estos años pasados: un club de agiotistas que con ruinosos empréstitos han chupado la sangre del triste pueblo hasta dejar el Reino exangüe y cadavérico. Éstos y los anteriores han hecho entre sí liga ofensiva y defensiva, y han estado mandando alta y poderosamente en la Monarquía […]" 

viernes, octubre 05, 2012

Franco Moretti en Letras


Siento no haber escrito aquí días atrás un anuncio de la conferencia que escuché ayer por la mañana. No tuvo poca difusión, sin embargo; gracias al esfuerzo de mi colega Enrique Santos Unamuno que, a través de su proyecto de investigación "Lenguas y literaturas en la Europa Moderna: discurso e identidad" hizo posible ayer que tuviésemos entre nosotros al profesor de la Universidad de Stanford (USA) Franco Moretti, el autor de Il romanzo. Es la segunda vez que Enrique me trae a Moretti. La primera fue en un sugerente artículo que publicó en la revista Laurel allá por la primavera de 2002, un artículo sobre cartografías literarias en el que la edición italiana, de 1997, del Atlas de la novela europea 1800-1900 era una referencia principal. En el marco de la teoría de redes, Moretti expuso brillantemente una propuesta de análisis espacial de las tramas dramáticas de algunos clásicos como Esquilo o Shakespeare. Una muestra estimulante de un trabajo muy ambicioso que nos abre los ojos y que enriquece otras vías de estudio de la historia y del texto literarios. Lo dicho, ha sido una suerte haber podido disfrutar durante más de una hora de la palabra de este brillante ensayista y buen comunicador. No solo es importante que nos contaminemos del pensamiento y la reflexión de otros profesores de otros ámbitos lingüísticos, geográficos e incluso disciplinares, sino que lo hagamos con nuevas lecturas y planteamientos epistemológicos del carácter de los de Moretti, que tanto permeabilizan las gruesas paredes del pensamiento tradicional. 

miércoles, octubre 03, 2012

Lorenzo Hervás y Panduro y el pimentón extremeño


En la página 242 de este tomo de la Historia de la vida del hombre de Lorenzo Hervás y Panduro (1735-1809), considerado uno de los padres de la filología comparada, interesantísimo personaje, se lee lo siguiente: "Enseñando yo latinidad en el Colegio Jesuítico de la nobilísima ciudad de Cáceres, advertí que de dolor de costado solía morir doblada más gente que en Alcalá de Henares y en algunas poblaciones de la Mancha; y paréceme que el abuso del pimentón en la Extremadura haga en ella más común esta enfermedad." Cuando se lo cuente a mi compañero Miguel Ángel Melón, que es, en este orden, de Aldeanueva del Camino (Cáceres) y Catedrático de Historia Moderna, va a decirme —claro— que lo de su expulsión en 1767 por jesuita fue mero pretexto.

martes, octubre 02, 2012

Analogía antológica


Esta mañana temprano escuché o soñé escuchar en la radio a una locutora de Málaga decir que la defensa de Isabel Pantoja en el caso del blanqueo de capitales, derivado de las corruptelas del caso Malaya en el Ayuntamiento de Marbella, había planteado una "antología" con el caso Nóos y la situación de Su Alteza Real la infanta Cristina en relación con su marido Iñaki Urdangarín. Si es que siempre las antologías han dado titulares. Recuerdo ahora lo que dijo, cómo no, un poeta: —La muerte es la mejor antóloga. Nos incluye a todos. Fue Juan Lamillar, pero no sé ahora dónde.

Música y sentimiento


Escribo —cómo no en esta ocasión— mientras escucho música. Ahora mismo, flamenco. Es lo que hay; quiero decir, que no está puesta a propósito para escribir estas líneas. Suena la guitarra de Daniel Casares para una rondeña en Nuestro flamenco, el programa de Velázquez-Gaztelu. Lo anoto para decir que me he acordado de mi padre cuando decía que quien desprecia la música no tiene corazón; lo que me parece una recreación de la repetida frase que dijo Sancho Panza a la duquesa en la segunda parte del Quijote: "Señora, donde hay música no puede haber cosa mala". Y todo a cuento de una reseña de Pablo J. Vayón que me traje del Diario de Cádiz del primer miércoles de septiembre sobre el libro de Charles Rosen, pianista y teórico, Música y sentimiento (Madrid, Alianza Editorial, 2012), en el que se constata el poder de la música para emocionar por la conjunción de motivos diversos, en una unidad de sentimiento. Lo recuerda Vayón, que también, en contrapunto, advierte que la música no hace a nadie necesariamente mejor, como dicen que se infiere de lo escrito por Pascal Quignard (El odio a la música) y aquella que sonaba mientras los judíos entraban en las cámaras de gas. Audición y vergüenza. "Para qué sirve la música" se titulaba aquella reseña reciente; y me he acordado de lo que decía mi padre.

miércoles, septiembre 26, 2012

La expresión de las pasiones


Es curioso cómo llegamos al conocimiento de un libro. En circunstancias normales, vendría por el camino más natural, pues ofrece interés para nosotros y lo consideramos cercano a nuestras dedicaciones. Sin embargo, a veces, nos llega más netamente por veredas insospechadas. Hace ya tiempo que mi hermano me pidió un artículo de Fernando Doménech sobre un personaje extremeño, Francisco Rodríguez de Ledesma, de Salvatierra de los Barros (Badajoz), que fue diputado general por Extremadura en 1795, también secretario del corregimiento de Madrid, de la Junta de Reforma de Teatros, y luego uno de los diputados liberales participantes en el período inmediatamente posterior a las Cortes constituyentes. El artículo de Doménech se publicó en la revista Dieciocho (otoño 2004) y desvelaba, —con la ayuda del intelect de su hijo— el anagrama de Fermín Eduardo de Zeglircosac, autor del Ensayo sobre el origen y naturaleza de las pasiones, del gesto y de la acción teatral (Madrid, Imprenta de Sancha, 1800), concordante letra a letra con el nombre de Francisco Rodríguez de Ledesma. El perfil de este extremeño, traductor de obras francesas e italianas, se enriquecía por este lado de su dedicación al teatro y la autoría de este primer manual para la interpretación de los actores, en consonancia con un animoso proyecto ilustrado de renovación teatral. Lo cierto es que a mi hermano le interesaba el abogado y político y a Fernando Doménech le interesaba el hombre de teatro y sus aportaciones a su reforma. Y a mí, ambas cosas. La expresión de las pasiones en el teatro del siglo XVIII (Madrid, Editorial Fundamentos, 2011) firmado por Fernando Doménech Rico, Guadalupe Soria Tomás y David Conte Imbert, es un estudio y una edición del libro de Rodríguez de Ledesma y de sus fuentes de referencia, es decir, los textos difundidos en España sobre teatro de Gotthold Ephraim Lessing —su disertación "¿Es o no liberal el arte de los cómicos?" (1790)— de Charles Le Brun —su conferencia "sobre la expresión general y particular" (1698)— y de Johan Jacob Engel —sus cartas sobre el gesto, la pantomima y la acción teatral, y sobre la pintura musical (1789-1790). Sin duda, una importante aportación para conocer las prácticas teatrales del siglo XVIII y los estudios sobre el gesto desde el ámbito de la pintura y su aprovechamiento para el trabajo interpretativo en el teatro; pero también una valiosa contribución para reconstruir la biografía de este extremeño que fue Presidente de las Cortes en 1813.